sábado, enero 12, 2008

El “Todo” Paris


Quizás el Front Row haya cambiado con los años, no es algo de extrañar, y es cierto, ya la Alta Costura no es el último reducto de la moda, ya no es la poesía hecha moda o el taller de los sueños ahora, es otra arma de la comercialidad, o de la no comercialidad y, sobre todo, la antesala de la Alfombra Roja aunque éste año no vaya a haber Globos de Oro y quizás tampoco Oscars. Antes, había damas vestidas de Chanel, socialities de primer orden, editores magnas de revistas, artistas y diseñadores y, el Todo de la moda.


Antes las damas del Front Row eran las musas de los creadores, inspiradoras, devotas y elegantes o confidentes. Mujeres concienciadas de las obras de arte que lucían y, sacrílegas a una marca, a un hecho, a una actitud: la elegancia. Hablaban en el backstage, iban al show room, eran fotografiadas por la prensa y, posteriormente se convertían en la representación de la firma en la Alfombra Roja como verdaderas divas convencidas de la elegancia y de la clase y no como débiles camareras de bar con un vestido prestado.


Eran damas europeas ricas, elegantes norteamericanas deseosas de sofisticación europea, actrices del Hollywood dorado y musas. Comían en Maxim´s, bebían Dom Perignon, dormían en el Palace, tenían doncella privada, un marido rico y vestían de Chanel. Era otra época, la época del glamour y del lujo pero, no del lujo decadente, del lujo sobrio, irreverente y, sobre todo exquisito.


Eran excesivas, ¿alguien lo duda? pero maravillosas. ¿Qué Karl Lagerfeld proclamaba oro? Ellas se lo ponían, ¿Yves Saint Laurent soñaba en rosa?, ellas entonaban la Vie En Rose, ¿Qué Lacroix deliraba con España?, ellas se volvían flamencas, ¿Qué Ungaro veía túnicas?, aquello era un delirio de Grecia. Sacrílegas, musas, dictadoras. Aquello eran ellas.


Tenían asistente personal y recorrían el hall de los hoteles envueltas en visón, aferradas a un joyero de cocodrilo y con una corte transportando un juego de maletas y sombrereras de Louis Vuitton. Aquello era la llamada, de forma opulenta, la Alta Sociedad pero es que eso era la Costura, un espectáculo, un show, el todo moda.


En París se producía la reunión, nada de permisivas licencias a Valentino para dar la otra fiesta del siglo en Roma, nada de actrices de glamour comprado y damas con estilistas. Aquellas eran mujeres de verdad, de carne y hueso pero, qué mujeres. Duermen en sábanas de tres mil hilos de algodón egipcio en un hotel con carta de almohadas de cinco estrellas, desayunan melón con champagne, calzan stilettos de Manolo y sueñan con Chanel. Son otras Pretty Woman, otras cenicientas.


También dan cócteles de esos a los que iba Balenciaga, aquellos que todo el mundo acudía, aquellos en los que servían caviar. Llevaban tacones de aguja, valoraban la costura y la vapuleaban a partes iguales, ninguna de ellas llevaría jamás algo del pret a porter pero, ¡Por qué no mezclar denim con Chanel?


Pero no todo es elegancia, ellas también creen en el mal gusto pero con dogmas, y con la firma de Versace. Si el negro era el color de aquellos años, fantasía y femineidad eran los complementos. ¿A quién le importa lo que digan? A nadie y a todos y es que ya se sabe, dinero es la palabra más importante con el permiso de estilo.


España es otra de las inspiraciones, y con España viene el maximalismo. Puertas doradas, botones uniformado, titulares extravagantes y volantes. Seda, terciopelo, adamascados, brocados y enaguas. Y, por supuesto, un nombre. Escueto, en una etiqueta escrito: Ungaro.


Pero no sólo es Alta Costura, ¿A quién le importa el precio? Es confección particular, al detalle, sangre y pasión y, por supuesto, exclusividad. Ungaro, el discípulo de Balenciaga es uno de los pocos que cuenta con seguidoras asiduas, su estilo es reconocible y, al mismo tiempo, moldeable. Sus prendas fueron esa temporada, un delirio en Vogue.


Lujo opulento es la tendencia. Brillo, plumas, encajes, volantes… Todo es poco en el mundo de la Costura. Son como las últimas horas de la Cenicienta, el fin de fiesta, el coûp de grace, el toque final. Perseguida, ganadora en la batalla al estilo ya puede volver a América, a Europa, a Hollywood con un armario repleto de Costura, en un vuelo trasatlántico en el que esperará a los próximos seis meses para volver a la ciudad de la luz, al centro de la moda.


Pero, ¿Puede huir de su futuro y quedarse en París para siempre? ¿Por qué no vivir para siempre en la ciudad de la moda? Date prisa, querida, las horas pasan y el reloj pronto dará las doce y el sueño acabará y, ya sólo serás una mujer que no una musa envuelta en sedas pero no en genio. Date prisa, o el sueño se romperá. ¡Despierta! O, mejor dicho, ¡Huye! Corre por París porque siempre nos quedará Paris y, siempre vivirá Chanel.

14 comentarios:

Di dijo...

Un sueño que quizás algún día se cumpla...

siempre es un placer leerte


Bicos

Lucio dijo...

La primera foto de izq. a derch. Nan Kemper, señora que no conozco, Victoire de Castailleine antigua encargada de la bisutería chanel y ahora de dior.A su lado Cristy T.Anna Piaggi, detras con gafas de sol Gilles Dufour ex-mano derecha de Karl en Chanel,tío de Victoire,ex-diseñador de Balmain.Menudo archivo histórico que tienes,tu posees mas revistas que yo.

Holly Golightly dijo...

Di. Gracias. Un beso

Lucio. Un beso

thesil dijo...

Pues sí, cómo ha cambiado el front row... cualquier tiempo pasado, parece, que fue mejor.
Besos

BoatoLuxo dijo...

Odio la simpleza en la moda!! por eso quiero de vuelta a todas esas damas europeas que eran tan excesivas y sobrecargadas!!

saludos.

Holly Golightly dijo...

Boatoluxo. Llevas razón. Un beso

Arnaldo Erick Villacampa dijo...

Me encanta tu blog, tus post son una maravilla, creativos al máximo.
Te sigo siempre.
Un beso.

Lara dijo...

Ohhh qué bonito!!!La verdad esque mirando atrás,a lo más cercano que recuerdo de los años 90, era totalmente otro rollo...exactamente como lo describes!Y jamás volverá a ser así!Solo fijándote en los front rows actuales se ve cómo ha cmbiado todo!!

BESOSSS

The Pilgrim dijo...

Es que el mundo ha cambiado mucho en muy poco tiempo, en algunas cosas para mejor, en otras... no.
Gracias por este artículo y la excelente selección de fotos!

Laia dijo...

Tiempos pasados siempre fueron mejores...excelente y nostálgico post!
Besos!

Holly Golightly dijo...

Xiko Perfumista. Gracias. Un placer.

Lara. Aquello era arte, ésto a duras penas es moda. Un beso

The Pilgrim. Nada. Un beso

Aka Scrunchie Girl. Nostalgia. Por cierto, ¿desatendiendo blogger? Un beso

Carie Mercier dijo...

Me encantan las imágenes que has escogido. Te permiten volar a un mundo de fantasía, de elegancia en estado puro, como tú dices de arte, de crear algo único...
Gracias, Holly por compartirlas con nosotros.

Holly Golightly dijo...

Carie Mercier. Un placer. Un beso

Mónica dijo...

Anna Piaggi sigue ahí en el front row! Me gusta mucho el relato, aunque sinceramente, me alegro que ahora ya no sean mujeres de ricos, sino mujeres ricas. Algunas cosas han cambiado para bien;)