lunes, junio 02, 2008

Yves Saint Laurent, El Mito


Saint Laurent salvó Francia, hoy, Saint Laurent ha muerto. El Salvador de Dior, el creador del prêt a porter, el genio de la multiculturalidad, el creador artista, el rupturista, el último y; el maestro. El mundo está encogido por la muerte del genio, con razón, porque fue grande, fue historia; fue genio. Un mito…


Yves Saint Laurent vive en Argelia, en Orán, allí la vida le deparará un enorme talento y, como todo esbozo de ingenio, un gran castigo. Corren tiempos de juventud y cambio para Saint Laurent cuya sangre nueva corre por sus venas y la pasión por su mente. Aflora el alma del artista que bulle a cada paso, se resiente en cada febril restallar del látigo. El látigo de Yves Saint Laurent, el precio del talento, la otra cara del genio es; su homosexualidad. En Orán está intimidado; en su casa, en su propio hogar; en ese monumento fraterno y fértil de Saint Laurent, le inspiran para que se marche a París.


París, la ciudad de los sueños le depara a Yves Saint Laurent un lugar en el que soñar, crear, crecer y vivir. Ahora esa gran losa que es la homosexualidad para Yves en Argelia y que le enterraba en un tímido y perfecto Saint Laurent; se ha convertido sencillamente en una tendencia; en una forma de vida y nada más. Yves Saint Laurent es eso, Yves Saint Laurent. Sin etiquetas o, al menos, sin etiquetas de precio.


Es en París donde el genio se despliega. Joven, jovencísimo, gana un concurso de diseño y capta la atención del celebrado Christian Dior quien, le educa, le instruye y le llama hijo, haciéndole su sucesor. Prosaica muerte para tan fértil genio, estallido azucarado para una joven leyenda; misterioso final para Monsieur Dior. Que si un bombón dicen sus amigos, que si una raspa de sardina dicen otros más taimados; que si una gran comilona añaden otros festivos tocando de gracia la crónica negra, que si un manjar traiciona al genio o que, una delicia mata al creador de las delicias. Lo cierto es que Dior muere e Yves Saint Laurent se resigna y, con él, Francia.


Es la casa Dior, una leyenda con apenas diez años y con unas treinta colecciones. Es la maison Dior, la del antipatriótico y patriótico Christian Dior. Es el hogar de Dior, del yo de Christian Dior y del joven Yves Saint Laurent. Es, sencillamente Dior. La casa más importante de París con el permiso de Chanel que, tiembla ante la muerte del patrón, modisto y creador. Ahora, la casa queda en manos de un niño y, ya no hay herederos en Dior que compran y compran, ya no hay deliciosas anécdotas de vestidos de lana rosa sobre el temido gris imperial de un Dior señorial, ya no hay buen humor de Carmel Snow, ya no hay dictámenes que irrumpen con un osado “New Look”. Ahora solo hay Saint Laurent y nadie sabe si eso es bueno.


Es una fotografía que surca el mundo mostrando al genio lloroso, afligido y compungido apoyado en la pared, enlutado por Dior. Es otro retrato de Saint Laurent, del hombre en e que todos miran ahora pero, es el hombre que hay en el niño el que reacciona. Es la primera colección de YSL, es la primera colección de Dior sin Christian Dior y, es otra primera vez para Dior pero sin lirios ni peonías. Ya no hay estrellas del celuloide y ya no hay mimos de Dior.


Un titular guarda el futuro de la casa, del creador. Un artículo puede condenar o “resucitar” a Dior, una imagen, un arroyo de aplausos o un silencio serán los signos, las señales, los antojos del público, de público que vive, respira, que crea, en realidad, la casa Dior. Y, entonces, tras la salida del último maniquí, el milagro, seamos sinceros, el reconocimiento del genio. Yves Saint Laurent salva Francia. Se cierra el telón de terciopelo rojo e Yves Saint Laurent se convierte en un mito.


Pasan buenos años para Yves Saint Laurent en Dior. Él es alabado, revisa y reinventa, crea y honra, enamora y convence y toca el éxito. De hecho, éxito es sinónimo de Yves Saint Laurent en estos años. Yves Saint Laurent es Dior y, París es Dior y, Francia es Saint Laurent. Pero, como diría Lagerfeld, el látigo azota al genio. Son los años del servicio militar para Yves Saint Laurent, obligado sale y abandona su amado París para trasladarse del satén rojo y del mohair rosa o del gris piedra al verde camuflaje y, Dior promete esperar.


Saint Laurent llega al servicio militar como un tímido genio ya consagrado. Pero allí, lejos del Todo París, la pasión y el bullir de la sangre y de la creación, es resumido por una sinfonía sorda de estrés, tensión, depresión y crisis. Yves Saint Laurent tiene que abandonar el servicio militar, lo hace acompañado de Pierre Bergé y con un trauma como compañero de fatiga. La cara oculta del genio, la sombra que recorre el aura del genio. Lo importante de esta época es el encanto y el delirio del frágil mito y, es la época en la que surge y encuentra el apoyo del que será su alter ego Bergé y, una novedad de Dior. Ya no hay Yves Saint Laurent para Dior, ahora hay Marc Bohan para Dior y un silencio por parte de la maison francesa.



Mientras el sueño de Yves Saint Laurent es reparado por calmantes, sus desvelos aumentan. La Casa Dior ha repudiado a Yves, en Dior aún le quieren pero no le han esperado. Una demanda, una indemnización millonaria y Bergé. El suceso de Dior, el caso Dior, la maldición del sucesor queda inaugurada por Yves Saint Laurent. El mal trago amargo de la vida que se revelaría dulce y delicioso dando lugar a Yves Saint Laurent.


Yves Saint Laurent nace como entidad propia. Se crea el alter ego del creador. Yves Saint Laurent entra en el mundo de la moda como una nueva marca que une arte, maestría y rupturismo con un toque tradicional del savoir faire francés dedicado al lujo erótico y a la sensual tentativa libidinosa del consumismo y el hedonismo puro. Eso es Yves Saint Laurent, todo ello y Pierre Bergé.


Yves Saint Laurent crea el pret a porter, dicen. En realidad no es exacta la afirmación puesto que no es el primero en crear el concepto pero sí lo es en entenderlo. Pronto el creador afrancesado, el francés de alma, triunfa. Sus creaciones son frescas, elegantes, femeninas, sensuales y exóticas. Las damas de Saint Laurent son francesas, tienen el punto cruel del sadismo feroz y, al mismo tiempo son deliciosamente clásicas. Son bellezas, altivas y tienen una sensualidad mágica y elevada. Nace el estilo Yves Saint Laurent.


Yves Saint Laurent tortura al hombre y alaba a la mujer. Les exige, taimado, el pantalón, el corte elegante del smoking y la señorial sofisticación de la blusa transparente que deja al descubierto el traicionero escote ahora signo de la casa Yves Saint Laurent. Saint Laurent se deja seducir por la femineidad ampulosa de la masculinidad soberbia. Ahora ella es altiva, poderosa y con actitud. Estilo de vida.


Tras crear una insignia de marca, ese aire extremadamente femenino pero sumergido en un cuidado aire masculino. La mujer de Saint Laurent no es andrógina, es bella, femenina una cariátide helénica envuelta en el humo de un cigarro con una blusa de organza desvelando el turgente pecho, una chaqueta de sobrio terciopelo sobre sus casi desnudos hombros de esqueleto locuaz y un recto pantalón de corte masculino sobre sus delgadas y torneadas piernas que se eleva sobre unos interminables tacones. El savoir faire tras el que Yves Saint Laurent destella.



Yves Saint Laurent se convierte en visionario y estrella. El estallido de Yves Saint Laurent se produce en los años de la Rive Gauche. ¿Intelectuales de negro? El estallido del hombre. Saint Laurent abre su consagrada boutique de la Rive Gauche con la mítica sahariana a la entrada brillante que el rupturismo sella. Y llegan los setenta y aún queda el elitismo plural del los sesenta.


Es el final del díscolo movimiento tye dye, son los años de la multiculturaliad, de la brillantez étnica, de la bocanada de LSD, del Summer Of Love, de la fraternidad, de la droga del estallido de la psicodelia, del movimiento hippie de Woodstock y del inicio del empequeñecimiento del mundo. Se popularizan los viajes en avión, se hace más popular la moda de segunda mano con la premisa de “no significa de segunda calidad” y el toque étnico, el propietarismo de la cultural local y el enaltecimiento de lo propio y el poder de lo ajeno. Años de los críticos de a (alta-media-baja) burguesía que luego serán poderosas glamoamazonas de los ochenta y estresados agentes de bolsa. Ellos son los que coquetean con Biba y que luego se cerrarán el botón de su americana Armani y, es de ellos de los que Yves Saint Laurent obtiene su inspiración.


Saint Laurent descubrió al mundo entero el Folk y el movimiento libre de la etnia global. Vistio al mundo con una sensual lazada de gasa, lo tapizó de colores sacados de la brillante, decadente y ampulosa Rusia, lo decoró cual ídolo sagrado cargado de motivos paganos africanos dando al mundo a la sensual top model y su sahariana en el desierto y lo condenó con la sutil arrogancia, la lejana y prohibida belleza de su Oriente natal encerrado en la burbuja sacra de la tendencia, en el nuevo hacer de Yves Saint Laurent, en el nuevo mundo. Un libertario como diría Bergé.


Era un genio tímido, sensible y genial. Extremadamente sensible a las críticas llegó a cerrar su casa de Costura tras una serie de malas críticas a su look Años Cuarenta, pero luego volvió con la fuerza de un torrente abrasador posando completamente desnudo Pour Homme, en los setenta y siendo un rupturista y un innovador. ¿Tom Ford desnudo? A quién le importa, si Saint Laurent se desnudó por la moda y contribuyó a la revolución sexual con su oda a la desnudez femenina.


En 1976 Pierre Bergé lo deja solo en el mundo. Saint Laurent es demasiado inestable, es un rey, un príncipe y un mito pero, también es hombre y Bergé no es capaz de dedicarse al genio por completo. Continua siendo su alter ego en la moda, en los negocios; siendo el alma racional del genio irracional pero, jamás será su amante. Es coronado por Time, Dior también presidió la publicación, como el Rey de la moda después de ser llamado por Dior, su príncipe. Es el primero en exhibir su arte en un museo, el Met y en ser aplaudido en vida y alabado como genio y artista y, no solo como modisto.


Un traje es un vestido; un diseño es otra cosa. Son los años en los que Saint Laurent se encierra en Marraquech para diseñar sus creaciones siendo uno de los pocos modistos cuyo fantasma sigue diseñando -y dibujando- pese al pasar de los años. Llega su pasión por el arte con el célebre Mondrian, las pasiones carnales con Braque, el innovador cubismo de Picasso y el comercial Warhol. Saint Laurent se entrega al arte y, el arte se le entrega a Saint Laurent.


Pero Yves Saint Laurent es mucho más. Saint Laurent es color, es estallido sin preocupaciones. Es rosa y naranja, rosa y rojo, es violeta y verde, rojo y verde y marrón y dorado. Es África, es Asia y es exhuberancia elegante. Es como diría Claudia Schiffer “el hombre que me descubrió la elegancia”. Amén. Pero Yves es también desnudo, es genio reconocido -uno de los pocos- y es hombre del color. Modelos negras, ahora el hombre estará con Katoucha, diosa de ébano auténtica que murió ahogada hace unos meses y, desnudez sexuada. Yves Saint Laurent dio el poder a la mujer en el mundo de la moda justo después de que Chanel le diera la libertad. Es estrella, dos corazones y un pedazo de madera. Es el hombre que se enterró con su costura. Es maestro.


Yves Saint Laurent decide liberarse de su vida con la moda como diseñador en el nuevo milenio. Es el año dos mil dos cuando el genio se despide en una retirada mítica, rodeado de musas, arriba y perviviendo en el éxito. Y dice en su despedida que “Solo lamenta no haber inventado el vaquero”. Después de él llegaron otros a su firma, no merecen comentarse. No hay monumento en Francia sin Yves Saint Laurent porque su marca era él, sólo él, sólo Saint Laurent. No hay Saint Laurent sin Yves Saint Laurent; solo hay una marca con un logo.


Yves Saint Laurent se ha ido. En realidad, se ha ido el hombre pero queda el genio. Yves Saint Laurent dijo que “el mejor traje para una mujer eran los brazos de un hombre que la ama y, si no lo tiene, un traje suyo” Con su despedida dejó al mundo viudo, ahora, le deja resentido. Personalmente, se ha acabado de construir un mito viviente. El fantasma queda, el alma y el cuerpo antaño fusionados se han distanciado. El genio va a descansar, de una vez, en Marruecos. En su jardín. Para mí, Monsieur Saint Laurent no ha muerto, simplemente ya no es cuerpo. Ahora queda el alma. Yves Saint Laurent, leyenda, príncipe, mito. Es un revolucionario, una figura, una leyenda y un intocable. Amén. Una estrella, él; dos corazones, Bergé y él y un trozo de madera, quizás Christian Dior. Adiós. Fue, Es, Será. Apoteósico final. Un fausto.

33 comentarios:

Richard dijo...

Dear Holly:
Que placer descubrir este personaje maravilloso por medio de tus palabras.
Toda una maravilla realmente.
Te felicito por tu claridad y por lo bien que sabés contar las cosas.
Por eso, en mi blog de viajes te espera un premio
Besos
Richard

Sr Q dijo...

Sabía que al final ponías algo, esta noticia parece que estaba reservada para tu blog. Te ha quedado un post precioso y muy trabajado. Un beso Holly.

Holly Golightly dijo...

Archi. Gracias. Ahora mismo voy. ;) Un beso

Señor Quinquillero. YSl se lo merece, un genio. Pero es lo último que digo en dos meses, lo siento Monsieur Yves, pero lo entenderá. Un besazo y muchas gracias.

Miss at la Playa dijo...

El mejor post que he visto de homenaje a Yves, y eso que está prácticamente en todos los blogs.

me habría encantado conocerle

Holly Golightly dijo...

Miss At La Playa. Muchísimas gracias, y, además no te imaginas lo que valoro tu opinión. Un beso

eduardian_guy dijo...

El Duelo en la moda debe se grande, uno de los últimos grandes de la moda, un mito, una leyenda y un artista.
Su GRAN legado heredado al mundo y la cultura.
La mujer y la moda del siglo veinte se puede dividir antes y después de Yves Saint Laurent.

Irene (capuccinobar) dijo...

se merece un post de esta categoría.
felicidades, te ha quedado precioso.
lo recordaremos como tu dices, como un mito, una leyenda, un genio.
un beso holly.

Holly Golightly dijo...

Eduardian Guy. Muere el hombre pero perdura el mito. Un beso

Capuccino Bar. Muchas gracias. Un beso

populo dijo...

Maravilloso blog!

Anónimo dijo...

Precioso post
Yo me enteré a las 2am e inmediatamente corrí a postear.
Yves Saint Laurent fue, es y será. Amén. Casualmente también tengo esa frase como título (y no me he copiado, eh?). Pero es que es así. Se va otro genio pero queda su legado.
Un beso.
Jesúz

Carie Mercier dijo...

Gracias Holly por este precioso homenaje a Yves Saint Laurent. Uno de los grandes que nos ha dejado como tú comentas pero su espíritu, su rico legado, su estilo, perdurarán para siempre.
Un beso

Lady Lala dijo...

me ha encantando tu post,yo estoy un poquito triste por la perdida, que genio!!! que maestro!!! que mito!!!

Holly Golightly dijo...

Dina19. Gracias

Jesúz. Es que es el único título posible. Un beso

Carei mercier. Gracias. YSL continúa. Un beso

Lady Lala. Me alegro

Anónimo dijo...

Muere el genio, empieza la leyenda. Un placer leerte, como siempre. Saludos!

Laia dijo...

Este era tu post. Gracias Holly. un beso.

alterego dijo...

Una auténtica pena. Todavía estoy en shock. Gran post, Holly. Saludos.

Holly Golightly dijo...

Lectora. Muchas gracias, muere el hombre pero no el genio. Un beso

Aka Scrunchie Girl. Muchas gracias. De verdad, un beso.

Alterego. Gracias. El consuelo es el del genio. Un beso

Dave Aiman dijo...

creo que es una de las mayores perdidas que podriamos tener...

La Moda se viste de negro...

Un beso chicoloso

Holly Golightly dijo...

Undersound. La moda se viste de luto. Un beso

Diana Coronado dijo...

Muy completo tu reportaje jeje.

Holly Golightly dijo...

Diana Coronado. Gracias. Un beso

Lucio dijo...

Qué pena, verdad!?

gea dijo...

Dios mio, me he emocionado leyendo tu post.

Holly Golightly dijo...

Lucia. Una tragedia, pero ahora todo son advenedizos. Un beso

Ad-fashion. Muchas gracias pero, es mejor que te emociones por el genio. Decir eso, aunque es un precioso halado es como emocionarse por ver el marco de la Primavera en vez de la obra. Un beso

Marisa Morea dijo...

Adoro tu blog. Se aprende muchísimo en él. Te he parafraseado en el mío para hablar de YSL y he hecho referencia a tu blog después. Espero que no te importe, porque creo que nadie explica estas cosas mejor que tú.

Un saludo!

Holly Golightly dijo...

Marisa Morea. No me importa, es un placer. Un beso

Anónimo dijo...

YVES, ora pro nobis
SAINT,ora pro nobis
LAURENT, ora pro nobis

Holly Golightly dijo...

El Cerebrillo. YSL, un dios. Ora por nosotros. Un beso

Chloé Van Paris dijo...

Holly, this is the best post on YSL that i have read.
You found very moving pictures.

Hummingbird dijo...

holly has escrito un precioso tributo, al hombre y al genio. muchas gracias por este post. xx!

Anónimo dijo...

Yves Saint Laurent dio el poder a la mujer en el mundo de la moda justo después de que Chanel le diera la libertad.
Me encanto!!!

Holly Golightly dijo...

Chloe Van Paris. Thank you. It´s a pleasure. In my opinion, pictures have to speak at the same time of words. A kiss

Hummingird. Muchas gracias. Un beso

Anónimo. Una gran sentencia la de Bergé. Un beso

Anónimo dijo...

Bellas, muy bellas tus palabras, las merecidas para un hombre de su estatura.