lunes, junio 30, 2008

Christian Dior, El Delirio Y El Aplauso



La primera colección de Christian Dior en 1947 con la línea Corola salvó Francia, tras la Segunda Guerra Mundial, la nueva casa de modas francesa conquistó al mundo. A Monsieur Dior le llegaron cartas de amenaza de maridos de ardientes propietarias o soñadoras deseosas de la línea de Dior que le preguntaban cómo osaba encerrar a sus mujeres en jaulas de pájaros; el gobierno británico declaró inmoral y antipatriótico la imagen de Christian Dior pero el desastre ya había ocurrido. Carmel Snow había nombrado a la nueva imagen New Look y Estados Unidos y sus mujeres se lanzaron a la compra de las faldas con enagua y de las blusas que requerían corsé contra todo pronóstico, sea dicho. En la Casa Dior los compradores se agolpaban en las escaleras para ver esa nueva femineidad exagerada, ese busto armado, esa cadera prominente. Todos querían ver a la mujer.


Han pasado muchas modas y muchos años desde aquel día helado de 1947 que trajo el éxito con la ventisca glacial a la casa Christian Dior y que la situó no sólo en el epicentro del diseño sino como el emblema de Francia. Ahora, con Monsieur Christian Dior convertido en leyenda y bajo el amparo de un jardín tormentoso y romántico, la Casa Dior vuelve a alzarse. La mano que ostenta el poderoso báculo puede ser la de un conglomerado empresarial dedicado en parte a la contemporaneidad y en parte al negocio pero, la mano que traza la línea del vestido, que corrige caprichosa, que tacha, que grita, que clama y conquista al cielo con su trueno es la del febril y aclamado John Galliano. Ahora, con más de medio siglo de diferencia, en la Casa Dior siguen agolpándose los compradores en las escaleras y las ventas siguen creciendo aunque ya no hay damas con pañuelos de leopardo que otrora eran musas y, ya no hay Señora Evita Perón pero, ahora, hay estruendo, tormenta de flashes y estallido de aplausos. Nuevos tiempos en Dior, tiempos gloriosos. Monsieur Dior estaría orgulloso. O, quizás no. Pero, por lo menos, sabría que su mito viviente, el del derrochador de ingenio y de tela, el de icono, el de personaje sigue vivo en John Galliano. Vida y obra, muerte y gloria, Alta Costura. Dior por John Galliano.



Han vuelto las damas a Dior con aquella pomposidad de quien se atreve a presentarse en sociedad vestida de negro. Descaradas damas. Mujeres seguro. Avanza con paso firme por la mansión familiar haciendo vibrar a cada paso los compases vacíos de la tradición y lo respetable. No viste de luto, esa es una palabra desterrada pero tampoco es una de esas estúpidas chicas de sociedad. Quizás la prometan un futuro inspirador pero, ella prefiere el tumulto abrasador. Excesiva en el sobrio y austero negro, profundamente decadente. Una de esas malas mujeres que fuman, firman sentencias formando un anillo de humo mientras sujetan firmemente sus copas de champagne. O quizás sólo una máscara, un escudo. O solamente un pilar que se tambalea en la sociedad.


Aun en Dior surcan dos tipos de mujeres los armarios y los jardines de la firma. Las recatadas y las vilmente excesivas. Las primeras charlan afablemente en las sillas de forja blancas que se despliegan bajo la carpa de seda que, por la noche, trasparenta las estrellas. Las segundas son voraces femmes fatales. Abandonaron el jardín temprano, tras el almuerzo; porque las esperan en el Casino que, sinceramente, es más divertido. Estudio de la perversión por Dior.


Los tiempos cambian. Realmente cambian, hace un instante jugaba al 21 en el Casino, hace un segundo danzaba por la Sala de Baile y ahora, camina decidida imbuida por la contemporaneidad. La nueva femineidad es la vieja masculinidad, el dandismo. Recorre el andén a toda prisa y, en el último instante arroja el útero femenino de Freud, su bolso a las vías del tren poniendo el broche final, anunciando el preludio que deja el jarrón vacío, el fin o el principio.


Llega la dama de las tinieblas, la rabiosa pasión mortecina. ¿Quién dijo que la tentación vivía arriba y que vestía de rojo? Oda al negro, limpio y puro; cristalino. La nueva sensualidad. Ya ha visto de todo. Ya no hay nada más que añadir. Antes era caprichosa envuelta en lino blanco los domingos tomando el té temprano en el mantel de hilo en la vajilla floreada; ahora es lividinosa agazapada en la febril locura del compás loco y del tango bailando despreocupada. Ahora el negro ya no es el color de la oveja descarriada, es el color de la oveja rupturista.


Hay damas que visten en la noche de colores pastel; hay reinas que visten del color de las estrellas. Dicen que las joyas son barrocas, de mal gusto si son exageradas pero también cantan que los diamantes son los mejores amigos de la mujer. Hasta la reina de la sencillez cayó, doblegada, ante el poder innato de los diamantes queriendo cubrirlas de estrellas. Ahora a las tímidas damas dieciochescas que aun abrazan la tradición clamorosa y primorosamente doblando las servilletas las releva una horda de atractivas femmes fatales. Vampiresas. Mujeres…


La tradición dicta que el negro se reserva al luto pero ¿si ya ha vapuleado esta norma porqué no hacer lo mismo con el resto? Total, el blanco para las novias no fue siempre el color escogido de hecho, es demasiado reciente como para resultar indecente. ¿Entona la dama de negro el canto del cisne? Radiante.


Dice un realista ruso que tuvo el coraje de presentarse enfundada en negro; cuentan en los cuarenta que la vampiresa por excelencia hizo historia con su columna negra de raso; baila Scarlatta en su noche de luto con el galán alter ego escandalizando al baile y ella triunfa vestida de negro. Obviamente no cree en el príncipe azul pero, ¿y si su hombre vistiera de negro? Un dandy, probablemente. O, mejor, un burgués sin título pero con gran cantidad de … ¿talento? O de dinero.


El color de una noche sin luna impregna el espectacular vestido. La Señorita -irreverente y clamorosa- Madonna se indignó diciendo el porqué eran los tacones altos tan de su predilección aludiendo que la moda duraba más que el sexo. Afirmación irreverente. Dama irreverente. De hecho, nunca quiso ser dama. Pero no puede evitarlo; dama, radiante, precursora. Exultante. Una maravilla.


Irrespetuoso e irreverente John Galliano, el hombre capaz de doblar las ventas haciendo elogios al exceso. Dicen que el señor Arnault dice cuando alguien critica de forma sangrienta o, solamente, negativamente a Galliano que son unos estúpidos que no entienden su talento. De vez en cuando, hasta el señor Arnault es consciente de que él es el hombre del traje gris y que si ya Lucrecia Borgia puso límites a la creación financiada por su capital; él que es un hombre de negocios atrapado en el cuerpo de un purista y un tierno también puede. Le rogó clemencia a John Galliano: “comercialidad” en otras palabras que para delirios creativos, John Galliano ya tiene su costura y para voluptuosidades circenses y poco comerciales destinadas solo al escaparate, al aleteo de la mariposa ya tiene su propia marca. El taller de Galliano se mantiene bajo el aroma de los perfumes, bajo las riendas de los Gauchos y bajo el sonido de la caja registradora pero, la mente de Galliano, a pesar de ser poco comercial, consigue encandilar. Espectáculo, tentación, ventas. Otro delirio pero muy deseable.

20 comentarios:

JuliaFuentes dijo...

como siempre me sorprendes=)
Ahora el negro ya no es el color de la oveja descarriada, es el color de la oveja rupturista.(una de mis tantas favoritas=

D.Perfecta dijo...

Buen post!

eduardian_guy dijo...

sin palabras !

Holly Golightly dijo...

Juliafuentez. Muchas gracias. Un beso

D.Perfecta. Gracias. Un beso

Eduardian Guy. Un desfile abrasador. Especialmente siento predilección por el modelo negro, el último. Un beso

Sr Q dijo...

Está siendo muy listo, si la costura se vende tan bien como parece en los últimos años esta colección se la quitaran de las manos. No es efectista ni espectacular pero conquista. El único problema es que abusa de determinados cortes que ya hemos visto.

Un beso Holly.

Miss at la Playa dijo...

¿Cómo consigue siempre hacer colecciones tan fantásticas? Es increíble.

PD: Sí, conozco esos dos libros, el de "In Vogue" lo tengo, y me encanta. El de "Beauty in Vogue" no me lo he comprado porque no sé si merece la pena

Holly Golightly dijo...

Señor Quinquillero. Aunque no te lo creas, de un tiempo para acá me vengo mostrando menos fascinada por la pureza de líneas y la originalidad en pro de la belleza, del gusto estético. Al final, todos los diseñadores tienen cánones a los que vuelven e inspiraciones que revisan.

Galliano revisa Oriente pero moderado, las cejas altivas y la tez pálida y el corte del origami y el pliegue fruncido; revisa los años veinte con sus casquetes y collares largos, sus labios oscuros; revisa la Francia diociochesca con sus damas exageradas y excesivas envueltas en metros y metros de tela; suele revisar también el pasado de Ferré en la casa y sus colecciones pasadas, las propias, para dar una idea de continuidad a la inspiración y, siempre suele poner un guiño al futurismo, al universo paralelo envuelto en fru frú y al onirismo medieval de la armadura, el casco y Juana De Arco con una mujer femenina pero fuerte.

Aun así, me parece que Galliano es uno de los pocos diseñadores que, aun creando un espectáculo venden arte. Crea arte pero lo vende. Y, al final eso es lo que cuenta.

Eso sí, como alguien lleve mi vestido negro -le llamo "mi" porque lo será algún día- me le cargo. Un beso

Miss At La Playa. A mí el de Beauty in Vogue también me ha gustado. ;) Me parece original la idea de belleza entendida de otro modo pero no es tan efectista.

La colección me ha gustado, no toda ni es un desfile de diez pero tiene algunos pases impresionantes. Un beso

P.D. ¿Qué tal los regalos de cumpleaños?

Sr Q dijo...

Holly, es ese Galliano que en 2004 se sienta, medita y hace lo que demuestra hoy: espectáculo y comercialidad a partes iguales.

Holly Golightly dijo...

Señor Quinquillero. Es ese Galliano que vende, que arrasa y que proclama. ¿Es Galliano el Nuevo Napoleón de Francia? Juan Carlos Galliano.

Galliano dijo siempre que tiene a España en el corazón. Olé. O, eso es demasiado tópico. Es como cuando dice que es muy creativo y que Arnault le adora y que vende como nadie.

Que hay señoras que se ponen esos esperpentos suyos que son maravillosos pero que necesitan prospecto. Y es que ya no hay Isabellas Blow... Ya no hay damas y, ahora solo hay o estrellas o rusas.

Y Arnault le dice que venda... Un beso

alex dijo...

Galliano siempre es un espectáculo! Nunca deja indiferente a nadie, para bien o para mal. Yo soy otra fan del negro, una oveja rupturista jeje

Holly Golightly dijo...

Alex. ¿Os ha gustado lo de la oveja eh? (Risas) Es que a veces--- ¬¬ Un beso

Juan Ríos dijo...

Una coleccion refinada, pura y mas dior que nunca. Sigue estando la esencia de Galliano, el hombre de las 1000 inspiraciones, pero si tengo que poner una pega a tan magnífico desfile es la ausencia de teatralidad y majestuosidad que el Sr. Galliano nos ha brindado en pasadas colecciones. Me falto espectáculo, aunque el espectáculo mismo eran los diseños. Sin palabras, es el genio de la alta costura.

Un saludo, por cierto una crónica muy pasional y efusiva, es como si las fotos cobrasen vida con tus pálabras.

Holly Golightly dijo...

Yo, Douglas. Ese es uno de los cumplidos más bonitos que he oído nunca, muchas gracias.

Sinceramente, el desfile me parece que combina momentos de virtuosismo con los últimos pases y con los diseños a lo Marlene Dietrich que recuperan los clásicos Dior con momentos muy mediocres como esas gamas pasteles.

Aunque el traje espectacular es el que te conquista y, de esos hay muchos. Un beso

thesil dijo...

Galliano nos vuelve a hacer enloquecer de deseo una vez más. Esta nueva colección de Alta Costura me ha gustado más aun si cabe con respecto a anteriores, quizá porque la veo muy Galliano, muy Monsieur Dior y a la vez más ponible.

Holly Golightly dijo...

Thesil. Llevas razón. Un beso

Richard dijo...

Galliano jamás defrauda.
A las pruebas me remito.
Esta colección es una mas de tantas increibles.
Chapeau
XX

Holly Golightly dijo...

Archi. Una maravilla de desfile. Un beso

Irene O. dijo...

Me encanta! un Galliano diorísimo y moderno a la vez.

Muy buen blog.

Holly Golightly dijo...

Ire. Muchas gracias. Un beso

variopaint dijo...

Impresionante blog, no solamente por lás imágenes sino por la intención y el gusto del texto. Preparo unos cursos de teoría del diseño y tomaré material de aquí, si no existe inconveniente.

Gracias por adelantado; espero poder seguir disfrutando de estas sorpresas.

M.