viernes, octubre 02, 2009

Traición A Los Cinco Sentidos


Creo que los sentidos saben más que nuestra lógica. Nosotros vemos y analizamos. Vemos con el cerebro. Pero nuestro ojo ve de una forma diferente. Ve colores que le estallan, le explotan, le reverberan, le inundan y eclosionan ante la retina desembocando un torrente eléctrico en el interior de nuestro cuerpo, casi como si sufriésemos una sobrecarga. Nos inunda ese banquete de colores y de sensaciones.


Blanco. El color de las novias. De las nubes. De la castidad. De la alegría. De la virginidad. Del bautizo. De la liturgia. De la limpieza. Blanco. Color de las calas, de los narcisos, de las rosas blancas. Blanco. Color de los helados de nata, de las las palomas, de los cisnes. Blanco. De las perlas y la nieve. De los diamantes que no son de tono hielo. De lo lozano y lo divino.


Negro. Color del luto. De la tristeza. De la elegancia. De lo sobrio. De lo sereno. De lo respetable. Color del vicio y lo fatal. De los muertos. De la condesecendencia. De la profesionalidad. Negro. Delirio gótico. Color de los cuervos. De la parca. Del Hades y el Tártaro. Negro. Color de los buitres, del carbón, del ébano. Color de la desgracia y la fatalidad. Color de la muerte. Color de colores. No es un color.


Rojo. Color de la sangre. De la pasión. De la lava del volcán. Del cielo cuando se incendia. Color de las mejillas y de las manzanas. Rojo. Color de las matanzas. Rojo. Color del pelo de las brujas de Irlanda. Rojo. Color de las rosas rojas que declaran amores. Color de la verguenza y las pasiones. Rojo. Fertilidad y muerte. Rojo. Muerte y renacimiento. Rojo. Sentido y sensibilidad. Rojo. Fuerza y liviandad. Rojo. Color de las amapolas. Rojo. Colores de los cuadros de Monet. Rojo. Envoltura de celofán de los caramelos de la vida. Rojo. Principio y fin de nuestra existencia.


Oro. Color del éxito y de la felicidad. De los sueños, de la edad dorada de los hombres, de las burbujas de champagne. Oro. Color del dinero, del oro, de la estela que dejan los cometas, de la divinidad de los santos, color de la aureola. Oro. Color de la torre Eiffel cuando estalla bajo los fuegos artificiales. Color de los sueños y del alma. Color de las grandes civilizaciones y los grandes hombres.


Tierra. Color arena. Color del trabajo, del esfuerzo, del castigo del Pecado Original. De la tierra batida. De la arena de la playa. Del amanecer antes de que todas las luces se vayan. Del hueso envejecido. Del papiro. Del encaje de chantilly. De la canela. Tierra. Color de las revoluciones. Del Antiguo Régimen. Del comunismo. De los nobles y los privilegios. De los eternos condenados. Del quejarse y no quejarse por los trabajos que Dios le manda a uno hacer...


Gris. Color de las personas grises. Del tiempo. De los relojes. Del término medio. De la mezcla entre colores que no lo son como el blanco y el negro. De la piedra luna. De la pizarra gris. De los jerseys de angora. De los días malos pero no terribles. De las ilusiones perdidas. Del color del asfalto. Gris... De la escala de grises del mundo antes de que lo cambiaran de color.


Azul. Color del cielo. De las promesas. De los príncipes azules. De los zafiros. De los ojos nórdicos. De las rayas de cuaderno. Del fondo marino. Del agua. Color azul. De lo marítimo. De las sirenas. De las miradas limpias. De la sangre de la realeza. De los recuerdos hundidos en el pasado. De las azucenas extrañas. De los tulipanes sacados de Holanda.


Cobre. Color del tercer puesto. Del que no sabe si gana o si pierde. De las monedas. De las coronas y las baratijas. De los regalos que son sentimentales en vez de caros. De los pucheros y los caldos. De la queimada. De las marmitas de los druidas. De los collares de cuentas. De las cotas de malla. De lo que ahora brilla y mañana se oxida. De lo efímero.


Amarillo. Color de lo radiante. Del brillo. Del sol. De la infancia. Amarillo. Color de los lápices al inicio del curso. De las agendas amarilleadas. De las prendas favoritas lavadas con lejía. De las bibliotecas antiguas. De las cosas pasadas por el tamiz del tiempo. Del azafrán. De las especias de Oriente. Del olor de India. De las callejuelas atestadas de Marrakech. De lo éxtinto y lo peligroso. Del Lejano Oriente...


Naranja. Color de luto. Color de alegría. Color religioso. Profunda meditación y estados de conciencia. Amago de rojo pero no intento frustrado. Oculta sus misterios.. Rosario y cuentas. Mes de marzo y de mayo. Fertilidad de los pistilos de las flores. Color de los enjambres de abejas. De las tabletas de chocolate de los niños. De las tiendas del mundo del lujo. Naranja Hermés. De las naranjas y de Valencia.



Rosa.
Color de las princesas.
Color de los sueños de Alber Elbaz en Lanvin.
Color de los días en París.
Y del cielo al atardecer.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado este post.

Uno de los mejores

Piter dijo...

Qué palabras más preciosas!
Te superas día a día. Me encanta la visión única y personalísima que le das a los posts sobre las crónicas de pasarela.
Mi enhorabuena, y un beso :)

Ald0rad0 dijo...

Lanvin. Lanvin, Lanvin.

Una de las marcas de las que nunca me cansaré. Porque sólo alguien como él puede mezclar lo nuevo y lo viejo sin parecer un moderno cualquiera. Porque las piezas están cortadas de un modo muy estricto y aún así parecen estar construidas sobre el aire. Porque quedan bien sobre na starlet de 20 años y sobre Paloma Picasso. Y porque tu post disecciona la colección.

Besos.

isabel dijo...

Nunca antes había tenido esa percepción tan clara real y a la vez sencilla de los colores. He disfrutado del post y de la colección. Gracias. Besos desde Estella

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Gracias

Pit. Muchas gracias. Un beso

AldO. Muchas gracias. Un beso

Isabel. Gracias.

Anónimo dijo...

Nunca había visto los colores así.

Me ha encantado

XXX

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Gracias

Ortino dijo...

Yo necesito el verde.