La Sencillez

Pocos, o más bien ninguno, han logrado entender éste concepto. Muchos confunden la sencillez con el sport, un término demasiado anglosajón como para desglosarlo y demasiado arraigado en una sociedad sin raíces como para entenderlo. La sencillez puede traducirse en el uniforme de falda negra y blusa blanca o en el básico del Petite Robe Noire de Chanel, aunque esto sea más bien un básico que una combinación sencilla ya que, puede ser todo lo opulenta que se quiera. ¿Qué es la sencillez? El menos es más. El quitar en ved de añadir y el restar en lugar de sumar.

Aunque muchos creen que la elegancia es la sencillez, la mayor parte de los casos no lo es. La mayoría de personas elegantes derrochan opulencia y la mayoría de prendas sencillas de los desfiles son mucho más decadentes y nostálgicas que cualquier vestido de noche. La sencillez es como la elegancia, una actitud. Personalmente, no me convence pero creo que es un fenómeno admirable. Si tuviese que citar a un genio, al maestro de todos nosotros (aunque ahora con el fenómeno egolog haya que decir que sólo de algunos de nosotros), sería Balenciaga. Él, el maestro, el hombre de negro tan sencillo que era austero.

Balenciaga nunca fue sencillo, era austero. De hecho cualquier creación suya por simple o sencilla que fuese desprendía lujo. Un vestido negro no era un vestido negro porque todos sabían que era obra del maestro pero todo en Balenciaga era austero, hasta el propio Balenciaga que, era callado, tímido, introvertido, altivo y sereno. La sencillez es el gusto por el detalle pero sin caer en las redes de la obsesión ni el hecho de enseñar, a golpe de logo, el prestigio a cada paso.

Dice mi madre que la sencillez no se aprende, que la sencillez es ser elegante con un vaquero y con una camiseta blanca. Yo no lo creo. La sencillez se puede conjugar con un sobrio vestido de gala o con cualquier prenda. La sencillez es un regalo, la opulencia un placer. ¿Aunque hay algo en moda realmente sencillo? No. Es la respuesta. De todas formas como diría Balenciaga, “Ante la duda, menos”.