Justo ayer estuve viendo imágenes de viejos rodajes. En una, Rita Hayworth se peinaba para Gilda y fumaba jugando a las cartas con Glenn Ford. En otra, Ava Gardner metía los pies en una cubitera helada. Hitch jugaba al ajedrez y Grace Kelly le miraba. Marilyn estaba tan rubia como siempre, mirando a la cámara como si fuera un hombre al que seducir y Audrey Hepburn charlaba con Gregory Peck en una y en la otra, peinada para Desayuno con Diamantes tenía a su bebito en brazos. Inmortales. Estrellas con algo más que la fama.
A veces nos olvidamos del backstage. Vivimos en un mundo en el que, por ejemplo, sin haber visto la línea de Tom Ford presentada en exclusiva en Nueva York que pretende volver a los circuitos tradicionales -puro marketing-, todos los fashion-algo (escojan ustedes si victims, si istos o si stupids) se saben de memoria las fotos tipo polaroid de backstage en las que se atisba. Ojo, se atisba algo de la dichosa colección del demonio. También se han filtrado dibujos: de ellos todo lo que se puede decir es que vuelven al Paleolítico, por unos naturalismo -Beyoncé con mucho pelo de Grace Coddington- y por otros idealismo, un montón de líneas entrecruzadas por Hamish Bowles -un tío sensacional, ¿no?-.
Pero en las viejas producciones del cine clásico americano, no puedo dejar de mencionar la screwball comedy, siempre pienso en el vestuario y en el detrás de las cámaras. En las fotos con filtros, el favorecedor blanco y negro, la comedia de sexos femenina y el estilo de vida relajado, distendido y chic de, por ejemplo, Historias de Fladelphia. Nos olvidamos habitualmente de nombres tan grandes de la moda como Adrian o como Edith Head -injusta ganadora del Oscar de la academia por el vestuario de Sabrina que en realidad debió haber sido para Hubert de Givenchy-.
Como además tenemos un poco de complejo de voyeurs, nos encanta mirar. Los estudios lo sabían y solían retocar las fotos, incluso las del backstage. Por ejemplo, borrando cigarrillos de las manos de los actores. Pero en el mundo de la moda, que parte de la premisa básica de que el revés es tan bonito como el derecho, se dice que es mejor estar entre bastidores. Porque es donde se tejen los sueños y uno realmente aprende.
No tengo opinión formada. Las buenas estrellas siempre son estrellas. Con y sin maquillaje. Con y sin focos. Así que supongo que en el fondo da igual. Y Vogue Deutschland también lo cree.
6 comentarios:
Muy cierto. Ese aura de estrella, como el de la belleza, nobleza o lo que quieras, se nota en el escenario, pero solo en pocos fuera de él.
Me encanta me encanta me encanta!!! Gran selección de fotos!!
Felicidades por el blog!
XXX
Alphonse. Un beso
Laura. Gracias
las Estrellas (en mayúsculas) son como la Elegancia, se ven a la legua, no necesitan adornos, están porque son.
Cristine. Me gusta tu comentario. Un beso
Wow acabo de conocer tu blog y con este post, me enamoré! Saludos
xva-warehouseofstyle.blogspot.com
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