viernes, agosto 10, 2007

No hay mujeres feas, sólo mujeres descuidadas


En cierto modo creo en esta sentencia porque el descuido o la casualidad son los azotes de la moda. Punto por punto se puede rebatir, para unos la belleza está en el interior, para mí no porque no nos engañemos ése es, precisamente, el recurso de los que la carecen. Para otros la belleza no tiene que ver con la imagen física si no con el carácter y la personalidad, la determinación y la seguridad. Pero objetivamente, la belleza es exterior y es la máxima expresión de la mujer. Aunque también es cierto que todo lo anteriormente dicho se niega actualmente, tuvimos colecciones “clochard” de Galliano, un aire street en Marc Jacobs, mujeres con superposiciones en todas las pasarelas, y por último, la fashionista de Prada que, merece capítulo aparte pero de la que se pueden decir adjetivos a cientos. Personalmente me debato entre el horror pasmoso y, la fascinación más profunda. Pero algunos podrían pensar que esa doctrina no reina más allá de las pasarelas, tierras surcadas por las tendencias caducas que mueren antes de vivir. Kate Moss, Twins Olsen, Sienna Miller o Keira Knightley son fieles seguidoras de la tendencia del desaliño y, je ne sais quoi que dirían los franceses han conseguido ser admiradas y convertidas en iconos. Una especie de grunge actual pero aderezado con unos toques étnicos del Soho y un guiño bohemio.


Pero en mi opinión y a pesar de que Kate Moss continúe arrasando en TopShop, vaya a sacar un perfume y continúe coleccionando rumores acerca de su expareja, su pareja y su hija, Twins Olsen saquen al mercado The Row, Sienna Miller ya haya comenzado la promoción de sus desvaríos en Twenty8Twelve by S. Miller, y Keira exporté su imagen efímera, delgada y frágil a Chanel Mademoiselle. La verdad es que la imagen personal es el resultado de las disertaciones mentales para combinar el armario entero, de pasar instantes delante del espejo corrigiendo, arreglando, dando volumen al cabello, tratando de ocultar los excesos, demasiado alcohol, y pocas horas de sueño a bases de cures de jour y coloreando pómulos, labios y ojos con sombras de luz. La moda es el ejercicio de nuestra personalidad, el reflejo externo de nuestro carácter y no un conjunto de adjetivos unos tras otros formando una imagen pomposa y caduca hasta el extremo.


Tampoco hay que dar falsas ilusiones. Las mujeres bellas lo son siempre, lo mismo pasa al contrario. Pero hay formas de camuflar los defectos físicos y compensarlos con imagen personal, seguridad, gracia, glamour, estilo y elegancia y, esto, señoras y señores no es un, vil, bulo. Si la elegancia no se puede comprar sí se puede ejercer. Es algo añejo pero al mismo tiempo innato. Yo suelo recomendar un estilo clásico aderezado con toques de plena tendencia. La belleza se lleva en la sangre, bisturí en ocasiones, pero se puede conseguir, potenciar y aderezar. La sencillez y la naturalidad son claves ya que, alguien obsesionado por la perfección o por encajar se convierte, por muy chic que sea, en alguien al que abandonar en un rincón en pos de la perfección.


Como fondo de armario una mezcla del viejo estilo algo así como si estuviera regado por la fragancia de Polo de la vieja escuela, el look lady de Armani una mezcla entre vil ejecutiva y fragante dama de la Alta Sociedad, guiños a De La Renta, en invierno un abrigo de leopardo, por la noche, un vestido largo de terciopelo, por el día, un conjunto de la escuela del smart casual, a media tarde un vestido delicado y sencillo; también sirve el fondo de armario de los básicos, un audaz camisero de Chanel, el mítico Petite Robe Noire, un traje de chaqueta de tweed… Sirve todo el lujo que América ha adoptado con el sobrenombre de europeo, desde las blusas blancas CH al lady like de B&M. Los toques de sensación les puede aportar la esencia italiana de Gucci, este invierno el negro se lleva con mostaza, Valentino, la noche se luce mejor de rojo y el día en leopardo, o Versace que tanto gusta en la Red Carpet y que tan de moda está porque Donatella ha acabado con las amantes y se ha dispuesto apostar por la exclusiva costura, contraseña de por medio, y por los escotes excesivos que tanto gustan al otro lado del Atlántico. Además Donatella siempre fiel seguidora del liso extraliso, del rubio platino, del armario ceñido se ha convertido en la inspiración de la moda, de la belleza, de las tendencias porque ¿Quién hubiese dicho hace veinte años que Donatella Versace inspiraría a Chanel? La respuesta es más que obvia, nadie pero, la Más Grande, la Más Rubia, la Más Excesiva, sabe como camelar a los fotógrafos. Una serie de celebrities lucen casualmente su imagen, en su pasarela el straight hair es más que una tendencia y Versace es invadido por caricaturas de Donatella y de repente, Lagerfeld decide colocar a SU Freja una melena bob como aquella que popularizó Wintour y Carine decide hacer de ella un Icono y, es tendencia.

Para Coco Chanel la belleza era una armonización de la feminidad, sencillez y elegancia. Gabrielle Chanel, nunca fue una mujer bella pero siempre fue elegante y distinguida tanto que compensaba con creces su ausencia de belleza por el talento, y el glamour que derrochaba. Debemos recordar que, las mujeres más recordadas de la historia no eran legendariamente bellas, eran legendariamente elegantes. Poco tiene que ver la belleza con la sensualidad, nada con la sexualidad y, desde luego, es la pura sofisticación, una mezcla de vanidad y egoísmo. La leyenda del Chanel Nº5 se puede aplicar a la belleza, cuando creó su perfume, quería algo impalpable, único como la belleza. Algo bello no tiene porque ser perfecto, de hecho, la perfección es aburrida. La belleza es algo natural ligado a la juventud pero fascinantemente unida a la elegancia. Coco Chanel decía que la belleza interior es la que se irradia, voy a ahorrarme la broma fácil. Por lo que sé, la belleza es innata, la elegancia también pero, la moda es exquisita y selecta. Si tuviera que resumirla diría:

“La belleza puede ser el envase de la fragancia pero, jamás se venderá sin un buen aroma.” Holly Golightly

8 comentarios:

CB dijo...

ni belleza, ni moda, ni glamour, ni estilo ni leches.
la elegancia está en las formas, en el gesto: caminar, moverse, sonreir, gesticular, sentarse, levantarse, comer, hablar, conducir...
(ejemplo: grace kelly come pollo con cary grant en atrapa a un ladrón)

EDUARDO dijo...

Desgraciadamente, la moda es envidiosa, alta y delgada son adjetivos privilegiados mas que calificativos, holly t espere toda la mañana...:)

"no hay mujeres feas, solo sin suerte"

Holly Golightly dijo...

Baglife: la elegancia es una actitud. Besos

Eduardo: lo siento. Estoy muy ocupada. La verdad es que la moda es exquisita, restringida y exclusiva por lo que la envidia es una cualidad imperiosa. Besos

La Màs Divina! dijo...

Para mí, la elegancia es algo más interior, referido con la sofisticación y la sociedad. Claro que hoy en día, gracias a la moda, "todo es posible" pero la elegancia es innata y difícil de lograr por mano propia...
Con respecto a la belleza, casi lo mismo, es muy claro el concepto de que aunque digan que no importa lo físico, si no lo de adentro, nunca podremos olvidar la primera impresión de una persona, observarla de pies a cabeza y recordar cada detalle...

BeSoS!

Laia dijo...

Locuaz, clarividente y genial cómo siempre.
Totalmente de acuerdo contigo..aunque la dejadez y la descompostura de Cory Kennedy me resulten paradójicamente atractivas.
Saludos!

Holly Golightly dijo...

La más divina. La elegancia es alg innato y se desarrolla en todos los ambientes. La moda no tiene nada que ver con la elegancia, de la misma forma que tiene todo que ver con las tendencias. Ya lo dijo Chanel: la moda pasa de moda el estilo, jamás. Besos

Aka scrunchie girl. Muchas gracias. Espero verte por aquí a menudo. Cory Kennedy atrae a mucha gente, personalmente, no pero sin lugar a dudas es un icono teen y online. Besos

CB dijo...

no hay mujeres feas, solo mujeres maleducadas.

Holly Golightly dijo...

Baglife: jajaja... Besos