Una Historia De Amor

Todo el mundo sabe que septiembre es el número grande de las revistas de moda. También es el que más se esfuerzan en componer luchando por conseguir el número más grande. El año pasado fue Vogue España el que batió records de dimensiones y, este año la lucha por el número más grande ha vuelto a comenzar. Ha sido Mario Testino el que ha arrasado en septiembre, las celebrities como portada y como iconos de lo cool y, las editoriales con un sabor añejo ya sea con el guiño Jackie O, señoritas de juegos, femmes fatales, años 20s. Ha sido Vogue USA el que ha sorprendido con un completo reportaje sobre el 45 aniversario de Valentino. Es cierto que hubo dudas sobre si Sienna sería la imagen de Valentino para la temporada pues se la vio durante el aniversario enzarzada en el otoño invierno, coqueteando con Testino y prendada de Valentino. Los rumores se desataron pero, es Anna Wintour quien, una vez más, se ha llevado uno de los editoriales de la temporada con una Sienna Miller rotunda.

Sienna está entre el torrente de cardenales que se encuentran en Roma. Vestida de Alberta Ferreti y con complementos de Salvatore Ferragamo luce bellísima, a contra corriente en un océano de rojos fuego y de capas negras. Un escenario de excepción para el editorial en la ciudad eterna. Arzobispos y cardenales, serios y altivos e imponentes arropan a Sienna que, luce un diseño años 20s en negro y blanco. En cierta forma, las instantáneas primero, producen curiosidad, luego el mar de color inunda la retina extasiada y, posteriormente, el editorial se hace magnífico. Bellísimo colorido, bellísimo ambiente.

Si Valentino llevó a Sienna hasta la cúpula del rojo, ella ha decidido convertirse en la estrella de la fiesta. Luce un bellísimo vestido que pertenece a la colección Haute Couture del maestro Valentino con un par de zapatos de plataforma en satén rosa coral de Nina Ricci. Está indescriptiblemente bella y atractiva, parece sacada de un baile de los locos años 20s y arrastrada, como perdida, a la fiesta. Quizás no se encuentre a gusto al lado de un galán del Cine Cittá vestido de pies a cabeza del rey del rojo, quizás mira despiadada a la pista, quizás no quiera bailar. Pero, pese a todo, es la más bella, la más femenina.

Un corpiño de Armani Privé, un bolso de pedrería de Roger Vivier, unos descomunales pendientes de diamantes de Fred Leighton y una sonrisa de felicidad que hace a la mujer. Parece divertida, podría estar pisando la Alfombra Roja de un salón de baile pero prefiere sonreír extasiada a la cámara. Totalmente de negro, con unos bellísimos ojos azul piscina conquista a la cámara. Parece una diva de esas que podrías encontrar bebiendo champagne con alguien en sus zapatos.

Un conjunto gris de Givenchy Alta Costura, la Piazzia del Poppolo y Ricardo Scamarcio cogiéndola del brazo. Quizás solamente vayan a dar un paseo o, a admirar una de las muchas maravillas de Roma pero, parecen huir de alguien. Entre el ruido de la fiesta pasean ausentes. Bella, sensitiva y frágil.

Una antigua villa italiana, una pequeña Iglesia, unos árboles bajo los cuales se puede ver el horizonte… Quizás una comida familiar, como sólo saben hacer los italianos, regada por el vino, por el tiramisú y la pasta. Ella se ha escapado y, mira nostálgica como renegando del destino que la ha tocado vivir mientras su traje de Prada con plumas y gasas la convierte en una obra de arte de color mármol.

Una imagen masculina para la bella actriz. Plumas de Roger Vivier y masculinidad femenina de Yves Saint Laurent. Es elegante, está segura de si misma pero duda de si ése es el atuendo para ir a la fiesta. Parece reflexionar quizás sobre su acompañante, quizás sobre su atuendo. Está elegantísima con éste traje que tamiza su rostro en una de las efigies de las damas de hielo, quizás más severa que jovial, quizás más confusa pero con una dignidad fastuosa.

Perseguida por los paparizzis ha comenzado la huida. La instantánea tiene ese aire que tenía Audrey Hemburn en vacaciones en Roma claro que, en rubia con el cliché de que “nos divertimos más” y a la moda. Gafas de la Haute Couture de Chanel con plumas es los laterales para proporcionar intimidad y dar un galo de glamour, una capa de plumas en rojo fuego y negro de Armani Privé y, un aire de los hombres de negro con esos leggings metalizados y el top negro. Muy sexy para la escapada y, con un galán para entretenerse.

En la piel de cupido se ha puesto Sienna. La falta quizás el carcaj con las flechas de plomo y de oro para el mar o bien de amor. Con uno de los comentados vestidos de Prada en tonos naranjas se presenta una Sienna distante que reflexiona sobre si podrá mantener su affaire en la larga distancia. Quizá sí, quizás no. Por ahora lo que sabe es que no es posible, quizás deba disfrutar de las pocas horas hasta que el embrujo de la Cenicienta suene con la décimo segunda campanada del reloj.

En el museo, como una Cenicienta escondida se pasea Sienna Miller vestida de Marchesa. Lleva una capa de plumas en blanco que combina perfectamente con el fondo de cuento de hadas en el que se ha desarrollado su historia. Ahora sin mirar atrás debe abandonar a su príncipe azul y escapar. Quizás le deje como recuerdo un zapato de cristal, aunque ahora debe huir. Quizás mañana se le vuelva a encontrar.

Y, así ha sido. Ha bailado con él como si la noche no fuse a tener fin. Pero tras bailar como Cenicienta con ese impresionante diseño rojo con plumas de ave, de sentirse la más bella y la más amada, es la hora de escapar. Él no lo sabe, quizás la espere unas noches más pero, ella no volverá. Ya ha vuelto una vez y ha renunciado a convertirse en estatua por su amor pero, es demasiado peligroso... ¿Debería quedarse con él y renunciar a la eternidad o no? Nadie sabe lo que hará...

Se ha quedado, no ha huido. A ella no la ha rescatado nadie si no que ha escogido quedarse al lado de su galán. Por la mañana, tras un baño de burbujas él la ha encontrado allí y, se la ha encontrado únicamente con un sombrero masculino de Armani HC y unas sandalias de seda negra con plumas y strass. La vida es romántica, y todo puede ser…

Un bello primer plano en el que Sienna ha abandonado la teatralidad de sus antiguos looks. Se ha despertado al lado de un galán del cine italiano, sonríe a la cámara feliz tratando de demostrarlo y no ocultándose bajo demasiado maquillaje o espesas capas de plumas y, se presenta con el cabello alborotado y la sonrisa a flor de piel con los ojos llenos de vitalidad. Bravissimo!

Sí, ha escogido y se ha quedado con el príncipe...