miércoles, junio 18, 2008

Es Hielo Abrasador, Es Fuego Helado


Dicen que es la mejor colección de Nueva York la de las hermanas que forman la marca de las it girls -ni musas ni iconos-, Rodarte para el otoño invierno de dos mil nueve. Que su estilo poderoso, sus reminiscencias a los despiadados y voraces ochenta, sus febriles delirios de decadente starlette, su halo de dama de negro que no es femme fatale sino rebelde, el enigma de la dama convertida en ave de la noche, de la princesa neoyorkina reconvertida en oveja negra. Es un estilo nuevo, que encuentra un ligero antecedente en Ghesquiére para Balenciaga con sus mujeres androides y, una repetición en el incomprendido Pilati poderoso para Yves Saint Laurent de la próxima temporada invernal pero que sorprende con sus mujeres contemporáneas, fuertes y poderosas.


Lo mejor del desfile es el espíritu; sin lugar a dudas. Esas damas de cabeza altiva, de rostro perfilado, de gesto austero pero entusiasmadas por la moda. Cumplen a la perfección aquella máxima de que cuando las mujeres se olvidan de su traje, son perfectas porque aunque saben qué llevan, no lo dan importancia. Para ellas esa paleta de colores poderosa, ese rojo encendido y carnal, casi hecho explotar de sexualidad y erotismo y voluptuosidad se resume en androginia. Es hielo abrasador, es fuego helado.


Son damas pero son marginadas. No han hecho ningún esfuerzo por integrarse porque no pertenecen al “grupo” de los que se integran; no toman Martinis; no idolatran a Carrie Bradshaw y no adoran a Audrey Hepburn. Tampoco son devotas de Ralph Laurent, no llevan perlas a no ser que sean descaradamente falsas como diría Madame Gabrielle Chanel y no se acuestan antes de las tres. Por cierto, tampoco salen con nadie, no tienen pareja y, tampoco la buscan. Eso es poder. ¿Amor? Prefiero el dinero o mis quince minutos -segundos ejem- de fama.


Vuelve la estética victoriana de la mujer en un pedestal, jarrón como nunca y perfecta pero, revisada. La tez inmaculada -aclarada con leche y nada de sol-, labios de color carmesí oscuro (hace años decían que el púrpura era el nuevo rojo- y colores pastel que se debaten entre el anodino color salmón y el irracional e irrefrenable rojo sangre. Dicen que los venecianos inventaron el tacón para controlar a sus esposas; la firma Rodarte reinventa el tacón y hace que se tambaleen -literalmente- en su pedestal. ¿Las alzan o las derrumban? Probablemente ambos. Aunque sus mujeres tienen suficiente autoridad como para elevarse en su propio pedestal, caerse y levantarse. Con dignidad. Con poder. Sin miedo a tropezar. Sin miedo a fracasar. Sin ápice de mediocridad.


Lo que es cierto es que en un mundo neoyorkino (le voy a conceder la licencia a Paría) plagado de All American Style, de despotismo monárquico, del clásico americano revisado, de jornadas de Wasps, de damas con chaqueta Chanel o con trincheras Burberry; es un soplo de aire fresco. Para otros es una vaga copia del Japón rupturista -ellas dicen que se han inspirado en el manga y el japonismo- y, para otros, sencillamente algo mejor que lo otro pero que no lo convierte en algo bueno. Como opinión personal, creo que es una colección interesante. Como diría Hugh Grant en Notthing Hill “Surrealista pero bonito”. Es hielo abrasador es fuego helado la mujer de Rodarte.


La han bautizado como una de las diez mejores colecciones americanas para el otoño invierno, las estrellas -consagradas- (semiconsagradas) -(sin consagrar)- o, en ciernes ya se han atrevido con el otrora Rodarte anteriormente consagrado para la Alfombra Roja y, ahora, sencillamente voluptuoso pero sujeto y ceñido por un corsé. También la han considerado como la revelación de la temporada, además para las hermanas ha supuesto un cambio de look. (El Diablo, aka Wintour, les ha obligado a adelgazar. Bueno, en sus propias palabras, las ayudaron a superar una etapa y a mejorar su salud. ¡Y nadie se creía que la señora había instado a Hillary Clinton -Obama Rules- a perder peso para aparecer en su edición!) La colección de Rodarte es exigente, supone obstinación, estilo y visión. Es extremadamente delicada y femenina pero, al mismo tiempo, masculina, ruda, casi vulgar y excepcionalmente soberbia. La primera mirada se debate entre el amor y el odio, el asombro y la devacle. La segunda mirada es un aplauso. La tercera es una súplica para que no lo destrocen en la Alfombra Roja y, la cuarta es la espera de su justo reconocimiento. Quien sabe…


Se podría decir que es una versión politizada de la Yo Dona de los ochenta, de la minimal neogótica, del postmodernismo. Hasta una versión cuidada y radical de la neomodernidad londinense pero radical y plausible. Nada excesiva, exquisita y refinada. Sofisticada. “Avive el seso y despierte” avisan las hermanas, ya no es la inocencia de las limaduras de hierro de Chalayan, de las prendas de madera o papel de Comme Des Garçons (Quién sabe, quizás H&M arrase con camisetas de papel. Usar y tirar y la señorita Rei no se traiciona. Una idea, brainstorm. Se la cedo a los señores de la marca democrática -despotismo ilustrado feudal- sin coste alguno.) sino la nueva modernidad. Ya no hay hombres en la luna en los próximos diez años, ya no hay androides metálicos ni minivestidos blancos ni monos siderales. Ahora es la dona politizada. Interesante.


Dicen que en Estados Unidos las damas de la política deben vestir bien, tener glamour y lucir moda americana. A Jacqueline Kennedy la funcionó su American Parisiense Style con Cassini y, Kate Spade ha acompañado a muchas primeras damas con sus perros y sus gatos (en pedrería y de gala). Quizás Hillary Clinton hubiese ganado las primarias y las generales si hubiese vestido de Rodarte. Femenina pero fuerte. No hace falta vestirse como un hombre para poder hacer lo mismo que hace un hombre. Las hermanas lo demuestran. Imponente tacón, resumido tono salmón, imponente rojo pasión y carnalidad, sexualidad, repulsión. Quizás a la señora Clinton le falló el traje. Eres lo que vistes. Quizás perdió por disfrazarse de lo que no era. Era mujer, se disfrazó de hombre. Y no era Juana de Arco ni era princesa de romance que sesga sus trenzas. Era una farsante. Una farsante en su ropa. Ya saben, estilo de vida.


Aunque creo -ferviente y tras un reposo para hacer frente al otoño invierno- que es una colección fantástica también coincido con que necesita tiempo para ser asimilada y la eliminación del show, el desquite de la mujer real. Real con R de Rodarte pero, real al fin y al cabo. Rodarte es una inyección de moda y fantasía en la aburrida -pero fascinante- Semana De La Moda Neoyorkina. Es toda una declaración de intenciones. Es marginal, conceptual y comercial. -Son los tiempos, queridos-. Aunque para disfrutar con una colección de verdad, no hace falta pensar, piensas en Yves Saint Laurent, piensas en Alexander -Lee- McQueen, piensas en John Galliano, piensas en Valentino, en Chanel, en Gaultier, en Lacroix, en Hermés y, sabes que no necesitas descansar de ellos y que, tampoco necesitas entenderlos. Quizás esa es la diferencia entre bueno y magistral. Esa es la diferencia entre mentira y verdad. Entre mujeres que queman, de fuego y magistrales infantas heladas. Y nada de hielo abrasador y fuego helado. O, quizás no…

14 comentarios:

Hummingbird dijo...

hola holly, de esta selección me los pondría todos, quizás menos el rojo sanguine y blanco. veo las posibidades múltiples que se abren a los pies de una colección así. buscaré el desfile al completo, no quiero perdermelo. interesante lo de hillary, se confió demasiado. muchos XX!

Angie dijo...

Brillante!! Me encanta leerte, me quedo impresionada. De esta colección alucino con esos zapatos con púas. Yo me los pondría! Y los vestidos, me quedo con el segundo que has puesto.
Besitos!!

Sr Q dijo...

Esta colección en un principio me causó espanto, luego me gustó, luego me daba asco y ahora me encanta. Es magistral, de diez, el gran problema es que no han terminado de ser alguien y yo paso de ser fan de nadie por un solo desfile que me guste. Hay que esperar a ver lo que hacen para el verano que viene y allí ya tendré una opinión. De momento el desfile me encanta (en especial el pase que lleva Marina Pérez, en rosa y blanco degradé).

Un beso .

Miss at la Playa dijo...

son increíbles, a mí me parece que tienen muchísimo talento. Son unos vestidos que enseguida reconoces, y además son muy originales, parece imposible que la tela se sostenga

Holly Golightly dijo...

Hummingbird. Yo me quedo con Obama. Un beso

Angie. Muchas gracias. Un beso

Señor Quinquillero. !He conseguido arrancarte a tí un beso? ;) Me alegro. Sabía que te iba a gustar Rodarte, lo sentía. Un beso

Miss At La Playa. Va a ser una maldad pero las puede pasar como a todos los que adelgazan y perderlo todo. Un beso

Richard dijo...

Rodarte me impactó. Me sorprende que de Ney York salga una colección de tan impecable diseño. Los zapatos son impresionantes y ni que decir de el vestido largo en rojo sangre, negro y blanco.
No conozco de modas pero sinceramente me alucinó.
Buscaré mas en la web sobre estas diseñadoras.
Besos

Holly Golightly dijo...

Archi. Creo que hay que darles tiempo. La colección es interesante y atractiva pero uno no puede vivir de una colección buena. Un beso querido.

Unknown dijo...

Impresionado por el blog. ¿Sabes?, por cuestiones de esta de la vida - trabajo, dinero...- tengo que buscar tendencias y aunque he sido algo aficionado a la moda -nunca para llegar al grado de nerd o friki- estoy coleccionando sabiduría. Tengo una carpeta que la llamo silabario, donde esta todo aquello que no es efervescencia sino poso y reflexión. Y tú, entre tantas winehouses, asiaticas escritoras de blogs (hay que ver cuantas asiaticas escritoras de blogs de modas hay) queen bees y wanabees, eres el segundo link de esa carpeta de sabiduría.

Holly Golightly dijo...

Odysseus The Ithacan. Muchas gracias. Es un placer. ¿Coleccionas sabiduría? Qué frase más magistral, encierra pureza en sí misma. Es algo inefable.

Me ha asaltado la vanidad, ¿cuál es el primer link? :) A mí lo de ser nerd me parece la estupidez en grado sumo, que si yo pago dinero por algo no es para parecer más feo, para que me resto luz o me opaque y, puede poner Prada, Marc Jacobs o Louis Vuitton que puede quedarse donde está.

No pago por una marca, pago por una creación. Puedo ir de Zara y puedo ir de Prada y puedo llevar una falda de cuando tenía diez años o un sharong que me trajeron de Oriente. Pago por talento, por genio y por ingenio. Y, pago por belleza. Todos quieren sentirse bien, magia, charme, je ne sais quois pero mejor. O, al menos, mejor que normalmente.

El café de Colombia y, las marcas con talento. A Ghesquiére se le puede quedar Carine Roitfeld y a los devaneos de Miuccia Prada nerd se los puede quedar cualquiera que esté dispuesto.

Un beso querido, te espero.

Ald0rad0 dijo...

Cariño: vuelvo a comentar.

Me gusta Rodarte. Creo que tienen agallas, originalidad y están decididas a no ser una marca de ropa mona y comercial como algunas marcas made in USA (ejemplo: Calvin Klein). Vi los modelos, vi los extremos y thierrymuglerescos zapatos de Christian Louboutin (nunca fui fan de Mugler pero esta combinación es edgy! me encanta) y creo que tienen madera para seguir. Probablemente su propuesta será destilada por el Diablo, pero seguirá teniendo fuerza y originalidad. Viva Rodarte.

Besos.

PD: ya estás en mis links, tus entradas son maravillosas

Unknown dijo...

http://cesartaibo.blogspot.com

Ese es el otro link :)

Holly Golightly dijo...

AldOradO. Muchas gracias.

Odysseus. Me pica la curiosidad. Gracias

Anónimo dijo...

Un acierto la frase de quevedo.Nunca pensé encontrar parte de mi pema favorito en un post de moda.
Simplemente genial

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Gracias. Total, ¿no busca la moda y la literatura el placer desinteresado? Un beso