miércoles, octubre 26, 2011

Newton, Vogue París Y Los Malditos 70


Madre del amor hermoso, !Helmut Newton!. Año 1976 para Vogue París.

Ahora que la exposición de YSL llega a Madrid, parece obligado hablar del trabajo de Newton en relación con el príncipe argelino. Los últimos años de YSL fueron años de decadencia, de colecciones cursis y algo ñoñas y de latas de cocacola y marginación a los nuevos creadores. Yves Saint Laurent, según dice Lagerfeld, fue una persona bien distinta de lo que el arquetipo del inconsciente colectivo nos ha hecho creer. Nada de una víctima. Y yo, yo, creo al kaiser. Saint Laurent tenía algo -mucho- de canalla. No solo por posar desnudo para su perfume -y fotografiado por Sieff- sino por el concepto que tenía de la moda.

Cuando la gente piensa en YSL, la primera imagen que viene automáticamente a la cabeza es la de una mujer elegante, probablemente con los labios rojos, el pelo repeinado para atrás y un ramo de flores frescas amén del chófer y la limusina que espera para que vaya a la Ópera. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Saint Laurent supo crear una mujer amazona y poderosa, elegante como ninguna, sin duda, sin embargo, esa no es su principal cualidad.

La Schiffer -cuando estaba rebotada con Lagerfeld- dijo que con Saint Laurent conoció la elegancia. Sin duda, no mentía. YSL supo hacer trajes de noche elegantes no, lo siguiente; trajes de día, deliciosos y trajes de tarde, fascinantes. Sin embargo, YSL fue un revolucionario, un rupturista. Un hombre que trató a la moda más allá de la belleza y que mantuvo un diálogo con todas las artes, creando con sus diseños una sinergia, un organismo multidisciplinar y holístico donde todo rezumaba armonía y poder.

Las prendas de Saint Laurent son poderosas. Tom Ford no ha hecho en su carrera otra cosa que explorar los mundos de YSL, además. ¿El porno chic? Amigo, eso lo inventó -a no ser que lo consideremos como algo de toda la historia de la humanidad- Newton. Y, además, con la ropa de Saint Laurent.

¿El poder?, ¿el decidir con quién irse a la cama e ir pidiendo guerra automáticamente con la ropa que llevas? Saint Laurent de nuevo. Por favor... metió a Veruschka en un desierto y la enfundó en una sahariana y luego sacó a Betty Catroux a la pista de baile para colocarse juntos y confeccionar sobre ella varias de las prendas que luego sacaría en su desfile. Saint Laurent se inventó a la burguesa aburrida que hacía de puta, a la dominatrix con camisas abiertas y blusas transparentes que dejaban el pecho al aire, se preguntó porqué los hombres no iban con el pene al aire si las mujeres mostraban sus senos, insufló la espiritualidad plástica de Mondrian a sus creaciones y se carcajeó de todos los que consideraban que la moda no era arte.

Para los demasiados remilgados que se relamían yendo de acá para allá sin ensuciarse las manos, Saint Laurent les soltó la bomba de la Rive Gauche, luego empezó a coleccionar arte y África inundó sus colecciones como había inundado antes el arte de las vanguardias y, especialmente, al cubismo. En Dior, lo puso todo patas arriba cuando apenas era un muchacho y triunfó -ocupando todas las portadas- con sus diseños que convertían a la mujer en un balandro, casi, casi en un trapecio... Cuando le tachaban de revolucionario y de querer que las mujeres volviesen a la guerra, al pasado, al racionamiento y le llamaban traidor y maltratador, él se refugiaba en Proust porque, al fin y al cabo, uno no está sino a la busca del tiempo perdido y, cuando alguien le decía algo que no le gustaba, bueno, Yves podía responder que él trabajaba para la belleza que se ama -aunque uno tenga que pagar un precio por dedicarse a un amor- y, ¿qué es más hermoso que la belleza?.

Saint Laurent era un hombre débil que hizo a las mujeres poderosas. Para dar sustancia a su universo de sedas melifluas en las que el satén se confunde con el tul y donde la frivolidad oculta -y entierra- toda trascendencia, Yves se ayudó de la mirada de Newton, el fotógrafo alemán que revolucionó el mundo de la fotografía de modas, que escupió a la cara de todos los convencionalismos y tópicos del género femenino, que recreó a valkirias que hacían la colada, a teutonas que corrían por los campos tras hacer el amor, a lesbianas que fumaban un cigarro en una calle llena de prostitutas, a asesinatos envueltos en diamantes vulgares que huelen a gasolina y corrupción bajo la sombra de Los Ángeles...

Newton logró dar cuerpo a la ropa de YSL. Bergé cuenta que cuando el argelino hizo su colección de  otoño invierno de 1963, Vogue Paris le dedicó la portada y seis páginas interiores. Porque era bella. Sin publicidad ni nada de eso, sin cheques ni presiones. Saint Laurent era un genio, sin más. Eso tan sencillo y tan complicado... Newton era otro grande. Cuando fotografiaba la atmósfera de Saint Laurent, Newton se desquitaba y también Yves. El desierto, las farolas de París, el Sena, Argelia, África, Alemania, el muro, un harén turco, la estepa rusa, los campos de trigo, los bosques, la nieve y el trineo, el sexo, el pecado, la pureza, la perversión, la dominación y el sometimiento, la grandeza, la vulgaridad y la elegancia. Y, sí, la belleza.

Está claro que ya no somos los mismos, ni los fotógrafos son Newton, ni los diseñadores son Saint Laurent ni Vogue París es el viejo Vogue. Y, sin embargo, es abrir Vogue París y ver remedos de Newton, es pasar un ojo crítico por las colecciones de los diseñadores y es ver a Saint Laurent. Y eso que no son los 70... !ay Yves! Qué hermoso era -¿es?- todo....

12 comentarios:

Pedro dijo...

interesantísimo artículo holly, ¿has ido a ver la expo?

3andahalf dijo...

OLÉ! vaya post! Genial!

Anónimo dijo...

Eres lo más grande en blogs de moda de España.

V.K

Anónimo dijo...

Y, además, se te hecha de menos cuando no escribes. Una semana es mucho tiempo.

variopaint dijo...

Bravo, Holly !!!!!!!!!!

bsssssssssssss

Anónimo dijo...

Eres la hostia. Yo, en España, no entiendo el mundo del periodismo de moda. Cojea por todas partes. Por todas partes. La Telva da asco, Vogue se queda floja casi siempre, Bazar es una pena y da risa, Elle es como para tirarse de un puente y etc etc etc... y luego, luego, tenemos este blog. Que es la puta hostia. Gran trabajo Holy.

Anónimo dijo...

Maravilloso Holly, tus post son únicos, es un placer poder leerte. Se nota que sientes pasión por lo que escribes y lo reflejas de una manera extraordinaria. No me cansaré jamás de leerte. un saludo de una seguidora fiel.

Holly Golightly dijo...

Pedro. Gracias. Aún no me he pasado. :) Un beso

3andahalf. Muchas gracias

V.K. Muchas gracias. Es cierto que una semana es demasiado tiempo pero casi es mejor que hablar por hablar. :) Un beso

Variopaint. Gracias

Anónimo 27-10. Muchas gracias.

Anónimo 28-10. Muchas gracias. Escribir es mejor si se leen cosas como este comentario.

Trapiello dijo...

La exposición genial!!!!

Holly Golightly dijo...

Trapiello. Un saludo

Anónimo dijo...

Hay gente que verdaderamente ha dicho algo en la moda, a otros los olvidaremos con el paso del tiempo. Los que nombras son de los primeros.

Holly Golightly dijo...

Maika. Completamente cierto. Un saludo