viernes, octubre 17, 2014

Otoño En Vogue







































Otra tanda de portadas de Vogue que, sin ton ni son, me parecen otoñales. En general, casi todas son marrones (una gama muy de la estación con las hojas secas y tal y cual) pero también hay alguna en tonos azules porque a mí me parece que la combinación del gabán marinero con algo blanco es bastante otoñal aunque puede que sea más primaveral, en realidad. Es una pena que se haya perdido, (ya después de la II Guerra Mundial no se seguía al pie de la letra ni mucho menos pero a mí me resultaba muy interesante) lo de las portadas estacionales. 

Es decir, en verano, de verano y en invierno, de verano.... porque eran muy hermosas y le hacían a uno sentir la sintonía de la moda con la realidad cuando, en realidad, la desconexión es total porque en verano sale lo de invierno y en invierno sale lo del siguiente verano y hay un hemisferio completamente marginado y las marcas pequeñas tienen que comprar las telas mucho antes que las grandes y luego Zara lo copia en una semana. 

Sin embargo, siempre me pareció muy hermoso lo de encontrar el orden dentro del caos y, quizá, por eso, ahora que empieza a hacer de otoño (aunque sigue haciendo buenísimo) me gustan las viejas portadas de Vogue de otoño, en las que se entremezclan años, modelos, dibujo y foto, sonrisas y tristezas, damas de la Alta Sociedad y mujeres de baja estofa que sonríen o aguardan o desesperan, incluso, con la luz del otoño que es la más bonito de todas. 

Hay de todo en las fotos pero, en general, todas me gustan. Mi favorita, eso sí, es la de Linda Evangelista, la última, para Vogue Uk en 1992, fotografiada, si no recuerdo mal, por Arthur Elgort. Y eso que la inefable de Linda me resulta siempre bastante cargante, como a Helmut Newton que nunca jamás accedió a fotografiarla. Tampoco es que Linda lo haya sentido demasiado en su carrera, aunque siempre se dijo que no se llevaba nada nada nada con Claudia Schiffer (que sí tenía relación con Christy, Nadja o Naomi), como tampoco Kate Moss por cierto, pues Meisel siempre le ha ido a la zaga, le gustan las proporciones de su rostro, y probablemente sea la modelo con más portadas de Vogue de la historia, por encima de la Schiffer (y de Lauren Hutton). 

La de Claudia Schiffer toda en marrón, echándose la mano por delante de ese echarpe marrón y con esas perlas, es una preciosidad y muestra toda la elegancia de Claudia, que es más de gestos delicados que ninguna otra de las tops. La primera de Christy, la que abre el post, en azules demuestra que sí, que Christy Turlington tiene un rostro bello, bellísimo, y que es imposible encontrarle una foto mala.

2 comentarios:

Maribel dijo...

Me gustan esa gama de marrones y los azul marino también. Algunas de las fotos me gustan bastante, la primera es muy elegante y la de Isabella también es estupenda.

Holly Golightly dijo...

Maribel. La de Isabbella Rosellini es un portadón.