Lágrimas De Pena Y Risa

Pasión. Dijo Molière que “nadie conquista un corazón por la fuerza” probablemente ese grande lleva razón. Molière le debe mucho a Internet o viceversa y, además, el mundo del espectáculo le debe mucho a Molière y, el de la moda también. Un hombre que sólo gracias a él consigue que el amarillo sea tabú es un grande de toda la vida. De esos que escribe su nombre en letras rojas, no digo dorado por si acaso, de esos que son recordados. También dijo “nadie es capaz de evitar el amor y tampoco de evitar que el amor acabe” y, lleva razón.

Puede ser curioso que lo diga yo que, de amor no sé nada. Nunca lo he sentido y dudo que lo sienta. Ya saben los que me leen, tengo suficiente conmigo y la libertad me tiene atrapada. El amor es como la vanidad o la belleza, vienen en la rueda del destino y, la gente lo odia aunque, acabe viendo películas románticas, lea a hedonistas y compre Vogue. En el fondo a los guapos, ricos y enamorados; a los carismáticos, hedonistas e inteligentes les ha tocado la lotería porqué sí. Sin hacer nada ya llevan mucho ganado. Y, más en este nuestro mundo. No me quejo, que conste. Sólo lo comento. Por encima. Lo superficial es bueno. Lo profundo es malo. Lo barato es bueno, lo caro es bueno. Si se compra es bueno.

Lo cierto es que para dar algo de empaque a este bochornoso mundo de la moda donde uno se mueve necesita parecer/ser inteligente. Y no todos son capaces de jugar al ajedrez como Carmen Kaas. Yo escribo un blog. Otros lo leen. La verdad es que la moda es algo que entra por los ojos, se quiera o no. Ese negro que clama, el rojo que grita, el azul que calma o el blanco que alegra. Esos labios rojos que sonríen, esos zapatos de lagarto, esas medias de encaje o ese perfume de frasco cuadrado. No nos engañemos, solo es ropa. Basta de mentiras, de sesudas editoriales, de condesas despechadas.

Ya sabemos que en Vogue venden sueños. Sueños consumibles pero lejanos porque ¿todos saben que Dior está en Ortega y Gasset no? Pero a sueldo completo de mileurista. Lejos, cerca. Es como el concepto del tiempo. ¿Cuándo un segundo no dura nada y cuando dura mucho? Eterno retorno de Nietzsche o experiencias de cada uno. Escojan. Hagan juego. Apuesten. De todas formas, siempre está bien abrir Vogue y ver el vestido de la temporada, con las sandalias de la temporada, en la chica de la temporada, en el destino vacacional de la temporada, con el hombre de la temporada, con el perfume de la temporada, con la tendencia de la temporada, con los labios rojos de la temporada y, pensar que quizás se pueda conseguir. El imperio Zara no copia. No. Nain. No. 0. El Imperio Zara se inspira. Vale, quizás no sea el todo de la temporada. Pero será algoparecido por mucho menos y, puede ser que cobre vida. Cosa que las señoritas de Vogue no hacen.

Además, la moda es mucho más que eso. Es sociología, es publicidad, es marketing, puede ser hasta citas célebres, hasta champagne en cubitera de plata y hasta la cabeza de Juan El Bautista. En bandeja de plata. Si lo hubiesen escrito algunos años después, la bandeja sería de Tiffany, no de plata. A ver, la moda es eso y no lo es. También es modelos tontas, diseñadores estúpidos, estrellas enrabietadas, prendas que valen mucho más de lo que el precio marca pero que cuestan mucho más de lo que valen. También son dependientas estúpidas y sucias y rastreras promesas. “Un bolso es para toda la vida”. 2.55 de Chanel. “Un vestido negro se puede llevar siempre”. Petite Robe Noire de Chanel. “Un diamante es el mejor amigo de una mujer”. Tiffany, Cartier, Boucheron. Y, esto es de verdad. Lo otro no.

Probablemente se puedan oír sollozos de ilusos entusiasmados. La vida es sufrimiento. Ya lo dice La Biblia. La Biblia de la moda dice otra cosa, dice que compres para aliviar el sufrimiento. ¿Es lo mismo? Puede serlo, sí. Puede. Quizás. Y si no, pues tienes Zara para equivocarte. Una cosa, ser mejor que alguien no te convierte en genio. No. No lo hace. Ser genio es vender prendas que se deshacen en la lavadora, abrir tienda en época de crisis, plagiar y copiar a quien quieras y que el mundo se rinda a tus pies. Diga lo que diga Lagerfeld. El señor Karl diseña lujo y, luego colabora con H&M. Sí, así es la vida. Leche en copa de Martini. Coca Cola en jarra de cerveza. Eso es lo que desayuno y meriendo. Que lo sepan. Además, me tapo con la sábana en verano. Y siempre oigo la misma canción. ¿Pasa algo? No. Pues ya está.

Últimamente la moda quiere hacerse reflexiva, severa y filosófica. Schiaparelli y Dalí. Carla Bruni y John Galliano. Un blog de moda que no lo es. Al final me devora el monstruo. Pero yo siempre gano. Por eso me leen. No saben quien soy y me leen. Es brutal. Duele. Me divierte. Yo tampoco sé quienes son ustedes. El receptor universal, punto. No me preocupa. De todas formas, a algunos les conozco. Piensan que soy intransigente y que ustedes son unos genios. -Sigh- Me aburres querido. Y yo no soy Gabrielle Chanel. Ni tampoco soy Suzy Menkes ni Anna Wintour. Piensa lo que quieras de mí. Me da lo mismo. No me quita el sueño. Sigue llorando. Es divertido.

Quizás ya estés de vacaciones. Sería una lástima. Yo no me voy de vacaciones porque lo veo un poco arribista. Si todos pueden, ¿dónde está la gracia?. A mí me gusta no irme de vacaciones. La ciudad es mejor en agosto. No hay -casi- nadie. Tampoco hablo con mis amigos en verano. Probablemente porque no son mis amigos, sólo gente que se cruzó en mi vida por una casualidad. En verano, bebo. Bebo Coca Cola pero la bebo a mi manera. En verano, escucho música. En verano, hago muchas cosas. De todas formas, tampoco tomo el sol. Ni pienso en catálogos de viajes ni me gusta la playa. Iré cuando las hagan de cemento, probablemente. Odio la arena. Me gusta el mar. Prefiero el paseo marítimo al hotel. De hecho, prefiero mi casa. Por eso, puedes irte al fin del mundo. Haz lo que quieras. Me da lo mismo. Eres un fracasado. Un pequeño perdedor. No te creas grande. No lo eres.

Y no es que no seas bueno, que quizás lo seas. Es algo que desconozco y que no quiero conocer. Pero a mí me resultas tedioso. Y, esto es un (des)honor. Que lo sepas. No dije nada sobre Isabella Blow y lo digo sobre ti. No te sientas halagado. No es un halago. Por cierto, si tienes que llorar. Llora. Llora por ti, no por nadie. Eso es de cobardes. Yo si lloro, lloro viendo una película. Escuchando una canción o bailando. Nunca lloro por mí, lo que tengo que hacer es mejorar. Llorando no se arregla nada. Por eso nunca necesitaré un terapeuta, por eso y porque mi profesor de filosofía dijo que tenía un problema -escandaloso- de personalidad. Dijo que acabaría en una secta. Dijo que era muy malo que me comparase con Dios. Probablemente ya lleva razón. He hecho todo y más de lo que él dijo. Pero, ¿sabes qué?. Llamó a mi casa para pedirme un favor muy personal. Su puesto de trabajo estaba en mis manos, las de una alumna. Casi psicópata. O más inteligente de lo que el era. O más presuntuosa. Lo he dicho siempre, el problema de la gente es que no sabe dónde está. Querido, hace mucho que entré en la secta de los indecentes. Hace mucho que disfruto con mi lado oscuro. Hace mucho que dejé de creer en Dios para creer en mí. Para el resto, tengo dinero y calles llenas de tiendas. ¿Crees que me importa lo que digas? Yo me amo. Amo otras cosas. A ti ni siquiera te quiero.

Pues eso. Recorre las calles que quieras, a ti la moda no te ha conquistado. Mucho menos tú la has conquistado a ella. Perdedor. No es odio, que conste. Es una risa maligna. Vive en tu propio sueño, fuera hay un mundo que no podrás soportar. Es difícil, es duro. Lo sé. “No se conquista un corazón a la fuerza”. Querido, necesitas destacar. Quizás lo tuyo sea el fotolog. Quizás necesites algo de ego. Eso tuyo no es pasión, es fanatismo. Del malo. Lo siento. No puedo hacer nada. No quiero hacer nada. Siempre nos quedará París. Pero, ¿sabes qué? Ella se va con Víctor y tú te quedas en Casablanca. No lo entenderás nunca. No tienes capacidad. No me alegro, no siento nada. ¿Necesitas que ponga tu nombre para entenderlo? Quizás sí. O quizás no. De todas formas, toda coincidencia con la realidad es mera casualidad. Lo siento. Ni siquiera era por ti. No te creas especial. Pero, ¿a que la intriga es genial?. Goliat contra David. Pero sin tirachinas. Las doce tribus de Israel, el cordero de Sión. El Alfa Y El Omega. Queridos lectores, si un inmortal se enfrenta a un mortal y gana, ¿el héroe quien es?. El héroe es Héctor. Aunque muere. Pero morir es solo un paso. Morir es un paso, la batalla es la vida. Lo que importa es enfrentarse. No que el tiempo gane. La única promesa que tenemos en el morir. ¿Quién es el héroe? Héctor.