Irving Penn fue un genio: fotografiando tartas, fotografiando portadas. Las más famosas son las tres primeras, la de la mujer como gimnasta haciendo de letras de Vogue, la de la cara maquillada blanca y la de la mujer en traje de baño descansando que es una maravilla. Sin embargo, a mí me gusta la de Navidad de 1950 en la que sale Lisa Fonssagrives, ya su mujer, con un niño. También es bonita la de Nicole Kidman, mayo de 2004, de las pocas portadas o reportajes que hizo que no fueran bodegones para Vogue, y que demuestra que no sólo estaba perfectamente en sintonía con los tiempos modernos sino que su trabajo era mejor que el del 99% de fotógrafos actuales.
7 comentarios:
Algunas de esas portadas son la perfección misma.
Totalmente.
La segunda me encanta, transmite movimiento :)
Bss
Pau. Son preciosas todas.
Aunque no me gusta la del ojo y el zapato. Los ojos no me van mucho.
Mire usted su correo, por favor.
Alphonse. Qué críptico. Me encanta.
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