La moda es la expresión de la elegancia, del estilo, de lo exquisito y del lujo. La moda tiene tantas versiones y amores como personas pero, la elegancia sólo tiene un rostro. La moda es un animal cruel, sanguinario y vil reflejado en Anna Wintour como Diablo que la custodia. La elegancia no está reñida con las tendencias pero es una malvada crítica. Algunos dicen que para saber si algo es elegante debes preguntarte si Grace/Jackie/Audrey lo llevaría. Aunque en mi opinión las prendas no son elegantes por sí solas, necesitan una percha, un escaparate, un je ne sais quoi… Balenciaga siempre hizo gala de prendas estructurales, de colores intensos, de cortes mágicos, de pliegues femeninos y de portes regios, sus prendas no valen nada, sin una modelo, sin una maniquí que haga los sueños realidad. En la actualidad, Ghesquiére lo sabe, él tiene otra forma de entender la elegancia, de hecho, carece de ella. Él prefiere la distinción, lo identificable, lo único que el reinado de la opulencia magna y bella de la exclusividad femenina. ¿Por qué resignarse a la elegancia de las perlas si puede preocuparse del coral? Se resigna al glamour de la Red Carpet, prefiere la moda en estado puro: caduca, estéril, frívola.
En cierta forma la moda no es más que la forma suprema de frivolidad, frialdad, cálculo y comercialidad. Pero también del mundo de los sueños, del amor, de la felicidad, de la feminidad. Para mí, la elegancia es un bien en peligro de extinción, actualmente vende lo sucio, lo bochornoso, lo sexual. Aquellos escotes y aberturas con los que Gianni Versace se hizo famoso y con los que el creador explicó que “No creía en el buen gusto”. Sólo falta decir que me he convertido en perpetuadora de la elegancia, en continuadora de una extirpe, en musa itálica… Curiosamente, lo que en los 90s se consideró atronador es ahora un símbolo de distinción y elegancia, en parte por supuesto y en pequeñas dosis.
Anna Wintour no es, para mí, una musa, sí un icono. Y, a pesar de mis debates, no es clásica, es acorde a su edad y status social. Roitfeld es sucia, loada por los fashionistas y casi convertida en un emblema del lujo, de la nueva feminidad, de la nueva generación. Pero al final, ella es la musa y Carine, el escándalo. Dicen que la moda está de moda, lógico pero no obvio, y que el sexo es la tendencia. Nada nuevo bajo el sol, sin dudas, y citando a Viviane Westwood, visionaria del punk y del sexo, ya dijo años atrás: “La moda es para furcias” Gianni Versace dijo en términos más grotescos que “Solamente las queridas se pueden permitir el privilegio de Versace”. Empiezo a pensar que tienen razón pero sé que hay miles de argumentos en pro de la elegancia. No, nos engañemos. La moda está plagada, bueno está ungida, de talentos sucesores de la elegancia de antaño.
Me fascina saber cómo hay “iconos” como Cory Kennedy que son alabados y elevados por encima del común de los mortales por algo que se llama desaliño no sofisticación, ni naturalidad, ni exotismo. Comprendo la preocupación de Valentino, “Una estrella no puede ni debe salir como si fuera a comprar el pan en vez de ser fotografiada” Es cierto, están ahí para ser admiradas y cuando uno acepta un status, acepta una obligación social y personal más parecida a la imagen profesional de una Reina que, a la monotonía del denim. Las estilistas tampoco son una opción aunque parece que son una y muy rentable ya que en muchas ocasiones su séquito de acólitas han conseguido ser las artífices de una escuela wanabbe deseosa de sus prendas, sus guiños, sus gestos y vilipendiadas hasta tal punto que compran los productos que diseñan para la Baja Costura que, ahora parece rutilante y, parece ser la firma que sella las prendas de las it-girls cuando hablan de vintage. Hipócritas las que hablan de vintage y lucen el alfabeto de las marcas a la espalda, léase logos visibles propios del arribismo.
No lo entiendo. La moda es para mí un paraíso, un mundo real que no onírico, bello, majestuoso, regio y sublime. Escribo en una agenda Hermés de cuero negro mi rutina diaria, llevó las uñas pintadas de Rojo Chanel, el cabello recogido en un moño francés, unas sandalias de gasa rojas y unas sartas de perlas. Quizás yo no sea un arquetipo, quizás sea demasiado soberbia, egocentrista, frívola para el común denominador, para la rutina. Pero no cabe duda, la moda es exquisita, no sexual. Eso es sólo la punta del iceberg, lo que ve la masa, el populacho ese que piensa en Chanel como meca del lujo y no por le trabajo incansable de Coco, por el plagio y oda a sí mismo de Lagerfeld si no por la nimia necesidad de agarrarse a un tópico, y si viene en una caja azul con lazo mejor. La moda no precisa de dinero, la belleza no precisa de dinero. Yo sí.
Pero está claro, la moda nos apasiona y, al fin y al cabo, Helena Rubinstein tenía razón:
Pero está claro, la moda nos apasiona y, al fin y al cabo, Helena Rubinstein tenía razón:
"No hay mujeres feas, sólo mujeres descuidadas"
14 comentarios:
Bravo Bravo, no lo puedo creer, holly, inspiracion? todo es tan perfecto, como una platica puede crear tan bellas palabras, vogue paris sucio! si! jajaja ahora sigo sin saber en donde poner mi pañuelo, se necesitara de otro post?....
Muy buen post..!!!
El estilo y la elegancia nunca muere...la sofisticacion y la clase son eternas...
No es lo que tengas puesto es el estilo y la forma en que traes ese atuendo...
No sentirte disfrazada con ese atuendo sentirte agusto con el.. y proyectar esa confianza y estilo..
Jajajaja!
Excelentísima reflexión!
Eduardo. Las disertaciones sobre la elegancia me fascinan. Elegenacia perdida y encontrada, puntos de vista opuestos peri magnos textos leídos. El pañuelo habrá que dejarlo para otro momento, aunque, ¿Por qué no al cuello como un foulard? Besos
Miss Esther.Es cierto todo lo que dices. La elegancia es saber vestir en el momento con lo ideal, reniego de las damas que lucen traje de noche por la mañana y denim en las celebraciones. Besos
Aka scrunchie Girl: gracias. Besos
jejeje
genial!
mua*
Kate sale guapisiiiiiima
Adictaaloscomplementos. Gracias. Besos
Clara. Es cierto, en esas fotos su rostro toma angulosidad y el clarooscuro contrasta con sus facciones. Besos
Me encanta tu blog! Escribes fanatsticos artículos de opinión y bueno, este es bastante bueno! Saludos.
Maravilloso post, que arte hija!
estoy de acuerdo en casi todo.
saludos
Felisberto ruiz. Muchas gracias. Besos
Pepita pulgarcita. Muchísimas gracias. Besos
Querida Holly,
Me permito felicitarla por tan excelente post.
Salud!
Me ha encantadoo!Es verdad lo que dices, pero es que creo que hoy en día tal como está la sociedad no podemos esperar que la gente siga creyendo en la moda como algo que es esencialmente elegancia. Esa sí es la verdadera esencia de la moda, la elegancia, es verdad lo que comentas. Pero en el que el consumismo extremo predomina es normal que Cory Kennedy sea un icono de estilo, aunk no sea nada elegante...(no sé si me explico!).De todas formas, siempre y digo siempre, habrá gente como tú por ejemplo,que lleven la esencia de la moda que un día Coco Chanel o Christian Dior "inventó".
BESOSS
Todo es realmente cierto.
Y además escrito con muy buen gusto y escogiendo las palabras correctas.
BRAVO !!
BSOS
DTB
Scummy man: muchas gracias. Besos
Lara: llevas toda la razón. La moda no es la elegancia, no son sinónimos ni mucho menos. Las tendencias son rocambolescas, exigentes, caducas y excesivas y la elegancia es innata. La diferencia es clara, la tendencia se compra, la elegancia no. Besos
Naara Rodríguez: muchas gracias. Espero verte por aquí. Besos
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