sábado, marzo 22, 2008

Ámala, “Sólo Es Moda”


Oscar Wilde dijo que había que amar a las mujeres, no comprenderlas. A la moda la pasa lo mismo, sólo hay que amarla, no hay que descifrarla. Porque por muy bello que sea un vestido, es eso, un vestido. Por muy bello que sea un bolso, es cuero cosido. Y, ahí está la magia. La magia está en el que ama lo que es sólo un vestido como si fuera un emblema, el que ama la Costura, las costuras, el delante y el detrás que diría Chanel. El secreto, la apariencia y la verdad. La mentira, la comercialidad. Lo dominado, lo desconocido. El misterio, la magia y el encanto.


Cuentan que Chanel decía cada colección que la iba a matar, hasta que lo hizo y que, bien mirado, es terrible morir por una Costura, morir, aún peor, por una sisa. Cuentan que decía que la prenda perfecta es bonita por dentro y por fuera y que era tal su perfeccionismo que, la mayoría de días acababa cosiendo ella misma las prendas. Yo no lo creo, murió por un ideal. A Luther King aún le veneran por ello, de forma merecida, y a Chanel parecen enterrarla como a una modistilla…


Pocos son capaces de entender a Chalayan, ése hombre que quiere evitarse del cliché de “conceptual” pero sigue vendiendo limaduras de hierro (literalmente). Pero desde hace dos temporadas, el compañero arruinado de McQ, es el centro de todas las miradas. “Dale diez años” dicen en París, “Compra ahora y en cinco años vende Chalayan” es lo que dicen que especulan los hombres del traje gris y llega Carine Roitfeld, ve su traje conceptual, decide ir a la Semana De La Moda de París con un trench de látex y metal lacado en negro y Chalayan incrementa sus ventas en el diez por ciento. ¿Lo entienden? No, sólo lo aman.


Es triste, por supuesto. Pero es real. Las compradoras adoraron el nobautizado Birkin cuando vieron a Grace Kelly cubrirse el vientre con él, se apasionaron por aquel trench de Burberry cuando vieron a Jacqueline Kennedy luciéndole con el pañuelo Flora de Gucci en la cabeza y las gafas de carey y, perecieron ante cualquiera de los Balenciagas de Mona Von Bismarck. Eso es amor y no entendimiento. La moda no tiene nada que ver con la lógica, de hecho, recomiendan comprar cuando hay una crisis personal. Aunque, quizás sea eso más lógico que otra cosa. La moda no se entiende, no se explica, no se enseña, no se crea. La moda es cruel y eso es fascinante.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes Holly G.

El artículo está bastante bien, pero he de decir que tienes bastantes falatas de ortografía, de acentuación y de redacción.

De todas formas,como profesora y ser humano que soy, te digo que nada se aprende sin ser enseñado o leído. Está demostrado por los más rigurosos estudios de la mente y de los pneurosiquisimos. Sí se puede crear sin ser enseñado, todas las manifestaciones artísticas, por ejemplo, pero aún así tienen síntomas de humanización, de entendimiento y de aprendizaje. De moda sí que se aprende.

Me da la sensación -y perdone mi atrevimiento- que lo dice por caer un poco más alto, pero seguro que has leído mucho y has aprendido de moda al igual que muchos interesados.

Cuando se nace no se sabe lo que es el punto de seda con látex inyectado en saura, o "les otomanes", o "le prigre" y un largo etc. Estos términos ni siquiera aparecen en el diccionario, sólo en los más especializados libros de moda y es esencial su aprendizaje, porque no se leen en cualquier sitio.

Trabajé hace mucho tiempo en una revista -ahora soy profesora en una unviersidad- y a nadie se le contrataba sin títulos que demostraran su sabiduría.

Estoy segura -y desde mi más sincera modestia- que sé infinidad de tecnicismos más de los que conoce usted, pero porque me los han enseñado o los he aprendido.


También leí un poco más abajo que se autoconsideraba elegante. Este hecho me parece una falta de elegancia y, en cambio, un atrevimiento y un atentado contra ella.

No dudo que le guste la moda y como todo, en moda se está en un continuo aprendizaje, pero ante todo espero que aprenda humildad -de esto también se aprende-.


Atentamente, Martina.

Holly Golightly dijo...

Martina. Sólo se aprende lo que puede ser aprendido pero el talento no se enseña. Nadie enseñó a Balenciaga a ver más allá de lo que otros no vierno, le enseñaron a coser, le enseñaron a tratar, le enseñaron modales pero, veáse la sociedad, sólo se aprende si lo llevas en la sangre.

Nadie enseñó a Galliano su amor por lo teatral, nadie enseñó a Jane Austen a pensar, nadie la enseñó a escribir. La enseñaron, lógicamente, a juntar las letras, la enseñaron a hablar, a decidir pero nadie la enseñó a crear arte porque, el arte no se enseña.

La humildad no está entre mis características. Creo que el ser es algo único y de lo que se puede presumir aunque entiendo que sea difícil ver más allá de lo escrito. Yo escribo una cosa y pienso otra. Está en el tono interno de lo narrado, en lo oculto. Es, la inferencia de lo escrito, el conocimiento del mundo, de la pragmática, el valor de la perpecpción del símbolo, de lo oculto tras lo cubierto, del significado del significante.

La elegancia es una actitud, la humildad es otra actitud. Pero no todos son aptos, muchos por lo infra y otros por lo supra. Aunque, como en todo, lo oculto, los que se creen humildes, no son más que los más presuntuosos. Como en todo.

Gracias. De cualquier forma, los tecnicismos no demuestran más que un conocimiento superficial de la profunda realidad. Al fin y al cabo, un término no es más que una agrupación de letras y, eso que no vale nada es, desgraciadamente, lo que se aprende. A transmitir pasión, a triunfar. No se aprende porque no se enseña. Se nace con ello.

¿No acabó Chanel siendo Chanel? Y, sólo la enseñaron a coser en el hospicio. No hicieron de ella una tesis de términos prestados del inglés, no hicieron de ella una modista perfecta ni la convirtieron en una regia dama. A Galliano no le enseñaron de niño al exceso por el exceso, le enseñaron a diferenciar entre la seda y el raso, entre el dorado y el ocre, entre el púrpura y el violeta. No le enseñaron a apreciar el color, a combinarlo, a ver, a sentir y a probar el color porque eso no se enseña.

Querida, si enseñaran a se un genio. No estaríamos rodeados de mediocres. Aunque me imagino que debatir sobre eso con alguien que educa o enseña, es algo infructuoso pues yo no voy a cambiar mi opinión y sospecho lo mismo en la otra dirección.

De todas formas, la humildad está sobrevalorada y es enarbolada con pasión y demencia casi fanática. Serán cosas mías, pero creo que sería una conversación a otro nivel si la persona que está detrás de la pantalla fuera solo una persona y no una autonombrada profesora de universidad, maestra de la moda y antigua redactora. Pero, la humildad es algo relativo. En todos los niveles.

Y, la moda no se aprende. Nadie aprenderá jamás. Puede aprender el inepto, el inútil pero jamás el genio. Los genios naces.

Anónimo dijo...

Holly G, la humildad es parte de la elegancia. No se es realmente elegante si no se es realmente humilde.


Los genios, querida, siempre serán genios, pero han pasado por tres fases antes de convertirse en ellos. Unos pasan estas tres frases muy rápido y otros más lento, pero siempre hay un factor que influye en ellos, el aprendizaje del mundo a su manera que es lo que les hace convertirse en genios, una visión del mundo diferente -no enseñada- pero sí influída. Para que se realice esta conducta se necesita del aprendizaje exterior y de la socialización. Sin aprendizaje, no hay genios.


Decir que estamos rodeados de mediocres es otra mediocridad insulsa, irrelevante y con altas dosis de egocentrismo y por tanto, culminado con un frívolo desgaste de elegancia.

Nadie es mediocre.


Me estoy quedando bastante impresionada, ya que consideras a gran parte de la población mediocre, y ¿usted dónde se sitúa?

¿Es usted mediocre? ¿Es por lo contrario un genio?



Una aclaración, decir donde se trabaja no es una falta de humildad, yo estoy orgullosa de formar talentos en la universidad en la que trabajo y abrirles una trayectoria profesional, porque nadie es mediocre y todo el mundo que quiere algo, con esfuerzo y valor, lo consigue.


Atentamente, Martina.

Doublecloth dijo...

Hola, hace tiempo que leo tu blog y considero que tus conocimientos sobre la moda van más allá que la capacidad para reproducir tecnicismos. Desde mi punto de vista se nota que conoces el mundo de la moda, que lo veneras y utilizas al mismo tiempo.

Estoy totalmente de acuerdo que un vestido es solo eso, un retal de tela, pero tambien un cuadro es solo lienzo y pintura y por ello nadie reniega que se trate de arte. Lo realmente excepcional de la moda es que ademas de admirarla la podemos utilizar para hacernos algo más felices, porque cuando una mujer se sube a unos zapatos especiales todo su ser se transforma.

La verdad entiendo que genios como Balenciaga o Chanel se volvieran locos por una manga o un corte para un vestido. Solo al ver alguno de su diseños todo el mundo deberia entenderlo, son verdaderas obras de arte.

Continua escribiendo tan bonito, da gusto leerte a menudo. Ahhh y la genialidad es un don, todo el mundo posee el suyo aunque hay algunos que no acaban de encontrarlo.

Holly Golightly dijo...

Martina. El mundo está lleno de mediocres, gente gris que nadie recuerda, a nadie importa, y jamás importarán. Son grises. Sencillamente no cuentan. La historia no cambia si ellos no están.

No todos pueden pensar aunque ahora la educación, (si es que podemos llamarla educación) es lo que propugna. Antes las verdades del ser, ¿Adónde voy?, ¿De dónde vengo? o ¿Quién soy? eran respondidas por sabios sapientísimos, hombres que serían llamados filósofos, genios. Ahora se las formulan a los niños en trabajos de colegio, ahora se venden en libros como El mundo de Sofía, ahora se consumen, tienen fechas de caducidad y mueren. Es curioso ver cómo tantos profesores engendran genios cuando de verdad, sólo son mediocres.

Los genios son genios siempre. Quizás se puede llegar a rozar la genialidad, ¿cuántos genios creemos ver?, aprendiendo. Pero se lleva en la sangre. No se aprende.

Me parece muy curioso creer que son todos genios. Sólo son masa, pueblo, populacho. Nada más. Un vacío que cree venir a más. Aprenden, deben aprender, que el pueblo jamás piensa. Todo es desde arriba, la élite. No la masa.

La masa sólo es fuerza, la élite es poder. Y, querer no es poder.

Holly Golightly dijo...

Doublecloth. Qué preciosidad de palabras. Erizan la piel. Muchas gracias. Un beso

Anónimo dijo...

Entonces usted también es parte de esa mediocridad, de esa gente que no pasará a la historia, que no cuenta.

No hace falta pasar a la historia para ser alguien, hay gente que se conforma con ver a sus seres queridos y trabajar en lo que les gusta. Pero hay otros infelices que se creen que se creen que sólo importa pasar a la historia.

Qué triste es lo que dice y qué triste es usted, señora.



Está llamando a todos sus lectores mediocres. Me reitero, qué triste es y que marquesa se cree, cuando en realidad es una más, una de esa parte que tanto odia.

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Yo pasaré a la historia. Todos los hombres anhelan ser recordados, porque está en el alma humana. La grandeza, la fama, la riqueza, el poder.

Eso es una aspiración. Luego está el resto, los conformistas, los mediocres. Para algunos la familia debe ser lo máximo, para mí no.

Yo no he llamado a ningún lector mediocre, jamás. Gracias a ellos vive una publicación. Es igual que sólo hay una Marchesa que inspire a Chanel o a Dior pero gracias a los que sueñan con vestir de Dior, aquellos que compran sus pintalabios porque "al menos sus labios vestirán de Dior" son los que hacen posible la magia y el milagro de la Costura.

Yo, es mi caso personal, no soy infeliz. De hecho, soy alguien muy feliz y no porque no me hayan pasado cosas malas en mi vida, que me han pasado, no porque no haya sufrido. Sólo que yo nunca me deprimo. Nunca.

Un beso

Anónimo dijo...

Y otra pregunta, ¿se cree usted alguien en mayor grado que el resto?

Anónimo dijo...

Carcajada.

Martina.

Anónimo dijo...

¿Cómo que no llamas al resto de sus lectores mediocres?

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Depende a quien considere el resto. ;)

Martina. Leer entre líneas. Otra carcajada. El humor, el privilegio de los pensantes. Un beso

Holly Golightly dijo...

Anónimo. No. Yo hablo de otro mundo. Desgraciada, o afortunadamente, no conozco a mis lectores y no conozco su genio. Quizás sean mediocres pero si aprecian la belleza y saben palpar y sentir de lo que otros ven sólo tela; no son mediocres. Si no, c´est la vie.

Anónimo dijo...

No pude evitarla al oír que pasará a la historia.

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Son mis planes, mi utopía. Yo lo voy a intentar, lo que jamás pensaré será en la normalidad.

La normalidad es aburrida y frustrante. La genialidad es apabullante. Aunque eso desemboque en suicidarse, tras 11 intentos, con un bote de insecticida o no encontrar jamás el amor y ser recordada por algunos como nazi.