El desfile de Lacroix ha sido sublime, a pesar de que la comercialidad vuelva a caer en las redes del genio del color vendiéndose al negro. El enfant terrible, el hombre del mundo del espectáculo, la marca exquisita y excesiva aún tiene sus licencias. Lacroix es una firma de culto, un espectáculo donde el mal gusto comparte lugar con lo más sofisticado del chic francés y con el pasado vigoroso del decadente Versalles o de la regia y austera o festiva España. Lacroix es diferente, no es hombre de musas, si no de inspiraciones; no es hombre de amores, es hombre de pasiones. Lacroix es otro de los genios, hornada de talentos, pasión de pasiones. Lacroix es lujuria y carnalidad pero femenina, comedida y educada. Lacroix es mundo convexo, Alfombra Roja y elegancia.
Lacroix explora la paleta de colores como ningún otro, el azul pavo apagado combinado con bordados en tonos negros con motivos florales es el tono y el adorno del éste diseño de tarde de Lacroix. Un abrigo con amplio escote en V y con las hombreras marcadas concluye con el bajo decorado en tonos nácar con detalles azules y complementado con medias en degradé de tonos rosas, zapatos de plataforma en tela bicolor con pulsera al tobillo y combinado con un tocado de flores en tonos cálidos con una gran lazada en negro.
Un forreaux negro brocado con mangas con volumen a la altura del codo luce un adorno en la cadera que crea la ilusión de una pala fluida sobre el diseño. El escote está abierto con decoro y cerrado con broches art decó. Como complementos, aparte del toque de color de las medias azules de Lacroix, un elegante ridículo, cómico y divertido, para completar el look. El tocado, en ésta ocasión, es de color azul y también luce tonos negros.
Un impecable diseño de color negro remata la colección de Lacroix. En concreto, me recuerda a aquel vestido negro que el genio Balenciaga confeccionaba con sus propias manos cada temporada. Éste diseño luce una falda acampanada con tablas con volumen y cubierta con una cubrefalda de encaje adornado con piedras. Un fajín de raso brillante yace casi oculto bajo un bolero con mangas con volumen y cerrado por una flor de jade en el escote. Como complementos, un tocado en negro y medias fucsias.
Muchos condenaron el traje pantalón para la costura, Lacroix nos muestra que ninguna prenda es condenable. Un impecable pantalón de color crema de talle alto y de corte ligeramente masculino está combinado con una blusa de encaje que cae hasta la cadera con puños visibles. Como complementos, una torera de terciopelo profusamente bordada y los complementos siempre estridentes de Lacroix.
Un diseño que recuerda al Lacroix de sus inicios. Un vestido a la rodilla con amplio escote decorado con flores aplicadas y con las mangas de pernil típicas de las goyescas combinado con un cinturón con gemas en color oro y complementado con una falda con vuelo en tonos crema y una cubre falda de encaje y tul. Como complementos, medias azuladas de color pastel y un tocado floral excéntrico con el sello de Lacroix.
Esto es exceso diría Lacroix. Ni Versace ni Cavalli, ni D&G. París puede tener tan mal gusto como para convertirlo en buen gusto. ¿Quién dijo que la piel no era válida para el verano?, Y, ¿Si podemos añadir plumas y gasas? Un vestido de corte recto con franjas sin volumen de gasa a la altura de la rodlla combinado con una limosnera de cuentas en tonos dorados y con un tocado plano con reminiscencias a los cannotiers que Chanel confeccionaba. El Lacroix alocado.
El negro se va haciendo un hueco en las colecciones del diseñador del color, del genio del arco iris. En éste caso, un peto brocado con hilo de plata y adornado con un lazo en tonos azules está complementado con una falda tulipa cortada a la altura de la rodilla y decorada con cuentas brillantes. Como cúlmen, mangas abullonadas con encaje y listas brillantes y, como complementos, tocado y collar de pétalos en tonos nacarados.
El rosa pastel y chillón al mismo tiempo es uno de los tonos estrella de Lacroix ya desde sus inicios cuando el por entonces joven creador confeccionaba vestidos festivos y exquisitos para el mundo del espectáculo. El diseño confeccionado en gasa y en chifón luce escote corazón y falsas mangas con volumen de seda. El bajo del diseño está decorado en tonos oros y deja ver una lista transparente. Como complementos, detalles en rosa y blanco y zapatos bicolores brillantes.
Amarillo limón sacado del Versalles excesivo de Maria Antonieta y combinado con plumas de faisán en negro y en amarillo. El escote decorado con pétalos de nácar luce hombreras excesivas y, volumen desde la cintura donde, un cinturón separa el torso trabajado y plisado de la falda vaporosa y etérea con un bello trampantojo de encaje. Como complementos, tocados de encaje y pétalos de flor hechos estallar de color.
Un diseño en rojo que recuerda las pasiones de España que Lacroix siempre retoma como inspiración. Escote pronunciado, hombros descubiertos, volantes y frunces a la altura de la cadera y capas de gasa y seda. Como complementos, un tocado en negro y rojo con pétalos, flores y cintas de terciopelo, pendientes españoles de color oro y zapatos bicolores de raso brillante.
Un diseño azul pavo confeccionado con grandes dosis de volumen. El diseño lleva un generoso escote frenado por capas de gasa formado volantes con volumen, tirantes anchos que descubren la nueva zona erógena, la espalda, y volumen a lo largo del torso que queda libre para trabajar el bajo del diseño, totalmente colmado de volantes formando la ilusión de una flor hecha explotar.
Josefina llega a Francia, la Belle Époque llega a Lacroix, la figura sin marcar de los 20s toma fuerza en la colección. El diseño luce los hombros despejados pero los brazos cubiertos con gasa bordada en tonos brillantes y de color oro que concluyen con plumas en tres tonos a la altura de las muñecas. Listas de raso dorado decoran el vestido que luce un precioso bordado a lo largo del torso, luego, como si se tratase de una enagua termina con una cola con volumen decorada con aplicaciones brillantes. Un diseño impresionante que retoma el trabajo afamado de Lacroix, más moderado.
Lacroix vuelve a tomar sus inspiraciones y, demuestra que su apodo de “El genio del color” es adecuado. Su paleta de colores es indeterminada, de pronto se sumerge en el delirio de los tonos pastel como concluye con un estallido de color profundo, exagerado y tumultuoso. Lo que tiene Lacroix es que no es un genio masificado, gracias a dios y, es porque aún reside en él ese halo de mal gusto bohemio y tan bien reputado que hace que todas sus prendas se vuelvan exquisitas y, no por sobrias si no por esa sobriedad excesiva, esa lascivia comedida del genio.
12 comentarios:
Me sorprendio para bien Lacroix. Es verdad que no es un genio masificado y puede que eso haya sido lo que en un momento me hizo desatenderlo. Pero me encanto la coleccion: como paso por diferentes epocas, desde el peto de brocado al estilo de un vestido a la francesa del siglo XVIII hasta los años 20.-
Genial, igual que tu nota.-
BEso holly, que estes bien-
Lacroix es un genio en la sombra, para muchos es el salvador de la haute couture desde hace unos años. Lo que me encanta de él es la firmeza con la que defiende en lo que cree, incluso en épocas de sencillez él seguía siendo tan apabullante, dramático y excesivo como siempre. Hace lo que le da la gana y se come con patatas a todos los que no tienen nada que decir en moda. Con la couture de Lacroix el espectáculo de la costura más clásica e innovadora sigue vivo por mucho tiempo.
Y por supuesto, viva la espagnolade!
Saludos, Holly.
Gi. Muchas gracias. Lacroix es un genio sin patria, parisino, español, inglés y siempre con ese toque oriental, romántico y casi fantasmal. Es un genio no masigficado y, ahí reside su encanto. Lacroix es apto sólo para las más elegantes porque tiene un toque decadente, de fantasía que sólo se convierte en el elegante en buena percha. Un beso
Anónimo. Por supuesto, Lacroix nuna ha sido un genio dominado y, tampoco por la comercialidad. Nunca se ha masificado porque él no lo ha querido, ha seguido habiendo pricesas desheredadas, románticas estrellas, exquisitas antiguallas, alardes de mal gusto. Lacroix es genial, un salvador. Un beso
Great!
I´ll visit your blog again. It´s fantabulous.
Una orgía de color desenfrenado situado en una maravillosa corte que parece remontarse a las cortes mas gloriosas y a tiempos donde habia imperios donde no se ponía en sol. Sencillamente magnífico hubo un día que uno dijo que no sabía si la alta costura era arte pero para que existiera debía de haber un artista.Lacroiz es un gran artista.
Sensacionales los comentarios.
Un saludo!
Es el mejor. Ceo que esto lo comento cada vez que sacas algo suyo y no quiero ser pesado pero es que ¡es el mejor!.
Anónimo II. Thanks. A kiis
Yo, Douglas. Muchas gracias. La Costura y el pret a porter se diferencian en la esencia, la Costura es la esencia de la fragancia, el pret a porter l´eau. Lacroix es un genio, poco explotado es cierto pero, genio. Un mago del color, un genio del pasado, un artista de la moda. Un beso
Fort Kiddiwanee. Lacroix es un genio. Un beso
Me gustado bastante, después de Galliano el mejor, de momento claro.
Adoro ese vestido largo en azul tinta.
Besitos
Thesil. Lacroix es un genio y un incomprendido. Un beso
Sublime.
Pero no la colección, el artículo.
Me encanta cómo escribes.
Por cierto, se hecha de menos a Lacroix en la Red Carpet. ¿No crees?
Anónimo. Lo genial de Lacroix es que no está sobrexpuesto, lo peor es qu eno llegar a las masas le hacen ser el gran olvidado.
Gracias. Un placer.
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