Eva y Pandora dan mala fama pero son tan divinas... que se olvida. Cuentan de Marilyn Monroe que en realidad no era más que otra chica mona más pero que, como le ocurría a Rita Hayworth, una vez que el visor de la cámara la divisaba, se volvía de carne, la podías tocar, sus labios te hablaban, los ojos te comían y el brazo parecía acercarse hasta tocarte como una hermana, una heroína, una diosa o un fantasma.
Marc Jacobs debió pensar algo parecido en su desfile sobre las mujeres perfectas que son todo sexo, sobre la recta pulcritud que es todo ardor, sobre la gélida frialdad que quema, que abrasa, que consume, que arrebata como la de las gatas en celo. Con ese aire divino y angelical del alma oscura que se carcome en ese epíteto mágico de que la belleza es mejor que la inteligencia pues no precisa explicación y que sentencia un trágico por siempre que no es más que un ahora.
Pero ahora, ahora dice Marc Jacobs, somos jóvenes y bellas y auténticas y nunca estarás ni más delgada, ni más hermosa, ni más rica, ni más feliz probablemente y sólo nos queda el hoy así que, este tipo de mujeres, sólo pueden vivir con el tanto más. Tanto más radiantes, tanto más gélidas, tanto más dignas de admirar. Hoy, mis burguesas cándidas no lo son tanto.
Mis burguesas no son tanto como la Deneuve de YSL en Belle de Jour sino como una maravillosa flor delicada, un vestido de color hiedra llevado con diamantes que encajan en mujeres muy blancas, algo sosas, protestantes, que visten trajes de seda color hiedra y con los ojos oscuros y el pelo recogido en un hermoso moño que confirma, extasiando al que mira, que uno pertenece inevitablemente a una época moral y estricta que llevaba diamantes al cuello del tamaño de tazones y que uno podría verles falsos, saberles falsos y encontraría auténticos porque ella lo es.
Christy Turlington, Karen Elson y Natalia Vodianova podrían ser tres coristas aspirantes a cazar marido o tres condesas amigas, tres rusas de las novelas de Tolstoi que se parecen en dignidad a ese aire sereno de la Natasha de Guerra y Paz pero lo que son es tres damas. Americanas de pura cepa pero damas (si esto no es una incongruencia) de esas que van a París a soñar y cuya vida tiene algo de vodevil.
Las Steford wifes, como se las llama, son divinas y elegantes y por dentro tienen complejos arquetipos que Jung y Freud intentaban descifrar. Simples y frívolas denotan todo un estilo de vida con solo agarrar un bolso. Parece frívolo el decir que no usan cocodrilo antes de las 12 porque nadie que merezca la pena lo lleva pero tras esa máxima se esconde todo un universo.
Sí, por primera vez en muchos años las mujeres vuelven a tener dimensión.
Y no me refiero a las 3D del pecho, de la cadera y de la cintura en su sitio ajustadas como un reloj de arena, como un surtidor de agua que brota del pecho calmando sed de infantes y avivando la necesidad de un trago del amante. No me refiero a un universo mental, ni a un atrezzo de teatro, no me refiero al gran escenario de Shakespeare, ni al cuento escrito por un idiota lleno de furia y dolor.No.
Me refiero a aquella máxima de "el hombre es la medida".
Ella lo es. Medida de lo discreto del bolso de mano con cuerpo rígido que se vuelve como una vagina dentada símbolo de lo más primitivo y lo más animal tamizado con lo más sofisticado. Medida de lo aburguesado y lo contenido y del pecho saliente, naciente, turgente y amado. Que se aprehende, se ama, se añora y se idolatra. Medida del tacón que eleva el seno y el trasero y canta las bondades del erotismo sutil y delicado que empieza en el pie y termina en el alma. Medida de lo austero, lo sangrante, lo femenino, lo oscuro, lo rojo, la muerte y la vida.
El resto es un burdo atrezzo.
Luces, cámara y acción.
Y ellas las estrellas.
!Qué estrellas!
De las que convierte todo lo demás en atrezzo.
Y en pantalla sólo salen ellas.
Vivas, jóvenes, eternas, inviolables y sagradas.
Muertas, viejas, caducas, profanas y falsas.
Pero auténticas.
Extiende el brazo y toca.
¿Sientes el calor del foco, el latir del pecho desbocado, el pulso acelerándose y el rubor llegando al rostro?
Viven.
Como las grandes estatuas.
Que malditas están por ser estatuas.
Y benditas por ser de diosas divinas.
Y Dios creó a la mujer.
Y la mujer creó a los dioses.
Divino privilegio, bonita venganza, mejor destino aún.
14 comentarios:
Divino privilegio haber dado con este blog, así como de casualidad. También.
Un beso.
Comento por decir algo, pero estoy sin palabras ...
Cita de Gossip girl y poesía en estado puro, cómo ves tanto ?
Me fascina tu visión.
XXX
Anónimo. Muchas gracias. Espero verte por aquí y desde ya, sabes que es tu casa. Un beso
Pau. Gracias. Debe ser eso de "si ver fuera mirar sabríamos todo" Un beso
Holly!! me matas con le leísmo!!
En cualquier caso el post es precioso, la campaña me encanta y tu visión siemrpe me resulta interesante ;)
Un besazo!
Srta A. Lo lamento profundamente. No soy capaz de corregirlo si me sale de corrido -y pensándolo tampoco para qué mentir-. Agradezco la otra parte del comment. Un beso
Holly, cada vez me fascinas más. ¿Eres mujer, hombre? Me pregunto cuánto tiempo de tu vida has debido dedicarle a este blog, a todo lo que hay detrás, a todo lo que tienes tú de fondo. Infinita, como le dijeron a Schiffer. Infinita.
Anónimo. Muchas gracias.
"Yo ya no soy Lullamae, y sabes Fred lo peor que sigo siendo Lullamae de 14 años de edad que robaba huevos de pavo y corría entre la maleza".
Lo único que importa, entre tú y yo, es lo sagrado. Lo infinito es sagrado en todas las religiones e interesa a todas. Muchas gracias. Y un beso
que maravilloso comentario sobre unas fotos que no muestran más que belleza, pero tus palabras si, como dicen otros comentarios, son poesía, que dificil es dar con ella y hoy por la mañana no estoy leyendo más que cosas bonitas. Gracias!
vuelvo -por supuesto :).
un beso
Humm
Maialen. Muchas gracias. Un beso
Humm. Un beso
Holly un post de 10 y de manual.
Y es cierto que tienes esos gazapos de leismo pero ni se ven. Se nota que el texto es tuyo salido de tu entraña, parido totalmente.
QUÉ IMPLADA ESA SRTA A. Dice eso por pura envidia. No la creas y sigue deleitándonos. Por favor.
Anónimo. Gracias. Pero cada uno puede decir lo que desea. Muchas gracias por tu comentario. Es un verdadero placer. Un beso
...Y el diablo, a Brigitte Bardot ;)
PD: que viva el leísmo!!
Me encanta como escribes sólo que en este post se te fue la p de las StePford Wives, suele pasar cuando uno escribe con tanta pasión como tú, te felicito, tu blog es inspirador para mi.
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