martes, abril 12, 2011

Jane Birkin


Jane Birkin. El que no sepa quién es esta peligrosa y deliciosa jovencita tiene un buen problema. Porque probablemente tampoco sabe lo que son las puestas del sol vistas reflejadas en el mar, llevar libros para el avión en cestas de paja, que te diseñen un bolso con tu nombre en Hermés y que te lo den envuelto en una de esas cajas naranjas, comprar algo tan caro que no te lo puedes permitir y luego hacerte preguntas de porqué lo has comprado, una noche loca, bebidas espumosas y estruendosas, música alta y una boda en la arena con un amigo de toda la vida o un desconocido de toda la vida o al menos, con Serge Gainsbourg. y con coronas de flores a la cabeza y un vestido blanco que se vuela con el viento.

Peter Dundas, el actual diseñador de la casa italiana Emilio Pucci parece que sí que conoce a Jane Birkin. Y no solo porque su archifamoso vestido -desnudo- blanco pegado al cuerpo como una segunda piel para que la sirena varada en la orilla se convierta por la noche en la reina de la discoteca sea una copia descarada del que lució la orgullosa señora Gainbourg en los 70 sino porque toda la colección respira el aire mediterráneo, del chic despreocupado, del pelo largo, liso y lacio y de Marruecos, Ibiza y la música tranquila que suena cuando te colocas con ¿M?(m)aría.  

 
      
El que no sepa quién es Jane Birkin no sabe lo que es ser un inglés en Francia, no sabe lo que es grabar canciones eróticas con un hombre que lleva Repettos blancos y no sabe lo que es, en general la esencia de los 70s. Esa década con una sexualidad despreocupada muy lejos de la hipersexualidad de los 80s y el sida, la coca, Warhol y Studio 54. Con marihuana, aún Woodstock y la psicodelia lista para explotar en la cabeza en cualquier momento. En la que el sueño era Ibiza y no Bahamas y en la que aún no había nada que meter en una caja fuerte en Suiza. Alcohol, risas, deseo, sexo y despreocupación. Pero de nada demasiado y, sobre todo, sin competiciones. Una oda a la vida relajada. Vamos a morir, claro. Pero no será mañana. Será cuando ya no podamos hacer nada. No cuando ya no nos quede nada por hacer. Y en realidad no tengo mucho más que añadir... solo miren y disfruten.


De las fiestas maravillosas...


los pantalones con pata de elefante, los accesorios con flecos, las sandalias, los pañuelos en el pelo, las joyas de oro, las turquesas, las trenzas, el pelo largo....

    

En serio, disfruten.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

no me habia dado cuenta de lo descarado

Bravissima dijo...

Eso es un clon y lo demás son tonterías... sensualidad en estado puro, me encanta!

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Un beso

Bravissima. Descarado. Un beso

Ald0rad0 dijo...

Ufff, Jane B y su estilo. Había escuchado que Tom Ford se isnpiró en ella en 1996 pero Dundas fue un poco lejos. Aunque quiso darle una vuelta para las audiencias que no conocen a Birkin, lo pillamos.

Un beso.

Holly Golightly dijo...

AldO. ¿En qué colección se inspiró TF? Verano supongo. No soy muy Tom Ford, por cierto. Un beso

Ald0rad0 dijo...

Sí, verano de 1996, con todo y la canasta, pero transformada en Gucci. Un beso enorme.

Anónimo dijo...

pues a mi me parece que jane birkin era preciosa y fue una adelantada en muchos aspectos, y su look de hace 45 años es más actual que cualquiera de las modernas de hoy en día... Limon_de_Luxe