Marc Jacobs, Aires De Delirio

El desfile de Marc Jacobs es el más esperado de toda la Semana De La Moda de Nueva York quizás por su estilo que siempre consigue adeptas o porque, es un ensayo de lo que se va a ver luego en París. En esta ocasión, el diseñador no ha hecho gala de un estilo propio de cortes nítidos e imaginación hiperactiva si no que ha apostado por un estilo mezcla de inspiraciones que tenía a McQ como inspiración para el estilismo, a los desfiles nude de Christian Dior con bustiers vistos y detalles lenceros, los Petites Robe Noires de Chanel con tules, gasas y cascadas de flores combinados con un espíritu juguetón y divertido, muy parisino y, al mismo tiempo, claramente inspirado en aires japoneses. Una inspiración de inspiraciones.

El desfile comenzó de forma poco común para Marc Jacobs y con marcados aires McQ. Diseños que dejaban entrever el bustier en tonos nude combinados con cubrefalda de gasa y decorado con bordados en tonos crudos y, con caída de tul irregular. Marc Jacobs ha combinado el diseño, con merceditas de cuero negro brillante y, con un estilismo de pasarela en el que las modelos con la tez blanqueada llevan el cabello cardado muy inglés.

Conquistaron el desfile mujeres de caderas escurridas y de escote plano luciendo conjuntos muy British en tonos negros y decorados con flores que parecían superpuestas encima de la tela. El escote fruncido a la altura del pecho y con los hombros descubiertos y decorados con pliegues de raso negro. El diseño se ciñe en el cuello con un aplique decorado. Como accesorios, una cartera de mano en amarillo combinado con peep toes en negro y, con un tocado de plumas en el cabello.

Aunque se trataba de un desfile veraniego, Marc Jacobs nunca renuncia a la extravagancia de añadir un abrigo en verano o desnudar al invierno. En esta ocasión, el modelo confeccionado en lana azul marino con volumen en la cadera lleva superpuesto un bolero de raso en azul profundo. El diseño, está combinado con un pantalón de gasa en azul cielo y, complementado con guantes en tonos crema y un collar de turquesas.

Marc Jacobs reinterpreta el día con vestidos veraniegos adornados con flores superpuestas sobre el fondo en rosa maquillaje. El diseño, que luce el escote decorado con tiras de flores luce una abertura transversal a la altura de la rodilla y, deja ver el bustier verde azulado. El diseño está combinado con sandalias en verde agua y con pulseras y brazaletes de corte griego.

Atención al lila y al rosa chicle para el próximo verano porque la paleta americana ya les tiene entre sus favoritos para una primavera femenina. El diseño, de escote halter está ceñido a al cintura por un pañuelo bicolor y deja a la vista un bustier escotado. El diseño lleva una falda abierta en los laterales y, está combinado con un bolso de mano en rosa ácido y, sandalias en tonos crema.

Para la noche, Marc Jacobs propone opciones delirantes. Un diseño en azul marino decorado con una capa de flores en azul turquesa que decora el escote, la cadera y el bajo. El diseño lleva el escote plisado y, la cintura ceñida con un fajín de raso que deja paso a una capa que cae hacia la cadera. El diseño tiene una sobrefalda de tul cubierta de flores que deja entrever un corte años cincuenta. Como toque delirante, el corte de los zapatos.

Mi diseño predilecto es éste, sin dudas. Un conjunto recto, muy vintage realizado en pailletes en tonos Burdeos y cereza. El diseño lleva el escote con caída libre en el hombro y recogido con tul cereza. La cadera recta, dejada a su caer mediante un cinturón con la hebilla decorada en tonos brillantes. El diseño está complementado con sandalias en rosa chicle, pulseras en tonos cereza y, unas peculiares gafas de sol.

El desfile no me ha gustado. Aunque comprendo el talento de Marc Jacobs no me gustan sus delirios de grandeza y, aunque es considerado el diseñador de la novedad sus colecciones nunca me sorprenden. En ésta ocasión, la colección no tiene el espíritu Jacobs tan marcado como las pasadas pero, creo que es precisamente por eso por lo que da a entender muchas más cosas. Ese aire obsoleto, repetitivo y caduco de los trajes de noche en negra oscuridad adornados con flores y pailletes muy al estilo Chanel. La estela que han dejado los grandes en la Costura que, se han retirado o han abandonado el timón de la maison ha hecho que, quizás, mi imaginación se dispare pero, yo ya le veo en Chanel. Marc Jacobs el nuevo kaiser. El desfile es bonito, sí, tiene prendas llamativas con cortes exquisitos y, parece hecho con mucha ilusión por dejar entrever un mensaje implícito. Pero no es el cúlmen de lo novedoso.