Me ha gustado este vestido de Marchesa.
Llegas del país de las hadas a la Alfombra Roja.
El país de las hadas, está en Oriente. Un sitio muy lejano como ya prometían al enseñar su inspiración. Allí las flores dan piedras preciosas, los árboles hablan, los sabios tienen la barba blanca y las mariposas se vuelven princesas por la noche.
No he parado de ver mariposas en este vestido. Tan elegantes como la palabra libélula y tan complicadas como un lepidóptero. Tan sutiles como el aleteo de una mariposilla blanca y tan importantes como para producir una tormenta en cualquier sitio por el efecto mariposa. Tienes que ser forzosamente frágil para llevarlo. Es tan etéreo que parece que se va a deshacer. Que se te viene entre las manos al rozar sus alas.
Quizás pierda el zapato como Cenicienta.
Pero seguro que alguno pierde la cabeza.
Y, aquí también hay doce campanadas.
2 comentarios:
es cursi
pero bonito
Bonito sí. Un beso
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