A Christian Dior le gustaban las mujeres mujeres. Le gustaba que se contoneasen bajo metros de tela y enaguas y que marcasen con sus pasos el ritmo paralelo del taconeo. Le gustaba que las pisadas se acolchasen entre medias con liguero y de encaje. Le gustaba embutirlas entre sedas con corpiños de terciopelo y chaquetas que hablaban de femineidad como de fertilidad. Caderas y pecho prominente, cintura estrecha, piernas delicadas y actitud. Mucha actitud.
Tampoco es que las damas de Dior fuesen señoritas de terciopelo. Las mujeres de Dior tenían carácter. Sus faldas bailaban en los mejores salones de París y sus guantes abrazaban los mejores brazos de sus amados. El rojo fuego de sus labios hablaba más que ellas mismas. Decía, cuidado, soy peligrosa.
Sus señoritas eran más bien damas. Con el paso del tiempo, las damas que salvaron Francia con el derroche; se convirtieron en flores espigadas, en calas y en orquídeas blancas. Tan bellas como raras, tan hermosas como inútiles. Dior no diseñaba para el día a día. Diseñaba para las pasiones.
Para la pasión que agranda y no para las pasiones que empequeñecen.
Christian Dior diseñaba para el tipo de mujer que almuerza en vez de desayunar y se contonea en lugar de caminar. Para el día a día estaba Chanel. Esas damas que querían coger un taxi a la carrera y trabajar no entraban en el universo Dior. Para Christian Dior, las mujeres eran Afroditas. Sexuales, sensuales y eróticas.
No importaba demasiado si no podía coger café de una estantería o si eran más mantenidas que trabajadoras. No eran mujeres florero, tampoco. Claro. Eran arquetipos reinantes. Pulsiones que desconocen la templanza.
A Dior le gustaba bautizar sus líneas con los nombres de las formas y estamparlas con los tonos de sus plantas. Dior era rojo, rosa, púrpura, cián, azafrán, blanco níveo, oro, plata... Dior era un estallido de sensaciones. Una bomba de ajetreo en el corazón.
Un crepitar de la retina ante tal magnificencia femenina.
Mademoiselle Chanel decía que Christian Dior era uno de esos hombres que atan a las mujeres en una relación de subordinación y dependencia. Que las encerraba en una jaula que era un corsé y doraba las alas de esos pajarillos de cabellos largos impidiéndolas volar, andar, trabajar... Christian Dior veía a las mujeres de otra forma. Dadoras de vida, receptáculo de pasiones, volcán de sentimientos, ágil temperamento, hermosa decadencia, fascinante diosa.
Ahora los tiempos cambian.Ellas quieren caminar y brillar.
Amar y ser amadas.
Amar y ser amadas.
Pero siguen hablando el mismo lenguaje que hablaba Christian Dior...
11 comentarios:
Unos estilismos muy femeninos!
Zepequeña.
Qué bonitos los vestidos largos. Muy buena crónica.
xoxo
B* a la Moda
Por ahora no me entusiasma demasiado la propuesta de Galliano, claro que tampoco me entusiasmaba la de la primavera verano 2009.
Eso sí, las chaquetas, preciosas!
Muy buen post. Un beso.
una pregunta el desfile del post de "viviendo bajo el cielo" que diseñador es?
sq he tratado de buscarlo pero nada...
un beso holly que pases buen finde!
hay veces que uno trata de expresarse y no consigue las palabras,tu eres un diccionario abierto, una poesía, yo creo que cool & chic es el blog que escribe mi corazón.
la mujer de la que habla DIOR es la mujer de la que habla mi corazón!
Tú misma lo has dicho.
La mujer de Dior "era"...
Lo que veo es una triste
repetición de lo que hemos
estado viendo muchas temporadas.
Ese agrio sabor de deja vu. Es más agrio cuando se trata de Galliano.
Galliano me ha venido decepcionando, y haciendo trizas mi corazón como cualquier amante ingrato y carente de pasión e imaginación lo haría.
Por ello he tenido que recurrir a saciar mi sed de belleza y pasarela en otros diseñadores como el gordo que diseña para Lanvin, que me ha cautivado con la sensibilidad de su colección.
Chau Galliano!
Galliano sigue con la misma línea de las últimas temporadas, pero aún así me gusta lo que hace, es tan femenino! me gustaron los minivestidos y los largos de noche.
Besos.
No es de mi agrado, pero ha encontrado su estilo y puede seguir por ese camino hasta que no se pueda más.
Galliano, a diferencia de Dior, hizo más evidente la sexualidad de sus clientas. Por eso dicen que Dior es para personas con carácter.
Besos!
Love the sixth outfit! :)
Xx
Una de las cosas que más me sorprende es la brutal diferencia entre la colección femenina y la masculina. Si las mujeres de Dior son fértiles, los hombres son poco más que metrefes enfermizos que posiblemente no lleguen vivos a la primavera.
Me quitaria el sombrero si lo llevase.
Zepequeña. Un beso
Pit. Un beso
Anónimo. Es de Blumarine. Un beso
Angel. Muchas gracias. Las mujeres de Dior son poco humanos y demasiado humanas a veces. Un beso
Yimi. Alber Elbaz es el más parisino de todos los diseñadores actuales. Sus señoritas son una mezcla de fragilidad y fatalidad envueltas en una canción embriagadora. Dior, es otro Dior. Pero creo que Monsieur se daría cuenta de que no estamos en los cincuenta. Un beso
Kate. Un beso
AldO. Son damas pero otras damas. Un beso
CC. A kiss
Efe. Es verdad. Debe ser porque ellas siempre fueron femmes fatales. Y las femmes fatales están emparentadas con la viuda negra. Asesinan al macho tras copular con él. Qué bonito es el amor. ¿A qué si? Un beso
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