"Le grand jeu"
Vogue París. Septiembre de 2003. Carolyn Murphy fotografíada por Mario Testino y con estilismo de Carine Roitfeld.
Testino, al principio de los 2000, hacía grandes cosas. Indudablemente, Mario Testino no era Helmut Newton, carece de su imaginación y de su universo, ni Avedon, le falta su entrega, su falta de pretensiones, sus intereses al margen de la moda... A Testino le mataron aquellas fotos a Lady Di para el Vogue inglés, aquel halo que de repente las revistas le fabricaron, y que a él le gusta tanto como a Anna Wintour el de arpía diabólica y genial, inaguantable porque su mente, siempre activa, va por delante de las tendencias (cuando lo que Wintour tiene es un olfato como el de Gertrude Stein: que sí que ve el talento, aunque luego se empeñe en corregir a artistas más grandes que ella en aras de... de algo, claro, que suele ser la comercialidad pero que no es cierto -el número de Jennifer Lawrence para Vogue USA fue uno de los menos vendidos y era un septiembre-).
A Testino ya le gusta más sentarse en primera fila de desfile que hacer fotos y le gusta más publicar libros de fotos con Gisele y Kate Moss y hacer los retratos de familia de los duques de Cambridge, y hablar un poco de Lady Di, y recordar su pasado con Carine Roitfeld y Tom Ford en Gucci que hacer fotos porque, de sus últimos trabajos -y hablo de un lapso de diez años-, poco se puede sacar. No es que sea todo culpa suya y, desde luego, no es que Testino sea un fotógrafo a la altura de Helmut Newton, de Richard Avedon, de Irving Penn o de Peter Lindbergh. No tiene ni siquiera un mundo propio, aunque bebiera a buzos de la obra de Helmut Newton -como Tom Ford de Yves Saint Laurent y su ecosistema- y no es tampoco un Terry Richardson, siempre provocativo -cuando no directamente vulgar y repulsivo, pero con una foto que produce sentimientos, qué duda hay-, un chifladísimo Lachapelle o un Teller que saque en las fotos a su perro, a su hijo, a Stella Tennant y a la Schiffer si se tercia porque a él le interesa retratar su vida y un momento concreto.
Sin embargo, me gustan muchísimo los viejos editoriales de Testino, de fines de los noventa y principios de los 2000, en los que solía hacer parejita con Carine Roitfeld como estilista y ponía modelos guapísimas, bellísimas, en poses sensuales y con el cuerpo reluciente y una ropa muy bonita. Este editorial, en concreto, ojalá lo viéramos hoy -porque todo lo que sale está de plena actualidad, qué duda y porque, sin ser arte, es estupendo de mirar-. La moda es un juego, tampoco hay que tomárselo todo tan en serio.
4 comentarios:
Me gusta el editorial, pero me da la impresión de que no acaba de ser todo lo provocativo que pretendía el fotógrafo. Quizás por el fondo de paseo marítimo.
Carolyn Murphy tampoco es muy sexy. Muy guapa pero muy sosa. ;)
Love the necklace.. very cool and funky! Your photos are fantastic!
A veces creo que las mejores fotos de Testino son mérito de sus modelos.
Me ha encantado que compares a Wintour con Stein, buenísimo y en el clavo.
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