Dior, Voraz Costura

Un desfile magistral para un genio como Galliano pero imperfecto. La dualidad de Galliano roza el pluralismo y el auto plagio para un artista soberbio, el desfile e impecable. Genial forma, magistral paleta de colores, bella estampación, original inspiración pero le falta alma. Los medios hablan de Klimt como inspiración, de una lejana Reina de Saba quizás y de las delicias lujosas del oriente de Salomé pero, Galliano está auto explorándose y haciendo un viaje por sus pasiones, Asia: Oriente e India; Europa y América. Un Galliano erótico, carnal, contenido, excesivo, radical, repetitivo y voraz.

El desfile de Alta Costura de Dior comenzó con una serie de pases en verde lima con toques pistacho. El primero de los diseños que salió a desfilar lucía ostentosos bordados geométricos y con matices florales a lo largo del cuerpo de la chaqueta, las mangas lucían cortes y pliegues que creaban la ilusión de falsas mangas y, el diseño estaba complementado con una falda tubo a la rodilla con costuras laterales y con adorno vertical. Como complementos, unos guantes ceñidos de satén verde, sandalias futuristas con plataforma y con tiras con volumen y, un sombrero que recuerda a los diseños de los años 50s.

El volumen y la forma ha sido una parte fundamental de la colección de Galliano para ésta primavera verano. Este diseño luce una falsa capa con botonadura a la altura del pecho y una vasta decoración con bellas flores aplicadas. La americana, con cortes simétricos a la altura de la cadera llevaba manga francesa, característica de los diseños Dior de los años dorados de la maison; está combinada con una falda ajustada con la parte de la cadera decorada. Como complementos, unas sandalias con plataforma.

El amarillo limón es otro de los tonos que más importancia ha adquirido en la primera parte de la colección. Un cuerpo con frunces en el pecho, escote muy cerrado con los hombros marcados y la cintura con volumen está combinado con una falda voluminosa con capas de volumen a ambos lados de la cadera, el corte tubo de la falda lleva aplicaciones, como si de la falda surgieran aquellos jardines normandos de Dior, con relieves tanto en tonos mostaza como en amarillo brillante. Como complementos, unos grandes pendientes, unos guantes con volumen y sandalias de corte futurista. El look recuerda a aquellas mujeres de los 50s con sus pulcros delantales desprendibles y sus moños despóticos.

Un diseño de cóctel con el bajo drapeado crea la ilusión de una flor a punto de florecer en tonos amarillos algo apagados con una pátina brillante. El diseño luce el cuerpo decorado con aplicaciones esmaltadas en los tonos del arco iris con pliegues a la altura de la cintura. Los bordados continúan hasta la parte superior de la falda que, recuerda las imágenes de la línea Corola pero, ésta vez, hecha explotar. Como accesorios, unas sandalias de color amarillo con aplicaciones doradas y maquillaje teatral.

Las geishas de Galliano también aparecieron en la colección, en la imagen, un diseño en tonos oro con tornasolado azafrán. El diseño luce una estrecha falda que culmina con un pequeño corte evasé a la altura del tobillo casi de línea sirena con abertura en la parte trasera. El diseño luce la cintura oculta bajo un gran lazo que recuerda a las originales construcciones del antiguo origami y está rematado con aplicaciones de color negro brillantes con costuras vistas y decoradas. Como complementos, el diseño luce la espalda drapeada para añadir volumen a la silueta y un escote triangular casi a pico que culmina con el pecho fruncido.

Un diseño amarillo con volumen en el bajo lleva grandes pliegues y frunces a la altura del tobillo aplicando el volumen como lo hiciera Balenciaga antaño. El diseño que concluye con una espectacular capa estampada con aplicaciones doradas y decorada con cuentas rosas de inspiración geométrica luce un lazo voluminoso en el busto. Como complementos, sandalias futuristas y guantes largos y de colores brillantes.

Galliano culmina su desfile de tonos anaranjados y brillantes combinado con una falda ceñida con pliegues con volumen en el bajo. La falda, muy ajustada, está decorada con cuentas formando detalles geométricos en tonos verdes, ilusiones marinas y, aplicaciones de color sangre. La casaca japonesa de Galliano está hecha explotar de color, recuerda en belleza y fuerza a los tonos de los sharis hindúes. El diseño lleva un gran lazo creando la ilusión del cuello, volumen en el bajo y amplias cintas de color naranja subido. Como complementos, un look años ochenta, el cabello cardado al extremo; ceñidos guantes y aplicaciones exuberantes.

Una de las inspiraciones del desfile ha sido Klimt, éste es uno de los diseños en los que la inspiración es clara. Corte recto muy de los años de la Belle Epoque, la simplicidad fastuosa del impresionismo colorista y la fuerza y pasión del rojo. Un diseño de corte recto, minimalista, con la cintura difuminada luce la pechera adornada con listas geométricas en tonos oro, cobre y bronce con aplicaciones brillantes dispuestas por franjas. El abrigo, que recuerda también a aquella capa de Worth que llevó Josefina pero reinventada, luce manga tres cuartos y está combinado con guantes ceñidos de cuero oro, pendientes art decó dorados y un bajo vestido confeccionado en tela pesada.

Un impresionante diseño que recuerda a una flor de loto hecha explotar en sangre. El diseño que luce un fajín dorado a lo largo del pecho concluye con un despliegue de tela en satén rojo sangre con un volumen a la altura de la rodilla con aplicaciones de cuentas en tonos nacarados con una cinta de color oro. Como complementos, una pechera con flores bordadas en tonos púrpura y una gran capa en la espalda que concluye con una amplia cola ancha con volumen.

Los mundos paralelos, más futuristas y más extremos, son una constante en las creaciones de Galliano. Una Juana De Arco victoriosa y moderna luce un impresionante diseño confeccionado en serpiente y está combinado con un vestido de escote corazón que cae con un gran volumen a modo de lazo sobre la cadera y la cintura dejando ver una falda tubo a la altura de la rodilla muy ceñida con aplicaciones de cuentas en tonos marrones, rojizos y casi púrpuras. Como complementos, guantes de pitón, sandalias futuristas y un tocado cósmico casi androide. Un look que recuerda, con el exceso de Galliano, al look de Balenciaga de la primavera pasada.

A Galliano le encanta mirar al futuro, por todos es sabido, pero es ésta la primera vez que sus delirios futuristas le llevan a idear una Juana De Arco cortesana que se deja seducir por los delirios de la moda y de Galliano. El diseño que lleva el busto brocado y estampado con aplicaciones que recuerdan a la textura de la piel de reptil está complementado con un cruce, que podría ser un cruce de espadas. Además, el vestido concluye con una impresionante capa en un tono rojo con destellos marrones. El diseño está accesorizado con sandalias futuristas y accesorios metálicos.

Galliano acostumbra a dejarse seducir por la algarabía festiva de los 50s casi futuristas. En éste caso, el diseño está recogido formando una flor con detalles en tonos naranjas, marrones y dorados. El vestido luce un escote corazón marcado combinado con gran volumen en la cadera que sale desde la cintura y que culmina con el bajo ceñido a la altura de las rodillas. Como complementos luce unas sandalias futuristas combinadas con grandes aros turquesas brillantes y, una gran pamela metálica de color oro con detalles naranjas.

El azul da paso al morado, casi púrpura brillante con reflejos tornasolados a lo largo del abullonado diseño. El vestido que luce escote palabra de honor lleva detalles aplicados en oro y bordados con motivos florales en el cuerpo con volumen. Como complementos, unas sandalias en tonos morados con aplicaciones en oro y una gran pamela con volumen y con relieves en oro.

Tonos púrpura casi papales combinados con aplicaciones espirales y geométricas en oro dispuestas a lo largo del diseño. El vestido cortado a la altura de la rodilla lleva grandes volúmenes en el bajo y, luce una apertura central dividiendo en dos el diseño. El torso del desfile está decorado con espirales en el escote y, luce tirantes brocados. Como accesorios, grandes pendientes dorados y un gran sombrero de plumas púrpura.

Un gran diseño en tonos púrpura con el escote palabra de honor y con grandes dosis de volumen a lo largo del diseño. El vestido que luce una capa de tela brillante adornando la espalda concluye creando una flor en flor, hecha explotar de color, bella y exótica. El bajo del diseño está decorado con grandes aplicaciones de colores brillantes y complementada con guantes de ante mates en púrpura y sandalias fucsia mate combinadas con grandes pendientes en morado oscuro.

Quizás el más espectacular de los diseños sea éste, un vestido completamente cerrado, casi austero, sin escote, que recuerda a aquellos trajes de damas piadosas del siglo XIX. Una falda de color morado con destellos rosas con corte sirena a la altura de la pasarela combinada con sandalias púrpura y combinada con una casaca geométrica con bolsillos con volumen y decorada con cientos de lágrimas brillantes de color púrpura y morado brillantes. Como complementos, guantes plisados de color púrpura con grandes pendientes morados y complementado con una pamela metálica brillante.

Para cerrar el desfile un Galliano siempre altivo, siempre sugerente que parece sacado del mundo irreal, del delirio surrealista de una mente privilegiada o enferma. En ésta ocasión, de riguroso color negro y acicalado con una flor dorada y una perla furtiva en el rostro. El genio, pasión e ingenio, detrás del desfile y delirio de costura de Dior se vuelve a mostrar excesivo, se sumerge en un mundo místico y plural en el que el japonismo, el arte, la comercialidad, la innovación, la repetición y la fama se dan la mano. Un desfile muy bello pero que explora mundos ya conocidos por galliano, el aire metálico de los tocados egipcios, el mundo de los trajes de samurai y geishas, las fantasías metálicas y futuristas de las Juana de Arco, las mujeres de los 50s, el pasado de Dior, las formas y el delirio noctámbulo de un jardín en flor. Un Galliano genial, impactante y soberbio pero, ¿No es un genio Galliano? Si lo es, éste desfile soberbio le falta el genio de Galliano, le falta la chispa. Será por eso el atuendo negro de Galliano.