La llegada del verano se está haciendo rogar pero, mientras, queda consolarse con las buenas obras de Vogue. Me resultan inquietantes las señoritas que retozan, sin nadie más, en un prado así porque sí pero... bueno, alguien dijo que la fotografía era un ejercicio de voyeurismo así que no me voy a quejar.
3 comentarios:
Precioso reportaje!
Lo de hacer orejitas con las manos, o lo veo.
Yo no le pongo pegas a las chicas desnudas pero a mi parecer, este editorial de Vogue París es ya de la decadencia.
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