Winterhalter pintó a Eugenia de Montijo, Emperatriz de los franceses, vestida del tono de sus ojos. Worth había hecho que un tintorero crease artificialmente el color exacto y la vistió con él a menudo. Hasta la llegada de la española, el buen gusto proverbial de los franceses había caído en el olvido. En Inglaterra, la reina Victoria era la que realmente mandaba y fue su estilo de vida el que se importó por todo el mundo. Sin embargo, sería coetánea de dos mujeres maravillosas: Sissi y Eugenia de Montijo. Claro está que mientras que Sissi era un espíritu libre, Eugenia era más bien un general. Y lo era en todo.
Lo fue hasta en el mundo de la moda y la frivolidad. La joven tenía los hombros caídos y consiguió que todas las mujeres de Francia llevasen escotes que produjesen ese efecto. Cuando estaba embarazada de su único hijo, no le gustaba su figura, por lo que Worth hizo que´la crinolina fuese completamente circular y tuvieron que ensanchar las puertas para que las damas pudieran pasar. Al margen de las pequeñas anécdotas relacionadas con la moda como por ejemplo que Worth -el muy tirano- le regalase a la Montijo un bolero para llevar con sus trajes que es la chaquetilla torera que llevaban los majos de España en época de Fernando VII, Eugenia reorganizó la corte imperial de arriba a abajo y fue la impulsora del Canal de Suez pero eso, al caso, no importa. Eugenia creó el diseño de la vajilla de Napoleón III, se rodeó de joyas imponentes que contribuyó a inventar -como un cinturón de diamantes articulado- y, además, siempre hizo que todo el mundo le diese tratamiento de emperatriz.
Ni que decir tiene que fue la principal valedora del enlace de la buena de Victoria Eugenia de Battenberg con el simpático Alfonso XIII y tampoco hay que dudar de que algunas de sus joyas siguen estando en España. No obstante, la Montijo tuvo muchos enemigos a lo largo de su vida. Aunque fue aclamada como emperatriz de los franceses y las mujeres la imitaban en todo lo que podian, fue severamente criticada por la excesiva dedicación que ponía en montar por ejemplo y también en mantenerse en forma -aunque tuvo una época en la que engordó mucho y se avejentó rápido tras todo el asunto de Suez y del más que evidente fin de su marido como emperador-. Compartía esa afición con Sissi por ejemplo. También compartia con la Emperatriz de Austria el hecho de que ambas se teñían el pelo ya que Eugenia era pelirroja. Además, Eugenia siempre había sido pobre.
Todo el mundo conoce la historia de las violetas que se ponía en el vestido porque hacían juego con sus ojos y porque -sobre todo- no tenía para joyas. Sin embargo, en el momento en el que los franceses la comenzaron a llamar "la española" le pasó como a la otrora reina de Francia que ella también había emulado para Winterhalter: la despidieron. Cuando a Mariantonieta la llamaron "la austríaca" y Madame Déficit -el que Napoleón III había creado, por ejemplo- no tardó mucho en ser largada a toda prisa del trono de Francia. A la Montijuela le pasó igual...
Además también era tildada de derrochona insufrible y de generala. Cuando Winterhalter pintó el dulce cuadro de Eugenia con sus damas de compañía vestidas a la última moda en medio de un escenario paradisíaco, la sociedad lo considéró frívolo. Hoy en día rezuma alegría de vivir -pese a que las mujeres iban metidas en esa espantosa jaula de pájaros- pero, en aquel momento, la apariencia fue un engaño.
Y, sin embargo, Eugenia pudo pasar a la historia con la misma dulce calma que en el cuadro... es posible que -aunque sus nervios no se lo permitieran- ahora esté haciendo algo similar... quizá convertida en violeta al borde de la costa vasca por ejemplo. Una del color exacto de sus ojos. Del mismo que el lazo de su vestido. Quizá aún charla con Sissi de sus problemas aunque, probablemente, simplemente se den un baño en el mar. Luego se pueden encontrar en una pintura de Winterhalter, en una en la que Sissi tenga estrellas en el pelo y en la que Eugenia tenga los ojos de un morado rabioso haciendo juego con su carácter irreductible. Bonito sueño, claro, pero bueno, quizás ya están en el paraíso... al menos, en esa hierba, parece muy cómoda. Es todo un consuelo Montijuela.
4 comentarios:
Un gran personaje para un retorno. ;)
Dicho y Hecho. Sin duda Eugenia es todo un personaje. :) Y la costa cantábrica es un sitio ideal al que retornar. Mua
Fantástico, fantástico, Holly.
Un beso
Variopaint. Un beso querido
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