lunes, diciembre 31, 2007

Fue Y Es Y Será.



Un año, un año entero desde que el calendario es lo que es. Un año en el que las tendencias han muerto asesinadas en las manos de la jungla de asfalto, quemadas en portadas y devoradas por las chicas it. Un año en el que las top models han regresado y, no sólo al universo Chanel donde, por mucho que Karl Lagerfeld anunciase su muerte, nunca se fueron; ellas han vuelto y; eso significa que la moda ahora tiene nombres con mayúsculas y, nuevas Afroditas, antiguas musas. Realmente vuelve el pasado pero, a costa de qué. Año negro para la moda y, a la vez, año de gracia. Así son los genios, grandes, plausibles y talentos y, no sólo comerciales, no sólo culturales y, no sólo contemporáneos porque es el filtro del tiempo el que habla del talento y no de la sociedad de su época. Ahora vuelven las maisons del olvido y mueren los creadores a favor de la marca que es devorada por el logo y, al mismo tiempo, se reclama el je ne sais quois francés, el talento y la esencia. Porque la moda ya no es un cliché…


Éste ha sido un año negro para la moda, Valentino se ha despedido como el último couturier. Un grande. Como todo genio Valentino copó los mentideros de París pero, fue él quien tuvo la última palabra. Escogió a Alessandra Fachinetti como sucesora en un mar de genios deseosos de una marca como la de Valentino, negó a Ford, marginó a Valli, destronó a Marchesa, se carcajeó de Pilati, intimidó a Elie Saab y cayó rendido, gracias a las cifras y a la mano “gris” del conglomerado empresarial, ante Alessandra Fachinetti una mujer que, no dejó de convertirse en intermedio en Gucci entre el carnal poder de Ford y la templanza comercial de Frida. Quizás sólo esté de paso en Valentino pero, ¿no es esa la maldición del sucesor? Eterno Valentino es lo que queda por decir.


Murió Gianfranco Ferré el llamado arquitecto de la moda, el hombre que hizo de la blusa blanca la elegancia y de la crinolina, la palabra de la noche. El extranjero que tomó Dior, confrontó al mundo y recibió el aplauso y, el hombre que al morir, la moda le ha olvidado. Ya se sabe, los genios no reciben aplausos hasta mucho tiempo después. Pero Ferré no era un diseñador más, él era el concepto de la dignidiad y la armonía en la moda, un hombre del renacimiento que prestaba la atención a la forma y al contenido, en su tiempo justo, en el aplauso del espacio. Quizás fura el presente el que le maltrató, su firma hacía décadas que no estaba visitada por los fashionistas y que el hombre de la arquitectura, el genio del diseño no era más que un recuerdo en el pasado de Dior pero, la verdad, es que era más que eso. Era un talento conceptual y, ya se sabe lo que pasa con los genios, que en una sociedad en la que los mediocres triunfan; los genios caen en el olvido.


Versace, ése hombre producto de la contemporaneidad y del arribismo. Aquel hombre que se fijó en un burdel y que inventó a las top model. Ahora la marca es un cliché, Donatella Versace, ha convertido la marca en una red comercial en la que quiere ser el nuevo chic, la nueva Italia y, todo eso, cuando Gianni siempre estuvo condecorado con una máxima fascinante y aterradora, pero que ha dejado un millar de creaciones, “No creo en el buen gusto”, una afirmación que le sacaba de su contemporaneidad y que le permitía innovar. Seguramente, Versace nunca será elegante pero ése nunca fue su propósito. Gianni Versace era otro genio, pero un genio diferente; un hombre que vio a modelos con nombre y a moda con musas, a tops decadentes y al show de la moda. Gracias, Gianni Versace.


También ha sido el aniversario de Dior, de la muerte de la leyenda y de la creación de la casa del genio. Monsieur Dior fue el creador, uno de los que su nombre queda escrito con letras mayúsculas en la milla dorada de la moda, y que consiguió crear el escándalo, la elegancia y la revolución a partes iguales en el mundo de la moda. Cambió la paleta de colores creando la ilusión de un jardín: rojo pasión, verde menta, rosa satinado, azul nocturno o gris perlado. Ató a las mujeres al corsé de nuevo y ellas aplaudieron, fue tachado de apolítico, consumista y antipatriótico por su excesivo New Look y creo a partes iguales el nuevo sistema económico de la moda, primero fue rico por su casa, luego pobre, volvió a ser rico gracias al sistema de licencias y plasmó esa regia nobleza de su pasado en su marca. Fue el primero en no sobrevivir a su marca, fue el primero en la maldición del sucesor. Por su casa pasaron desde Saint Laurent, el joven genio, a Marc Bohan; el extranjero Ferré; y John Galliano y todos acabaron cayendo en la maldición de la casa, del barco sin rumbo con sólo pasado, la maldición del titular que YSL inauguró desde aquel “Saint Laurent salva Francia” y que Galliano acaba. El suceso Dior. Y es que ya no hoy hombres como Saint Laurent…


La maldición del sucesor es algo muy comentado y es que además de soportar la carga del histórico necesitan caer en las redes de la comercialidad y triunfar cada temporada o bien con algo nuevo o bien con algo que la jungla aplauda. La esperanza de vida de un sucesor es equiparable a al de una tendencia, caducan, renacen, explotan y mueren y caen en el más profundo de los olvidos sin importar a nada ni a nadie. Un sucesor puede llevar a una maison al éxito o sumirla en el fracaso y, eso es lo importante. La moda y las finanzas son lobos entre ellos mismos, se aplauden, se devoran, se consumen y se mantienen, son como un organismo simbiótico. Aunque, también son décadas de logo y adiós a la furia y al rojo.


El universo Chanel es un misterio para mí. Karl Lagerfeld ha convertido a Chanel en una maison que vive del pasado, en una oda continua a las perlas, al negro, a la bisutería, a la camelia y al chic francés de mademoiselle. Chanel ha caído en el estereotipo, en el mero cliché. Ahora Chanel se resume en el Petite Robe Noire, en la parisina chic y en el clásico de fondo de armario; antes Chanel era genio e ingenio, Chanel era una transgresora, una rupturista, como dirían, un torito negro. Lagerfeld, es un gordo-flaco que tiene veinte kilos de más en la cabeza y que está obsesionado y anclado en el pasado pero con un amor irresistible por las musas de un día. Ahora Chanel es una noche de verano sumida en el sonar de las estrellas, es un rumor candente en los mentideros pero, siempre será una estrella en el cielo. El siglo de Chanel, sin ninguna duda.


Balenciaga es otra de mis pasiones, Cristóbal Balenciaga fue “El maestro de todos nosotros”, un hombre austero que se inspiró en España, vistió a Francia y al mundo y se alzó como la elegancia. Balenciaga no necesita más definición, se pueden decir muchas cosas de Balenciaga pero lo que más la define es el silencio interrumpido por un aplauso. Regio y soberbio como Cristóbal Balenciaga. Ahora llega Ghesquiére con un amor a lo profano, asalta Balenciaga, proclama su territorio y se convierte en el niño mimado de la moda alzando todo lo que detestaba Balenciaga. Balenciaga era negro y rosa, Balenciaga era porte y soberbia. Ghesquiére es un geniecillo venido a más, que volverá a caer en el menos. Y nadie dirá nada. Ghesquiére roza las mieles del éxito, sólo le auguro un mal final. El peso del histórico, Ghesquiére no puede con él y por eso sus veleidades…


Maisons del pasado y maisons del olvido, de aquellos hombres que no sobrevivieron a su marca y que cayeron en las redes de lo olvidado. Ahora renacen, de la mano de una generación impersonal y sedienta de ídolos, el wanabbe, y con Rachel Zoe como insignia. El estilista es arribista, o se tiene clase o no. Punto. Pero Rachel Zoe no piensa así, de hecho, cría, aliena y educa a una generación de adolescentes estrellas infantiles que desfilan sus delirios por la Alfombra Roja como clones del uniforme del club de la melena rubia y el todo hueso. Rachel Zoe es la diosa de un Nueva York rendido al negro que cambia a todo el mundo por igual y que vive sumergido en un Sex And The City particular. Quizás, lo único que une a la generación de las fashion victims sacrificadas a Zara que sueñan con Prada sea aquel lema de Andy Warhol, “¿Quién quiere hacer arte? Yo quiero dinero.”


Vuelve la leyenda de las maisons del pasado, desde Elsa Schiaparelli, la mujer del arte, cuyo adjetivo es Shoking Shiaparelli a la mítica Halston, aquella firma de las líneas limpias y nítidas, del corte trapecio, de Jackie Onassis. Y vuelve Halston de la mano de Rachel Zoe y de Tamara Mellon y, siento escalofríos de pensar en la generación Zoe con pillbox por la Alfombra Roja. Y vuelve el Atelier de Versace, y vuelve la Costura de Balenciaga y, vuelven las musas a Chanel y, vuelve todo lo que huele a éxito aunque sea como una muerte anunciada. Mueren las leyendas.Y es que ése es el problema, a nadie le importa la moda, ahora sólo importan las cifras. Va ha haber damas de rubios cabellos oxigenados arribistas por la Alfombra Roja. Damas de la generación de las camareras de bar. Pido princesas y no adolescentes que se llaman Kimberley, Lindsay o Cindy que podrían servir café en Alabama o en la América Profunda y que son visiones sinuosas de una sociedad en declive. Oda al Hollywood Dorado. Yo rechazo éste.


Y de repente surgen pasiones por la moda, alimentadas por el fenómeno Devil Wears Prada y por el arribismo de los conglomerados comerciales. Y Anna Wintour está encantada, ella ya ha pasado a la historia como nadie antes lo había hecho, ella ya ha tocado el cielo del éxito y disfruta de su trono. Being Anna Wintour por Carine Roitfeld, nombrada enemiga por los titulares sensacionalistas, devota envidia. Ahora arrasan las altas esferas de la moda custodiadas por la todopoderosa Anna Wintour y por la siempre comentada Carine Roitfeld. Ellas construyen la leyenda, catapultan los genios y guardan el oscuro secreto de la moda en su mano. Eso es poder.


Esto ha sido 2007, un despliegue comercial, un adiós de talentos y una llegada continua de rumores. Un mundo en el que triunfan los mediocres, que ve decir adiós a los genios y que espera con ansia un nuevo rey, un nuevo tirano que le domine. Espera princesas y no camareras de bar, espera reyes y no sucesores, espera esperanzas y gloria y no cifras y mediocridad. No quiere un nuevo Valentino, otro Balenciaga, un genio como Saint Laurent, una rupturista como Chanel, una artista como Schiaparelli, un innovador como Poiret, un dictador como Worth, una fashionista como MariaAntoinette, una “Su elegancia” como Jackie Onassis, una todopoderosa como Anna Wintour o una celebridad como Audrey Hepburn. Eso ya ha pasado, ahora queremos algo nuevo. Algo regio, algo soberbio y no otro otro. Para eso ya está el pasado, ahora miremos al futuro.

30 comentarios:

Holly Golightly dijo...

Feliz Año Nuevo.

Que lo mejor qe os haya pasado en 2007 sea lo peor que os pase en 2008.

Muchas gracias por participar, leer, comentar, disfrutar, ver, valorar, en Cool & Chic.

Muchas gracias y un millón de besos.

Anónimo dijo...

Feliz Año Nuevo Holly, espero tener muchas navidades que pasar con Cool & Chic.

Gracias por todo.

Anónimo dijo...

Por cierto, un post genial. Como siempre, pero fantástico. ;)

Anónimo dijo...

Holly cariño! FElIZ AÑO!

Post genial, pero cmo siempre tengo una duda, en el primer parrafo pone: je ne sais quois francés... no se lo q significa.


Holly eres grand

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Merci. Lo mismo digo. Un beso

Sisi. Igualmente. Je ne sais quois significa el no se qué, el toque, lo que distingue una cosa de otra. Un beso

Anónimo dijo...

Gracias!

Anónimo dijo...

Q cualidades consideras q debe tener el nuevo genio que cambie la moda?CRees q eso es posible?No crees q todo esta inventado ya??


Besos Holly, Blog fenomenal...

Anónimo dijo...

Por favor, haz un articulo d estas preguntas, o respondeme de un forma extensa. Plisssss!!

Holly Golightly dijo...

Sisi. De nada. Un placer.

Diorisima. Gracias. Feliz Año Nuevo. Prometo artículo. ¿Contenta? Un beso

Pao dijo...

Genial post para acabar el año. Enhorabuena.

Holly Golightly dijo...

Paopao. Merci. Feliz año nuevo. Un beso

Georgi dijo...

Te felicito por el articulo.
Coincido con vos totalmente. A veces quisiera quedarme atrapada en el pasado de la moda, y volverme totalmente historica. No es que en el presente no haya buenos referentes, pero creo que mucha de la magia de la época de Dior o Balenciaga, sumado a las estrellas de cine y el arte, le daban un aire mas legitimador a la moda.
No se si las nuevas Cindys, Kimberlys o las campañas que se hacen sólo para recaudar mas puedan alguna vez conquistar a las personas como pasaba en el pasado.
Ojala que este nuevo año traiga aires renovadores y a la vez un poco historicos a la moda.
Un gran saludo
y que comiences bien este 2008!
Beso!

Holly Golightly dijo...

Gi. Merci. Te deseo feliz y próspero año nuevo. El pasado es genial pero anclarse en él tampoco es bueno. Un beso

Anónimo dijo...

Aiiii Holly mil gracias!!

Lo espero con ansia!

Besos.

Holly Golightly dijo...

Diorisima. Un beso. Nada ;)

The Pilgrim dijo...

Que artículo tan bueno, un texto precioso con fotos perfectamente elegidas. Muchas gracias.

Muy feliz 2008
:)

Lara dijo...

Me da a mi que el 2008 será más de lo mismo...o no.Espero que no haya grandes abandonos como el de Valentino, pero creo que las tendencias seguirán devoradas por el asfalto!
BESOSS Y QUE TENGAS UN BUEN COMIENZO DE AÑOO

Miss at la Playa dijo...

feliz 2008, holly!
me ha encantado este post, verdaderamente no sé qué añadir!

thesil dijo...

Qué post más completo que nos sirve de resumen del 2007 a la vez que de epílogo para el 2008.

Feliz Año 2008!

Holly Golightly dijo...

The Pilgrim. Merci. Feliz Año Nuveo.

Lara. ¿Qué nos deparará el 2008? Quizás las últimas horas de Lagerfeld o nuevos sucesores aunque dudo que sea éste año. La moda necesita más tiempo. Feliz Año Nuevo querida.

Miss At La Playa. Feliz Año Nuveo. Merci.

Thesil. Gracias. El principio del fin ;). Un beso y feliz año nuevo.

Mara Jade dijo...

Este post me en-can-ta.

Feliz año guapo!

Holly Golightly dijo...

Marajade. Muchas gracias. Feliz Año. Un beso

Andrea Martínez Maugard dijo...

Feliz Año Nuevo!
Tu blog es asombrosamente informativo y entretenido. Espero seguir leyendolo mucho tiempo mas

Holly Golightly dijo...

Aretha. Muchas gracias. Feliz Año Nuevo. Un beso

Anónimo dijo...

Lara querida, q es sino que las tendencias sean devoradas por el asfalto lo q qiere la moda?

Holly Golightly dijo...

Nomepreguntesmásporqué. No para todos éso es una aspiración, Balenciaga siempre temió prostituirse para llegar a la jungla de asfalto o, por ejemplo, Monsieur Vuitton siempre estuvo muy marcado por el hecho de distinguirse.

Otras muchas marcas apelan al lujo como algo restringido, de ahí, tantas ediciones limitadas, ediciones especiales, momento aniversario, creación especial, disñeo limitado etc...

Aunque, también hay otros diseñadores como Monsieur Dior que al contrario, las licencias y, con aquel eslógan "Al menos sus labios vestirán de Dior", eso sí, siempre con el precio como restrictivo.

Si yo tuviese mi propia marca, ver mis creaciones en Zara sería un honor y una desgracia, yo querría un selecto grupo de mujeres y no un ejército de copias baratas...

Para Nocholas Guesquiére puede ser el epítome del chic quizás por la presión de las cifras pero para Monsieur Cristóbal siempre fue una lacara la del pret a porter. Un beso

Anónimo dijo...

Q tal va el reportaje??

Lo espero con ansiaa!

Holly Golightly dijo...

Diorisima. Bien. Un beso

Unknown dijo...

Holly

Sublime tu artículo. Encontraba a faltar que alguien hablara de Schiaparelli, que en aquella época me parecía el summum. Por cierto, ¿sabías que Marisa Berenson -elegante entre las elegantes- es su sobrina?
Un apunte:

Alguien- no recuerdo exactamente quien- dijo que incluso en un botón cosido reconocía la mano del genio. Creo que hablaba de Pertegaz.

Hablando de tejidos .. en Andorra había una tienda donde vendían cortes incluso de Tissac Boussac, uno de mis preferidos, a precios muy asequibles. Y otra donde, muy rebajados podías comprar trapitos de alta costura.

Y hablando de collares, aunque no venga al caso, otra donde se vendían - no se si venden- toda clase de perlas y broches de cierre.. Comprabas las perlas y el cierre sueltos y te montabas tu collar una vez en tu casita.

Te seguré leyendo.
Gran hallazgo tu blog.
Feliz Año.

Holly Golightly dijo...

Ajlak. Merci.