martes, septiembre 30, 2008

Martin Margiela, Arte


Sin rostro como el rupturista creador.
Sin identidad, como sus prendas.
Sin circo mediático vendido a la comercialidad.
Con talento. Con magia. Con arte. Con ingenio. Con humor. Moda con mayúsculas.


Martin Margiela presenta a las mujeres como son, un misterio. Un monstruo que, cada seis meses, consume lo que antes era la virtud de los griegos a golpe de talonario. Alguien que podría hacer el pino por una tendencia, columpiarse sobre andamios que la torturan y seguir diciendo que "la moda no tiene nada de frívola". Ni ella de tonta. O, todo tiene un poco de todo.


La mujer de Margiela es un engendro y una diosa. Es la cara justiciera de la moda, un cruce fatal entre la sensualidad y el erotismo, entre la conceptualidad y la tendencia. Las prendas, son un ejercicio de talento, innovación y, al mismo tiempo una muestra -viva- de coherencia y de cómo, la perfección estílistica se puede combinar con una labor magistral en el corte, en la línea y en el porte.


No es una línea futurista la que sigue Martin Margiela, es un presente filtrado por los focos del ingenio. Por el matiz de lo puro, de lo artístico y del genio. Una vuelta a la costura perfecta, un ejercicio de patronaje, un ejercicio de maestría e ingenio. No es un deliro vanguardista ni conceptual, es un ejemplo de cómo el viejo arte de la destreza a la aguja se combina con la identidad del creador reforzando el mensaje en vez, de opacando las prendas o cohibiendo el talento.


El eje central de la colección de Margiela es el concepto sobre la estética. El poder sobre la femineidad. El talento sobre la teatralidad. Un espectáculo de ciencia ficción, un montaje del espíritu de la marca. Una seña de identidad basada en la no identidad.


Arte. Por Martin Margiela.
Arte y Moda.
Y Magia.
Y sueño.



Christian Dior, !Oh John!


Hace más de una década de la entrada de John Galliano en la casa Dior. Cuando entró, tras abandonar Givenchy y como nuevo ojito derecho de Anna Wintour, el mundo le hizo un rendez vous. Galliano era un muchachito tímido e ingenuo que veía la moda con los ojos melancólicos de quien amó a Poiret y, entronó a la decadencia del art decó.


Aquel geniecillo que bailaba sevillanas y que sacaba mendigos a la pasarela diciendo ante las criticas "Oh, darling. It´s my best collection ever!." cuando le sacaban los colores por aquellos clochards que recorrían Dior ha cambiado. Él sigue viviendo en un mundo que parece sacado de un caleidoscopio, Galliano se convierte en César con complejo de Adonis para su nuevo perfume que parece sacado de un berrinche del más excesivo decorador de Alicia en el país de las maravillas a la par que posa atravesado el corazón cual torero con banderillas coloreadas con la bicolor española. Cuando no, se enfunda en lentejuelas y se cuelga del brazo de una estrella; otro día se disfraza de astronauta, de torero, de puto bon vivant en calzoncillos y no dice !fuck you! porque no se le ha ocurrido...


En su caleidoscopio, las mujeres tienen dimensiones de modelo gráciles pero recubiertas por la denostada capa del universo paralelo. Un futuro que retoma el pasado pero que avanza hacia el tópico exagerado y desmedido. Además tiene oníricas pesadillas de comercialidad con arrebatos por Carla Bruni y por esa fébril Asia suya envuelta con matices en taconeos de mujer fatal con el carmín corrido, el paso firme y las cejas dibujadas con carbón. En el caleidoscopio de Galliano, el desfile es como una plaza de toros. ¿Habrá suerte, maestro?


Cuando criticaban ferozmente a Galliano por sus extravagancias, sus caprichos para (y por) putón rubio/esposa trofeo de ruso que, combinaba con los espectáculos de arte, maestría y magia en la Costura francesa, Bernault decía "!Idiotas! No entienden su talento!. La era Galliano en Dior camina en su decenio y, la casa Dior nunca ha sido amable con los sucesores al trono del maestro. Trono envenenado y báculo traicionero...


Ahora Galliano le ha parado los pies a Galliano. Galliano que, es como un niño en una fábrica de caramelos de la que nunca se empacha pero, que tiene -¿cómo diría yo?- diabetes ha decidido jugarsela toda a una sola carta, la Costura. Nunca lo entenderé. Todos sabemos que el pret à porter es para vender pero, lo cierto es que Dior no ha vivido expansión tal como con Galliano y que, a pesar o, precisamente, por todos los caprichos de Galliano en Dior la casa no sólo consigue hacer que algo tan (...) como la Costura sea vendible y rentable sino que, en cada colección, recibe mejores cifras de ventas. Pero, si vende, ¿a quién le importa?.

Pues como nunca es suficiente, a Galliano le han dicho "!Tú, a vender en el pret à porter y, a soñar en ( tu) casa o en (aquí) la costura!" Y, claro, Galliano que si le dicen que sea comercial se pone como un tonto y embadurna todo con logos y dice que él adora Dior, que él recupera Yves Saint Laurent que, él revisa el histórico y que, mira tú, él viste a Carla Bruni le da por hacer una propuesta en la que se permite una nota de ensueño en ese "espacio tan desaprovechado que va del suelo al tobillo de la mujer" bañándolas con ángeles sus pisadas y, con una depresión que sólo se alivia al mirarse a los pies...




lunes, septiembre 29, 2008

Balmain, ¿Dónde Están Las Musas?


Christophe Decarnin ha hecho un ejercicio maestro de contemporaneidad en Balmain. Inspirado por Carine Roitfeld y Emmanuelle Alt hace un epíteto de la actualidad para la legendaria firma francesa.


Para Christophe Decarnin, las musas sirven para aparecer como el nuevo Chico "It" en Vogue París y, ya puestos, para ofrecer a sus compradoras quince minutos de gama obtenidos a través de los diversos street-cool hunters de la vida que se pasean como rapiña alrededor de las fashionistas.

La innovación, el arte y la magia quedan relegados a un segundo plano. El inexistente.


En realidad Decarnin hace un ejercicio estílistico magistral para la actualidad. "Vistoso, chic y punto rock". O, cómo parecer Chica It en diez minutos, sin tener ni actitud ni carisma y por quincemildólares.

Su desfile es el resumen del presente. Chicas monas, sosas con ínfulas, vestidas con una declaración de intenciones: diversión y famoseo. Estrellas que se consumen como el humo de un cigarro.


¿Qué decirle a Christophe respecto a su desfile? Bravo.
Seguro que se vende, que le aplauden y que dicta tendencia.
Seguro que Kate Moss aparece en Vogue París con La Pose y aderezada por Emmanuelle; seguro que Carine pierde la cabeza por sus faldas tubo y sus zapatos erotizados.
Seguro que estrellas de medio pelo visten sus creaciones. Bravo.


Respecto a si es moda o Moda, ninguna. Es uniforme para parecer chica It.

Un decálogo para ser la nueva Carine. O, parecerlo.


El paso del tiempo asalta a Balmain. Carpe Diem.
O el Carpe Diem francés que apesta a tabaco y a alcohol. A éxtasis y a exceso.
Para parecer, para aparecer bajo el flash de turno, para parecer una de ellas...


¿Dónde están aquellas musas que elevaban las pasiones poniendo la humanidad del alma humana al servicio de la creatividad y el arte?

Ahora... Ahora venden chaquetas de cuero y vestidos lenceros.

Habeis cambiado, os han cambiado....

domingo, septiembre 28, 2008

Nina Ricci, Musas Armadas

Delicadas y femeninas. Casi lánguidas ninas que se alimentan del aire y peinan sus cabellos en las fuentes. Delicadas y poderosas. Casi ángeles combatientes armadas para la batalla final con la belleza como arma cegadora, con la fragilidad como escudo y con el alma como única salvación.


No es un halo de melancolía lo que encierran ellas, es más bien una halo de misterio, de combate, de altiva magnificencia. Es sobriedad lujosa, austeridad divina... son las dos caras de la misma moneda.


Nada de mujeres, nada de niñas... Más bien ángeles preparados para el destierro. Ángeles a los que han cerrado las puertas del cielo. Ángeles que aún combaten. ¿Y decían que la moda no era arte? Quizás solo sea sueño...

París Y El Monstruo


Paris.
Es una de las ciudades más hermosas del universo.
No hay ninguna luz como la de París.
Pero París está lleno de parisinos y de tópicos.

Paris como mejor se ve es a través de los ojos de un monstruo...
O, mejor, de un ángel petrificado que controla al mal.
Créeme, no hay forma mejor de ver París.

sábado, septiembre 27, 2008

Cindy McCain


Yo, que de toda la vida he sido de Obama, y que detesto a Sara Pallin con todas mis fuerzas, he reparado en la señora de McCain, Cindy McCain. Primero porque es rubia, muy rubia y, lleva el cabello recogido en un impecable moño. Es rica, muy rica y, tiene pasado. Que si McCain estaba casado, que si se drogaba con medicamentos de su propia ONG… Que si lleva trescientosmildólares encima cuando hace su aparición pública que si es demasiado rubia, demasiado rica y demasiado, ya saben, señora de Oscar De La Renta. Pues a mí esta señora me gusta. Me gusta más que Michelle Obama, mucho más, por todo eso. O, mejor dicho, Michelle Obama (reconocida elegante por Vanity Fair y, dicen, apoyada por Anna Wintour que, anteriormente no tuvo problemas en estar del lado de Hillary Clinton -hasta el incidente de la pérdida de peso para tener la portada, claro-) no me gusta en absoluto. Sin embargo, y lo he decidido en tres horas, me encanta Cindy McCain.

La primera de las razones es por eso, rubia, rica, con pasado. ¿Quién quiere alguien que no tenga pasado?

La segunda, porque lleva trescientosmildólares encima en los actos presidenciales entre joyas y vestidos.

Vamos. Eso es suficiente.

viernes, septiembre 26, 2008

Sex


En Cartier entran damas y queridas. Que lo sepan.
Versace vestía a las putas. Que conste.
Y Tom Ford marcó historia con su porno chic.
Vuelven las mujeres. Los ligueros y los regueros de champagne.
Vuelve el mal gusto, el buen gusto y el sexo.

jueves, septiembre 25, 2008

Prada, Dulce Escapada


Cuando Miuccia Prada, comunista de toda la vida, se dedicó al frívolo mundo de la moda todo el mundo reverenció su talento. Dijeron que, “sencillamente, va por delante de la moda”. Y, llevaban razón. Miuccia Prada triunfó en muy poco tiempo y, no fue un triunfo sino más bien una carrera con el éxito como meta. Cada temporada las voces se alzan contra Prada, unas veces Miuccia “no ve” nada y saca a sus modelos sin partes de abajo porque “no la gustaban”; otra temporada Miuccia decide que “la belleza es el chic de la fealdad” y retoma aquella línea de bibliotecaria alzada, de aquellas faldas, icono de Prada donde los haya, a la rodilla con estampado años sesenta, en fashionista pero que sigue manteniendo esa sensualidad femenina escondida bajo una tonelada de tópicos y un twin set. La temporada siguiente decide que quiere “lánguidos espectros fantasmales casi de otro mundo y más huraños que sociables” y, la siguiente decide que el encaje “rancio, abolengo, decadente, de perdedores, de anciana, de Diógenes” tiene su punto. Son una especie de castrantes damas con toca, con velo, con austeridad lujosa. Son propuestas -casi- descabelladas -¿vendemos fealdad a quinientosdólares?- pero, temporada tras temporada consigue que todas las críticas y que, todas las fashion victims y fashionistas aplaudan sus veleidades de sangre roja.


¿Alguien se creía que ella, Miuccia, se había vendido al capitalismo? En el fondo se ríe temporada tras temporada de nosotros. Primero el mítico bolso de nylon negro con el triángulo de Prada, luego una obsesión por la fealdad, lo oculto, lo ajeno, lo alejado y lo escondido. No es una afición por lo oscuro sino más bien por lo sumergido. Es casi un trastorno. Suzy Menkes ha destrozado a la inteligente Miuccia Prada pero, Karl Lagerfeld ya lo dijo, “Suzy nos muestra con brillantez el porqué de sus críticas pero, luego las dobles páginas de publicidad pesan más y, el dinero le demuestra brillantemente a Suzy porqué está equivocada”. Volverá a pasar. Pero, esta vez con Prada. Porque Prada es Prada. La Firma.


La colección es interesante. Tiene una sensualidad implícita, un aire prohibido y un tanto retorcido por lo que, mantiene la línea tenebrosa y funesta que Prada estaba tomando en otras temporadas pero, a la vez avanza en el concepto de la firma creando una silueta a medio dibujar que está basada en la deconstrucción, en el trazo inicial, en lo natural. Es como el inicio de algo y, al mismo tiempo el final. Es más luminoso y poderoso que “una salida apresurada de casa del amante” y, más oscuro y tenebroso que un look sin crear o un epíteto de la moda actual. Es más bien una batalla conceptual contra el tiempo, el llanto del fracasado y la magnética historia del perdedor.


En realidad la colección de Prada lo que muestra es un imposible de otro tiempo, de otra época, de otra consistencia. Recuerda a aquel “femeninas pero no débiles” de los inicios de Prada con ese aspecto de “me preocupo pero hasta cierto punto” por eso llevo mi falda de mildólares sin planchar y me he medioabotonado la chaqueta. Cuando enseñan la lencería, vista claro, tiene un aspecto rígido, natural y casi prehistórico como si fuese una vuelta a la sensualidad oculta, a lo recóndito, a lo escondido y protegido. A lo que no desea ser descubierto. Las chaquetas presentan ojos de pez en la espalda, con el cabello recogido con mimo pero que, a la vez de evocar la desnudez erótica de la espalda parecen una pequeña perversión pues, la mano no alcanza a abrocharlos y se precisa ayuda externa.


El tema de controversia ha sido -entre otros- los accesorios del desfile que, han levantado ampollas. Literalmente. Primero fueron las caídas de las modelos, memorables; luego las caras de alivio en el backstage tras quedar “por los suelos” y, finalmente la crítica demoledora del Herald Tribune, Suzy Menkes qué mala eres y cómo mola el rulo tucánido. ¿No vendía Prada accesorios?; ¿Quién se ha cubierto de gloria? Ay Miuccia, cuidado… Aunque tú vendes con el nombre solo… Un poco como Franco Moschino cuando se reía de todos devorándolo todo con el logo o ilustrando con un helado sus creaciones tentando con un ¿aficionados a la moda, os coméis esto?.


La crónica de Suzy Menkes me parece muy acertada, habla de la colección perdida de Prada. Creo que era eso lo que Miuccia quería decir, quería hacernos ver… Una mujer que se pone la misma ropa que tenía arrugada y totalmente ajada; una mujer que camina en la noche a medio vestir tras escabullirse de la cama de su amante; una mujer que se encamina hacia lo desconocido armada con nada a primera hora de la mañana con su aire de dama en la mandíbula alzada y su actitud que, es lo único que le queda puesto que, todo el esplendor ha cesado. Es una Scarlatta O Hara moderna, ya no necesita cortinas. Sólo necesita actitud. ¿Medio vestida, apresurada, a medio coser? No, querida, es Prada. ¿Aspecto de mendiga, pisadas imposibles, zapatos que provocan llagas? No, querida, es Prada. Nos fascinan las historias de perdedores. Me fascinan. Es la pura decadencia… O, claro, la decadencia de Prada. Como siempre, Alea Jacta Est.

lunes, septiembre 22, 2008

El Olor Del Fin Del Verano



Ya sé que el verano ha acabado pero, los días siguen oliendo a tranquilidad, a naturaleza y a vida. El fin del verano huele a lluvia, a flores, a estrellas en el cielo y, hoy es otoño.

Y, dicen que el otoño huele a oro. A maíz y a girasol. Y que brilla con el máximo esplendor de Venus.

Que los hijos del otoño tienen naturaleza angelical y demoníaca y que, los signos puros tienen el alma incandescente.

Dicen que el otoño es la vejez, la sabiduría y la prosperidad. Hoy he vuelto a ver este cuadro de van Gogh mientras hablaba sobre arte y, me he dado cuenta. Ésta es la imagen del otoño.

En algunas culturas se cree que el otoño es magia, es vida y es muerte. Dicen que en sus meses el diablo anda suelto tentando a sus hijos. Ven diablo ven, esto va a ser divertido. Y, lo digo yo que, soy hija del otoño

sábado, septiembre 20, 2008

Uniformes De Élite


Inocente.
Eso es lo que eres.
Tú que, pensabas que el mundo del colegio se acababa al cumplir dieciocho años y, te das cuenta que no. Que el “mundo real” (yo estoy plenamente convencida de que lo que llamamos el “mundo real” es, sencillamente, una dimensión falsa creada por ordenador de la que es imposible salir) es un gran colegio. Y, claro, con sus respectivas tribus urbanas. Allí está todo el mundo, pero todos. Y, claro, ya no les conoces también.

Pues no, la era del uniforme no solo no ha muerto sino que, se ha multiplicado. Nuevas tribus, nuevas clases, nuevas materias y el sentimiento agobiante de que todos los días es primer día de curso y que, el reencuentro será más traumático que el del año anterior. El mundo es un gran colegio, no hay más que decir. Y están la tíabuena, la pija, la amargada, el repetidor, los raros, la empollona y los de siempre. Esos que querían pasarse la vida tras una mesa de despacho gris y que se embadurnaban de vaselina y de colonias que creaban una burbuja a su alrededor. Y, aquí también pero, mucho más diversificado.

Pues eso. Que en este mundo hay uniformes para todo. El uniforme del -buen- moderno es el de Wayfarer, DocMartens e iconografía pop con descalabros de los ochenta; el de la fashionvictim que, es el otro yo de Carrie Bradshaw entremezclado con los descalabros de Miuccia Prada o Ghesquiére (según la edad) y con el “cheap chic” de Zara. ¿Tom Ford? ¡Por favor!. Inditex y, lo dice con un guiño de ojo o un leve sonrojo hacia quien está en el ajo. O, sencillamente, el de la nuevafashionista formado por una mezcla de grunge sin carácter y “second hand”. O, claro el uniforme de las personas del mundo de la moda. Se nota, ¿verdad?.

viernes, septiembre 19, 2008

Veinte


Anna Wintour lleva veinte años al mando de Vogue USA, veinte años. Veinte años como una tirana, veinte años como la más grande. ¿Carine Roitfeld? Por favor... Anna Wintour es la quintaesencia de la moda. Mismo corte de pelo y misma fascinación por siempre lo mismo. Anna Wintour debe morir en Vogue y, por favor, si a Valentino le van a enterrar en una cabina de rayos UVA, a Anna Wintour que la entierren con su séquito de pleaseanna y con su peluquero, por favor. Una pirámide de Prada, vamos, lo que se merece un faraón. Veinte años. Qué grande.

jueves, septiembre 18, 2008

Tipos De Mujeres



Detesto los prejuicios. Detesto la gente que estereotipa a las personas. Detesto las clases sociales. Detesto las etiquetas. Porque todos somos diferentes. Porque todos somos únicos. Porque todos tenemos nuestro estilo, nuestras razones, nuestros ideales. Detesto la intransigencia. Detesto la intolerancia. Detesto los tópicos. Detesto los arquetipos, lo típico y las clasificaciones. Pero, en el fondo, eso es una gran mentira. Lo detesto en los demás, lo adoro en mí. Como todos, pero, yo lo digo. Clasifico a la gente, creo en las clases sociales, creo en los tópicos, no creo en la individualidad y no pienso que Nietzsche tenga un lado nazi.

Por eso, Tipos De Mujeres. Una explicación, una clasificación o un camino en busca del alma. Del alma ungida.

Tipologías

-La “afrancesada

Ella se comporta como piensa que lo hacen las chicas malas.
Peca de ególatra, de vanidosa y de diva. Es una femme fatale cruzada con la viuda negra. Una francesa de la Vieja Escuela, de las que beben, fuman y aman.
Una diva, Carine Roitfeld.

-La “estilosa

Ni lo uno ni lo otro. Es la “maja”, la “sosa” del grupo. Una soñadora que cuenta sus resignaciones en vez de sus aventuras.
Peca de tontita, de advenediza y de carente de personalidad. Políticamente correcta. Eso es todo.
Una sosa, Alexa Chung.

-La “alternativa

El morbo de lo diferente. Una bomba de morbo y un toque indie. Probablemente está loca pero, “puede ser la bomba una habitación de hotel con una botella de vodka”. He dicho.
Una it girl del otro bando, Chloë Sevigny.

-La “dulce niña mala

Rubia, siempre rubia, tonta y sexy. Fumada, pirada, colocada. Querida, probablemente. Chica de un momento, con ínfulas de estrella y con algo de encanto. Señorita de momentos, no de eternidades.
Una prefabricada chica It, Sienna Miller.

-La “niñata”

Chicas de alma atormentada que matarían por vivir en una jaula de oro en Park Avenue hay, a miles. Particularmente, hay una generación que se “coloca” por los suelos, con muchas fotos y con algunas marcas. O es eso, o es mucho más. Iconos vacuos de la mediocridad y de la neomodernidad.
Una manada de clones de la original, Cory Kennedy.

-La “dominatrix de piruleta

Niñas que nunca serán mujeres. Todo atrezzo. El mundo de las princesas destronadas. C´est la vie.
Ansias de individualidad, amagos de diferencia, las Olsen.

-La “Barbie

Rubia, tonta y, rica. Criticada, odiada y amada. Una caricatura excesivamente anclada en tópicos pero, ¿no son los tópicos realmente verdaderos?
Ella, Paris Hilton. Toda ella.

-La “vitamina

Carisma saludable, botella de champagne a morro y mantel de cuadros. Ganas de vivir y bocanadas de frescura. Encanto saludable, momentos especiales. No durará toda la vida pero, a veces hay que vivir el momento.
El encanto, Kirsten Dunst.

miércoles, septiembre 17, 2008

Tipos De Mujeres, Kirsten Dunst

Kirsten Dunst, El Encanto


La señorita Kirsten Dunst es estupenda. Tiene un carisma saludable, fue la tíabuena de la clase y en ella todo parece auténtico. Sus poses pueden ser demasiado ñoñas, a veces; y demasiado rockeras en otras ocasiones pero, está fantástica la pongas lo que la pongas. Es la chica ideal con la que abrir una botella de champagne apoyada en la barandilla de un balcón pero, sin vasos. Quizás lo suyo no dure toda la vida pero, vivir el instante a su lado no está nada mal. Nada mal.

Kirsten Dunst es demasiado íntima como para que todo el mundo la conozca. Es una cara que al gran público le suena pero que, al mismo tiempo, no asocia a éxito fulminante y a caída al vacío. Ella es especial. De verdad, de la buena. Lo digo de corazón. Tan rubia, tan saludable, tan divertida. Kirsten Dunst es un encanto. Kirsten Dunst tiene lo que es, un matiz. Con Kirsten se tienen ganas de vivir. Vale, no sabe hacer nada, es un desastre y, como mucho, llega a hacer una tostada pero, ¿para algo están los restaurantes, no? La tostada con Kirsten, no cae de ningún lado. Sencillamente, es la tostada perfecta. Porque está ella.

Y no es ni guapísima, ni es una sosa ni es una diva. Sencillamente es encantadora. No va a durar toda la vida pero, es una vitamina deliciosa. Y, además, tiene una sonrisa estupenda.

Tipos De Mujeres, Paris Hilton

Paris Hilton, Una Vida Es Suficiente


Paris Hilton, realmente es la rubia del siglo XXI. Sin lugar a dudas. Una millonaria que se dedica a lo que realmente haría -casi- todo el mundo si fuese millonario y fuese rubia y, viviese en L.A. Porque no es que Paris no tenga cabeza es que, sencillamente no la necesita. Ella está para lo que está y, cumple su función social maravillosamente, léase que es una fuente de noticias incansable lo cual, deleita a los “amigos de la prensa” y a los “amigos de los escándalos”.

Paris Hilton es un icono de los grandes. Es la rubia Barbie llevada al exceso y, reconozcan, que es una millonaria sin complejos. ¿ONG, ONU, Embajadora de Buena Voluntad? Vale, no. Pero tampoco Paris Hilton se desplaza a Ruanda en jet privado. Paris Hilton es rica, lo disfruta. ¿Quejas?, ¿Qué quejas? El dinero de cada uno es, estrictamente de cada uno. Paris no es Angelina Jolie, ¿y qué?. Lo de Angelina Jolie es pura tontería, es como dar la mano a los pobres con guantes. Un gesto. Pero, sin ideal. Aún así, me encantan esas cosas de Angelia Jolie como Lara Croft por África denunciando y salvando niños y luego volando a Palm Beach con tres au pairs.

Paris Hilton, tonta muy lista, es un personaje. ¿Videos X y ligueros si hay ropa interior que sujetar?, ¿Vuelos a Cannes, el club de la jet set y un mundo a su disposición?. Realmente, ¿alguien cree que Paris Hilton es tonta? Que no, hombre que no. La cuestión es llegar un poco más lejos. No es que sea santo de mi devoción pero, es de las pocas señoritas que son consecuentes en su vestuario, Paris Hilton es un cómico berriche de una niña bien que ha hecho siempre lo que ha querido. Paris Hilton parece un putón. Siempre lo parece. Ole por ella. Paris Hilton. Porque por lo menos no juega a la tonta fashionista y hoy es un androide y, mañana una cenicienta... Paris es Paris, ¿Qué más hay que decir? Además, todas las rubias tienen su pequeña Paris dentro. Lo sé, es como decir rubia tonta por rubia y no hay nadie peor que los prejuiciosos pero, de verdad que, la tienen.

lunes, septiembre 15, 2008

Tipos De Mujeres, Las Olsen

Las Olsen, Quiero Ser Única


Las Olsen son extrañas. Pasaron de niñas a fotologers con escándalos de por medio, tildadas de “it girls” y con historial de tendenciosas de por medio. Las Olsen tienen un drama, solo venden juntas y cada una mataría a la otra para ser la única estrella -de medio pelo, sigh- pero, a no ser que ése sea el capítulo final, no valen nada sino es con la otra mitad del tándem.

No soporto a las Olsen. No las soporto. He estado a esto -imaginación amigos- de no poner foto, de no hablar de ellas pero, últimamente me gusta dar caña. Las Olsen son dos bichos raros, la una con ínfulas de estilista elitista y la otra con ínfulas de hippie trasnochada. Tras esa fachada de castidad, tendencia y éxito se esconde dos pequeños monstruos sedientos de afecto, de cariño y de amor. Las Olsen son como la Sandy de Grease: ñoñas como ellas solas. Y, claro, como le pasaba a Sandy de Grease, disfrazada de femme fatale era eso; Sandy vestida como una idiota disfrazada de femme fatale.

No soporto a las Olsen. No soporto esas apariencias. Las Olsen me ponen nerviosa. Las Olsen son un disfraz. Pero oye, antes tenían su gracia. De todas formas, tanta inocencia fingida oculta a una dominatrix con fusta y vestida de cuero. Me juego el cuello. Y, eso, seguro que a alguno le gusta. O eso o, viven en el mundo de la piruleta. Tengo dudas con eso. Las Olsen tienen ese complejo de princesitas a rescatar, de niñas eternas, de nunca mujeres. Y, eso, sinceramente, forma parte de su atrezzo. Todo atrezzo.

Pequeños, Grandes Placeres


Empiezo a pensar que quizás lleven razón, esto ya no es nada encorsetado ni entra dentro de una categoría clara, ni tiene una etiqueta ni es nada concreto. Lo cual, sinceramente, me encanta. Hoy mientras leía un libro sobre la belleza y pensaba, por encargo, sobre qué es el arte. He llegado a varias conclusiones:

¿Qué es el arte?

Es muy difícil definir el arte.
Es fácil relacionarlo con la belleza, el placer, el hedonismo pero, quizás, es más difícil encontrarle un espacio en la historia de la humanidad como herramienta histórica, política y sociológica además de cómo concepto metafísico de trascendencia por lo eterno y lo omnipotente de su esencia.

Decía Miguel Ángel que “se sentía Dios creando una escultura, sacándola del mármol”; decía Leonardo Da Vinci que “lo bello es finito pero que, se hace eterno en el arte”.

El arte es, pues, un rasgo característico e inherente del hombre que, refleja su destreza ajena a la necesidad puesto que, una vasija decorada o no, ni añade ni resta nada al concepto primitivo de vasija que, nace con un objetivo práctico en vez de uno estético pero, su decoración nace con un objetivo diferente al práctico.

El arte no tiene nada que ver con la belleza, tiene que ver con la humanidad, la honestidad y lo eterno, lo infinito y, lo caduco.

El arte es esencia, es susurro, es intimidad y, es incógnita y misterio.

Luego he empezado a pensar que, entonces, arte puede ser cualquier cosa. Arte de vivir.

Y, me he dado cuenta de que, el arte de vivir es una forma de arte en sí misma. El pequeño placer, lo diminuto, lo sencillo, el detalle. Lo importante es que, he decidido hacer una lista de cosas que quiero tener cuando encuentre una casa a mi gusto y, cuando decida llevar una vida menos... excéntrica...

  • Tener un gran ramillete de lilas en la cocina, blanca, dentro de un bote antiguo de latón o de lata de color plata pero mate, sin esmalte y algo en bruto.
  • Tener tazas de té inglesas con impresiones de flores en la porcelana blanca, colgadas de uno de esos bonitos percheros de tazas.
  • Tener uno de esos viejos teléfonos antiguos enormes, aparatosos y ridiculamente escandalosos al lado de una lámpara china de laca negra.
  • Tener puertas lacadas en negro o en blanco.
  • Tener un columpio en el jardín.
  • Tener un tocador antiguo, en blanco, con espejo tríptico esmaltado en blanco con frascos de perfumes sobre una bandeja de plata.
  • Tener un cabecero blanco. De madera y, quizás forrado en tela estampada con algo en tonos lilas.
  • Pintar un mapamundi en una habitación. Cosa que diria la señora Vreeland. E, idea que no puedo dejar pasar. La quiero toda blanca, la habitación y un gran mural con el océano de un color azul mezclado con una libra de mantequilla inglesa de Notting Hill. Queda un tono entre denso y sólido pero cargado de brillo.
  • Poner una guirnalda en la puerta en Navidad. De pequeña nunca me dejaban y, siempre he querido hacerlo. Una de esas que tienen acebo y parecen heladas.
  • Pintar el techo como si fuera la bóveda celeste. De color azul oscuro, las molduras blancas y estrellas radiantes. El resto, todo blanco.
  • Dormir con camisa de hombre. Una blanca, una azul, una rosa, una lila, una azul pastel, una salmón.
¿Pequeños placeres? ¿Qué pequeños placeres?
Grandes placeres... Arte de vivir.

Tipos De Mujeres, Cory Kennedy

Cory Kennedy, Niñata Con Estilo


Le tengo un odio inmundo a Cory Kennedy. Pero la odio tanto que, me gusta. Cory Kennedy es una niñata con estilo, te guste o no. Porque tiene actitud. Tiene actitud de chica cruel. Cory Kennedy es una niña mala por cosas de la vida, en el fondo, ella mataría por sentarse a leer el Town & Country y por tener un encargo para arreglos florales cada semana en aquella floristería de Nolitta. Pero, la vida de Cory no es como ella quiere. Así que antes que intentar encajar en un mundo al que no se puede escoger pertenecer pues, el que te escoge es el ha decidido pasarse al “otro lado”.

El otro lado es el lado “moderno” -demasiado moderno- de lo que ahora llaman bohemio. Cory Kennedy mataría por un anillo de pedida en Tiffanys y brunch los domingos con, melón y champagne. Pero, claro, eso no puede ser. Cory Kennedy no puede pertenecer a ese club. No, sin explicaciones y, punto.

Cory Kennedy es una de esas almas atormentadas que, apestan a frivolidad. Una mediocre aupada que daría toda su nada, fama efímera y malinterpretada por, todo eso que no tiene. Cory Kennedy es una niñata tachada de estilosa. Solo que con buen marketing. Cory es esa compañera de clase elevada a la enésima potencia pero, fuera de las fronteras del pupitre y metida -de cabeza- en Internet. Por eso Cory mola. Lo siento. La odio pero es que, es que… Es que hay un "es que".

domingo, septiembre 14, 2008

Fin Del Verano


Cuando acaba el verano... dice Christie.

Tipos De Mujeres, Sienna Miller

Sienna Miller, Oh Pobre Femme Fatale Desvanecida



El tópico sirve. Sexy, rubia, tonta. Lo sé. ¿Quién se resiste a Sienna con su camisa rosa paseándose -colgada- por la casa de Alfie?. Nadie. Además tiene una de esas bellezas atractivas. Sienna Miller es un timo. Todo el mundo lo sabe. Ni tiene estilo propio, ni tiene identidad propio, ni tiene carisma. Tiene buen marketing y ayuda. Lo sé. Pero hay un pero. Y ésa es la clave; que, hay un pero.

Sienna Miller no es un icono de nada o, es el Icono de la nada. Es un momento. Una historia de tribulaciones, problemas y besos inesperados bajo la helada en Navidad. Es comedia romántica y es el Empire State de Nueva York con Tom Hank y Meg Ryan en San Valentín. Sienna es… Sienna es una femme fatale con ínfulas de icono que, ni siquiera, ha conseguido adueñarse de aquello que diría Rita -Grande, grande, grande- Hayworth de Gilda “los hombres se acuestan con Gilda y se levantan conmigo”. Sienna Miller deja en las sábanas un reguero de rimmel y de maquillaje, ropa interior tirada al lado de la cama y dos copas, una sucia con carmín. Sienna está bien para un momento. Sienna es perfecta para una noche. Lo siento Sienna, aunque míralo por el lado bueno, dicen que las “queridas” tienen buen armario. Lo sé, muy cruel.

Tipos De Mujeres, Chloë Sevigny

Chloë Sevigny, Musa Indie Dónde Las Haya


Chloë Sevigny tiene estatus de chica It en los ambientes más selectos. Eso significa que lo mismo se cuelga del brazo de Pilati que desfila en D&G que, se pasea por el desfile de Chanel que, coquetea con Carine. Sí, lo sabemos. Para muchos es la musa Indie definitiva. Unas veces parece un hombre, otras veces una mujer. Ella misma ha insinuado su oscuro -retorcido- pasado “Yo siempre terminó involucrada con mis amigas cercanas, y fue realmente malo... Me gustan las mujeres - son hermosas. ¿Qué más puedo decir?” pero, ¿estamos ante otra chica mala más o, no?.

Tengo mis dudas. Chloë entra en el mismo grupo que Irina y que Alexa Chung pero, cargada de matices. No es exactamente una sosa sino más bien, una lista y, no se muere por hacerse la soñadora somnolienta con aires melancólicos de poetisa frustrada. No. La Sevigny es una mezcla de morbo, de chica de una noche, de coca y de sudor. Mezclado con los labios muy rojos y una botella meciéndose de vodka ruso.

Chloë Sevigny no es exactamente una fotologer, entra en la categoría de moderna pero con un poco más de picardía. No tiene erotismo ni encanto, tiene sexo y morbo. Básicamente, ambigüedad y malas artes. No es aire de mujer fatal, más bien es el encanto de la chicafácil pero, ¿no tiene un halo triste, desgraciado y extraño?. Algo arquetípica Chloë parece “indie” porque no pudo ser estrella a secas. Parece “de culto” pero, no lo es. En el fondo, ella se muere por ser Grace Kelly. Ésa es la clave. “Si no puedes vencerles, únete a ellos” pero, claro, Chloë Sevigny escogió el “otro” lado. ¿Alguien la ve con falda a la rodilla y bolso de cadena?

sábado, septiembre 13, 2008

Generación Kate Moss


Kate Moss es un icono. Nadie lo duda.

La señorita ha pasado todos los límites para llegar a donde está.

Se ha pasado tanto de la raya -ejem- que, para ella es un punto.

Lo último de Kate Moss es que ha "creado" un (otro) nuevo perfume: Velvet. Algo así como el perfume para las mujeres porque, las adolescentes andróginas con Síndrome de Peter Pan ya están muy vistas. Algo que huele a "sexo, chic, glamour" en palabras de su propia creadora.

Lo importante no es eso, o sí pero no es el caso. Lo importante son las sentencias de Kate Moss:

A Lila Grace (su hija, de seis años) le hace chantaje...

"O te lo comes todo o, de mayor no podrás ponerte los vestidos de mamá."

Se meterá lo que tu quieras pero es grande, grande, grande. Pobre Lila, ahora la dice eso y pronto la dirán "como comas algo, no sé qué vestidos piensas ponerte porque no te cabrán". Este mundo da asco. Pero, para algo es nuestro mundo...


Tipos De Mujeres, Alexa Chung

Alexa Chung, Hay Muchos Tipos De Belleza


Alexa Chung es una de esas chicas que encaja en la descripción “maja”. Es el equivalente al “mono” para un diseñador. Una tortura que vende en las tiendas. Ni es bonita ni es fea, ni es impresionante ni da pena, ni hace que tu mirada no pare de observa ni la pasas -del todo- por alto. No es exuberante, no es impresionante y no resplandece pero, tiene “algo”. Bueno, eso dicen. Es esa sosa reconvertida en chica “it”. La diferencia radica en que ella lleva lo mismo que se vende en Zara pero, de Chanel. Eso que dirían de “ropa mundana de confección”. No hay mejor definición para ella.

Alexa es una soñadora. No es ni lo uno ni lo otro y es esa mezcla de inconsciente con aplomo que tanto atrae. Una tontita que sabe cuándo callar. Alexa Chung es una fotologer frustrada; es una mezcla de chica mala que sabe cuando serlo -léase ligueros y vodka- pero que se puede presentar a la familia y, puede que, ella misma acabe haciendo la ensalada. Alexa entra en el “hay muchos tipos de belleza”. Ja. A Claudia nadie le dijo nunca eso. ¿Saben porqué? Porque es mentira. Belleza hay una. Se sabe. Es como el talento, se nota. No hay muchos tipos de talentos, hay uno. Se tiene o no. No hay muchos tipos de verdades, o son verdades o son mentiras. No queremos feas con gracia, feas interesantes ni modelos con donaires de poeta. Y mucho menos, sosas aupadas.

viernes, septiembre 12, 2008

Tipos De Mujeres, Carine Roitfeld

Carine Roitfeld, Las Chicas Malas Son Más Divertidas


Es una especie aparte. No pertenece -ella lo cree- al común de los mortales. Su alter ego es Carine Roitfeld, aires de diva y esa mezcla de narcisismo y vanidad. Su lema es una especie de Carpe Diem trasnochado; mucho negro en el armario y pintalabios de color rojo carmín. Ella es una bohemia actualizada, vintage sí pero revisado; Vogue sí pero sólo París. Esa mezcla que tanto le gustaba a Tom Ford y con ese aire severamente decadente de Terry Richardson. Básicamente es ese umbral que roza la línea que divide lo “visto” de lo “nuevo”, lo “it” de lo “out” y, ese aire tan atractivo de las mujeres que se portan como ellas creen que lo hacen las chicas malas.

Snob. Estirada. Intransigente. Capitalista. Soberbia. Tirana. Estúpida. Superficial. Ambiciosa. Una chica mala. Fuma, bebe y posa con mirada fija en el objetivo preguntándose si la luz del flash no chocará con la suya propia. Ropa interior de encaje y zapatos de tacón alto. Esa mezcla que tan bien funciona en los anuncios de Sisley de antaño; ese toque tan exquisito que tienen las francesas de tópico y que, luego, como todo, se desmorona. Pero, ¿es o no es la señorita un icono?. Icono y casi mito y, claro, ahora ya dicen que suenan campanas de muerte a tanto divismo. Ay Carine… que las chicas malas suelen acabar redimidas. Ay Carine que Anna Wintour también tuvo sus años de Playboy, de escarceos con músicos y de escándalos alejados del collar de perlas y del twinset y, ahora, mírala, toda decencia y falda a la rodilla. Y es que Carine, es que, las chicas malas son sólo chicas buenas que se comportan como creen que lo harían las malas…

New York, New York


Es una pregunta francamente interesante, ¿todos los sueños son posibles en Nueva York? La llaman la ciudad de los sueños, dama y señora; guardiana y custodia.

Me gustaría vivir allí.

Me gusta Nueva York porque está llena de vida,
Me gusta Nueva York por esas puesta de sol,
Me gusta Nueva York porque está llena y vacía,
Me gusta Nueva York porque sabe a melancolía, a sueños, a fracasos, a aspiraciones y a dolor.

Me gusta Nueva York porque es tan sincera que desgarra,
Me gusta Nueva York porque es hermosa, de hielo, de cristal, de ladrillo, de madera,
Me gusta Nueva York porque sé que allí estarás ,
Me gusta Nueva York por todo eso.

Me gusta Nueva York porque me es desconocida,
Me gusta Nueva York porque sé que hay una ventana blanca con cortinas pesadas de salón,
Me encanta Nueva York.

Tan lejana, tan amada, tan perdida, tan extraña, tan suya, tan propia, tan ajena.

Someday...

Algún día, querida, lo sé.

jueves, septiembre 11, 2008

Cenicientas En Marchesa



El juego de Marchesa siempre es el mismo y, todo el mundo lo sabe. Son vestidos de Alfombra Roja para estrellas estrechas de figura, con la melena espesa y la sonrisa impostada que, con ayuda de un estilista esperan despuntar en la Alfombra Roja y pasar de "estrella en ciernes" a estrella. Aunque sea por poco tiempo. Las colecciones de Marchesa tienen las mismas claves, recogen una mezcla muy americana de la Costura parisina y aunan las tendencias vistas en otras firmas para su propia marca pues, ofrecen un cóctel de "lo que está de moda" con marcas de "elegancia clásica". Cortes favorecedores, jovencitas hermosas y una lluvia de flashes. Y, quizás, alguna deslumbre...


Ahora está todo muy mal visto. Si una firma se reitera en su propio espíritu asalta la duda de siempre: ¿autoplagio o estilo propio?, ¿identidad o tabla de salvación?. Si una firma innova la duda que asalta es la de !oh por favor, esto no es lo que yo me esperaba!. Si se dedica a lo clásico se oye el "es lo mismo de siempre" y, si tiene una línea de edad definida o un público con un espíritu marcado suele oirse el reiterativo "!si yo tuviera medio siglo quizás...!".


Lo cierto es que hay marcas, como Marchesa, que tienen una propuesta que se conoce de antemano. Alfombra Roja, gala, celebrities. Mundo del espectáculo, estrenos y festivales. Pero, ¿quién le pide a Chanel algo que no sea Chanel?. Es Marchesa, pues es un desfile maravilloso. Nada nuevo bajo el sol pero, ¿quién quiere algo nuevo?. Los vestidos son de ensueño y, realmente, cumplen su propósito. ¿Alguien ha olvidado aquello que dijo Vogue una vez sobre el manido vestidito negro? "Diez mujeres sobre diez tienen uno, diez sobre diez quieren otro." Y, esto es Marchesa.

Aunque, luego suenen las doce campanadas y, la estrella muera con su vestido. Porque en este reino, los vestidos se devuelven cuando suena el reloj...

miércoles, septiembre 10, 2008

Rodarte. Bellos Androides

Vuelve Rodarte y vuelve el poder. Vuelve el emblema que hizo pasar a Prada de empresa en bancarrota a empresa it de la década, vuelve en "femeninas pero fuertes". Lo cierto es que las mujeres de Rodarte son, bellos androides. Pero, son, androides femeninos. Tienen carácter, carisma. Imponen.

Tienen ese aire serio, regio, señorial y, al mismo tiempo, conceptual, novedoso y recatado. Son una combinación equilibrada entre misticismo y futurismo. No futurismo tímido como el de Courrèges que, sólo provoca carcajadas al verlo sino, futurismo rabioso de una identidad. Futurismo que dice "ya sabemos que nadie va a llevar esto pero, aquí, como en todo, cuenta la actitud".


El desfile tiene mucho de tribu urbana. Tiene mucho de negro y rosa que, según me han contado, es la seña distintiva de los Emos. Tiene mucho de negro, de azul tinta, de rasgado y de oscurantismo tenebroso que, esto debe ser, muy de nuevo gótico. Tiene mucho de aire rockero, que si Margaret Thatcher era punk, que si ahora me rompo la ropa porque sí. Tiene mucho de Ghesquiére porque sí, porque si ahora quieres estar de moda, te gusta Ghesquiére y punto. Tiene mucho del propio Rodarte, de la política, del cisne, del vampiro, del poder, de starlette, de Alfomrba Roja y de negocio. Tiene poco de pret á porter lo cual es actualidad pura y dura y, tiene mucho de Europa, bebe los vientos de París y, es extremadamente americano.


Es una mezcla de altiva señorona de despacho, decadente miembro del Consejo, política y fashionista. Es Rodarte. Es Nueva York. Es su desidia. Y, es, el mejor desfile de Nueva York porque, todos sabemos ya a qué juegan el resto de diseñadores.