Fashion Victim

Si Maria Antonieta fue la primera fashion victim, el término en su concepto actual llega, aún, más, lejos. Mueren por Prada, reverencian Dior e idolatran Vogue pero, ¿no son, al fin y al cabo, desesperados intentos de fashionista? Desde luego. Sí, así de sencillo. Son mujeres, instrumentos de la moda, que siguen al pie de la letra las tendencias que dictan Vogue y las pasarelas, son sacrílegas del Petite Robe Noire, son los Vogue Team USA & Italy y creen que el concepto de la moda, el más básico y a la vez el reservado para un mínimo círculo, son los stilettos o las bailarinas Chanel para la noche. Armani suele ser su Dios y si no, Chloé u Oscar De La Renta y son las seguidoras de Donatella con sus colores excesivos para la noche y su melena extralisa con esa solución americana de ¿Problemas? Más rubio!

La séptima fila de los desfiles, ese grupo que nadie tiene en cuenta y que, luego alimentan las cuentas de las casas de Costura viven para el lujo. Pero, ¿no estamos ante la omnipresente y continúa pelea entre Moda y Elegancia? Pocos saben que ambas palabras no se dan la mano, el último grito no tiene porqué ser espectacular, elegante o de cortes perfectos, no tiene porqué ser cómodo, ni bello, ni caro… ¿Alguien cree que las alpargatas son elegantes? Cualquier fashionista o fashion victim diría que no, y portaría como remedio anti-vampiros un stiletto firmado por Manolo o Choo pero, claro que lo son, las alpargatas son una tendencia del verano e ideales para Madame Coco Chanel que ya las reinventó en el bicolor más chic y las expuso a los ojos de las tentadoras riendas de las rues parisiennes… Jackie O las llevó y desde aquel momento se convirtieron en “el nuevo dictámine” de la moda. Y ellas, las fashionistas son las prostitutas de las casas de moda, son las consumidoras de los petites, los pequeños lujos que las casa ofrecen a las almas sedientas de lujo y exclusividad… Exactamente, las bolsitas azules de Tiffany son los mejores ejemplos…

Pero, “el mundo no desayuna con diamantes” y al final, Inditex & Co que, además de noticia son una realidad del eterno dúo, del eterno combate entre Moda Democrática y Moda En Esencia Pura pero, pocos saben que muchos diseñadores venden sus icónicos a las firmas de consumo, a las firmas que llegan a la calle y es que, al final, el gato al agua se le lleva Zara. Inexplicable fenómeno pues estamos ante la épica pelea entre “necesidad y deseo” aunque según Carrie “ la moda no es un lujo es un derecho” y para Coco, “la moda es una necesidad que empieza donde acaba la necesidad”. Estas citas ilustran las dagas envenenadas que se lanzan las marcas.

De todas formas, pese a quien le pese, la moda es un hecho que camina por al calle y que, sí, camina con tacones de suela roja pero que, se convierte en éxtasis de popularidad pero las fashionistas tienen alter ego y, son celebrities: por edades puede ser Victoria Beckham, Jennifer Aniston o Kate Moss pero, sin lugar a dudas, los Zoebot no son fashion y aunque muchas se rinden al glam de las chicas Zoe con sus maxigafas y su cuerpo slim fit pocas conocen las verdaderas tendencias, pocas entienden a Miranda-Anna y, ninguna aunque tengan fashion blog o, se paseen por los lugares de moda o compren los musts del momento, ninguna se lucra del carismático espíritu de la moda. ¿Nos preocupa? No, por dios, sólo nos preocuparía si no compraran, si no fueran paper dolls que necesitan agua de moda nos quejaríamos pero mientras gira la ruleta del dinero. ¿Importa la elegancia o el estilo?

Y es que, sacrificadas a ZARA sueñan con Prada…