Realmente el capitalismo está acabado. Esto ya no es como antes y las cosas cambian, aunque poco, pero algo sí que cambian. Hace unos cuantos años, el mundo de la moda era una pequeña secta donde los iniciados campaban a sus anchas y los no iniciados apenas podían respirar entre tanta opresión-represión. Eran cuatro los que tenían todo el negocio y, luego, en un almacén de Nueva York del Garment District se subastaban patrones, copias baratas e inspiraciones de baja calidad y bajo precio. Mass media fashion era algo así como la mafia de la moda.
¿Querías unas botas de Courreges o unas sandalias de Prada? Dos opciones. A) Cómpralas. Ahorra. Muérete de hambre. B) Pasea por el distrito de la vergüenza, como una imitación o un clon -¿desde cuándo aceptados socialmente?- y haz algo con ellos. Luego, sólo quedaba escoger. La moda estaba dividida en dos grupos. Uno) Lo que era moda. Las tiendas de la Quinta Avenida y la gente que tomaba café con Diana Vreeland, bailaba con Warhol en Studio 54 y veraneaba -literalmente en algunos casos- con De La Renta en República Dominicana o Valentino por el Mediterráneo. Y, Dos) Lo que no era moda. O sea, el resto. Esa gente que compraba en grandes almacenes y que se ponía deportivas para ir por NY y, luego se cambiaba a calzado de tacón. De hecho, cualquiera que trabajara honrada -o deshonestamente-. Porque, ¿desde cuando trabajar es cool? Mmmmm… teniendo en cuenta que ya hemos horneado el yonkie chic, el bohemian chic, el bobo chic, el anorexian chic… En fin.
Pero lo cierto es que ahora las cosas han cambiado. Antes los “icons” -¿?- de las personas de a pie y las revistas de moda eran nombres centelleantes que relampagueaban entre listas de estrellas y socialities, herederas, hijas, esposas y novias de. Eran estrellas del cine y de la música, modelos -supermodelos- y gente guapa. El todo Nueva York era la separación de un cordón de terciopelo. Lo eran los que estaban al otro lado, no lo eran ni lo serían los que miraban a los que atravesaban el cordón rojo. Lo eran los que tenían un retrato de Warhol, no lo eran los que no. Entonces todo era más… fácil, quizás.
Ahora los “icons” no lo son. Sencillamente. Nuestras estrellas duran -las longevas- un par de temporadas y, las efímeras, una portada de Vogue USA y una serie adolescente, para treintañeras o para cuarentonas (¿cuarentañeras?), un par de metros de alfombra roja, unas fotos esnifando coca y un MySpace con quince millones de amigos -uno, está acabado cuando tiene tres amigos en MySpace-. Y, eso con suerte. Pero, lo cierto, es que esos no son los verdaderos icons. Ahora, tras la rebelión de la clase media contra el gran capital, los icons no existen. Han muerto. ¿Audrey Hepburn, James Dean, Marilyn?, ¿Rita Hayworth, Fred Astaire, Cary Grant?, ¿Gia, Jerry Hall?, ¿Steven Meisel, Avedon, Helmut Newton?, ¿Warhol, Pollock, Duchamp?... ¿Y a quién le importan?
Lo cierto es que ahora a nadie le importa lo que lleva Carine Roitfeld. Más allá de saber qué está de onda entre las voguettes -¿de onda?; ¿Desde cuándo digo yo estar en onda? En fin, esto se llama bipolaridad y es un trastorno grave, creo. No sé, tengo que consultarle al otro yo ¿Hola?.- y qué no. Tampoco si Anna Wintour decide que el crema es el nuevo negro o que el azul con reflejos violáceos es el tono de la temporada. Que Rania de Jordania escoja un Elie Saab es una cosa que quizás importe en Jordania y que Carolina de Mónaco se ponga un Chanel -o dos- tampoco importa demasiado. Si Paris Hilton o Nicole -pregnant- Richie escogen que su nuevo vaquero favorito para los siguientes quince segundos es del Stolen Girlfriend´s Club es una nimiedad. Y que a SJP la destrocen la banda magnética de su American Express en la tienda de Pat Fiel en NY es una cosa que no le importa ni a sus devotos Sex and The City fans.
Pero, hay un pero. Y, aquí reside la clave del asunto. Uno podría pensar que esto empezó con Scott Schuman y la versión dandy ¡y online! del álbum de fotos de toda la vida. Pero lo cierto es que empezó bajo lao era acuario. (Increíble la cantidad de chorradas que digo por post) Empezó o, al menos, marcó un hito con Woodstock y con aquello de “nadie que fuese alguien llevó un bolso a Woodstock” y puede encontrar un remoto precedente con el Sweet 60s de Londres y los Beatles y Twiggy.
Pero, en realidad, fue Warhol, tremendamente influenciado por Dalí que “era el surrealismo”, quien se dio cuenta del poder de la clase media. Quizás haya que remontarse a Aristóteles que dijo que el punto medio es lo mejor y que, está, exactamente, entre dos vicios. Y, para el que la ciudad perfecta era la que dejaba su poder en la clase media. Warhol se paseaba por Studio 54 como si fuera una centella haciendo fotos a la gente que se había estado congelando en la cola durante dos horas mientras fumaba maría y nadie decía nada. “Celebrity que inmortaliza a los demás”.
Al fin y al cabo, Warhol era un artista con una fábrica. Obrero del arte y, sus víctimas, además de socialities, eran el puro consumo y la renovación americana. Coca Cola, una lata de Campbells y los iconos -¿eh?- como -sí- Marilyn y Elvis. Warhol fue el pionero del street ¿party? style. Con Eddie y sus tendencias egofotologueras y con colaboraciones con Vogue de por medio.
Si antes de Warhol, “un coche de carreras se convirtió en algo más hermoso que la Victoria de Samotracia”, tras Warhol, “lo más bonito de Florencia fue el restaurante McDonalds”, pero, lo importante es que plantaría la semilla del poder de la clase media. Y, eso se ha visto con los blogs. De repente, el blog más leído del mundo es el de una japonesa que cuenta sus desventuras y pone fotos de sus gatos. Más de doscientos millones de visitas día recibe una chica con una vida tan fascinante como la vida interior de una piedra pómez. Y, esto es porque, ¿ricos y famosos?, ¿guapos ricos y famosos?. Cualquiera puede ser guapo, rico y famoso.
Ya no importan los icons. Ahora sólo importamos nosotros. Y, nos rebelamos. ¿Que Anna Wintour dice desde su tribuna que ahora ¡ya! se lleva el gótico encantador de Theyskens en Rochas y que Rodarte es lo más le importa a alguien? Las hermanas Rodarte se matan de hambre para salir en Vogue y Theyskens ve las pasarelas en el plasma de su casa desde FashionTV. Que, es lo más cerca que va a estar de ellas en un tiempecito.
Pero que, de repente, Scott desde su reinado de la calle en la jungla del asfalto decide que todas sus chicas son bohemias soñadoras, que las colegialas tienen su punto y que molan los Sweets Sixteen y Rumi-Susie-Garancé-Alix-Jack&Jill-AltamiraNY-StyleAndTheCity deciden que las vampiresas están acabadas y vuelve el grunge y, vuelve.
Y Anna Wintour piensa que el mundo se vuelve loco pero dice ¿y porqué no si esto vende más Vogues? Y pone a Alexander Wang en portada. Ah, ¿Y porqué no? Al fin y al cabo como diría Oscar Wilde, “la moda es una forma de fealdad tan aberrante que debe cambiar cada seis meses”. Y, a las celebridades que las den. Anónimos hijos de los hombres, ahora es vuestro turno porque resulta que, al fin, los últimos serán los primeros.
¿Querías unas botas de Courreges o unas sandalias de Prada? Dos opciones. A) Cómpralas. Ahorra. Muérete de hambre. B) Pasea por el distrito de la vergüenza, como una imitación o un clon -¿desde cuándo aceptados socialmente?- y haz algo con ellos. Luego, sólo quedaba escoger. La moda estaba dividida en dos grupos. Uno) Lo que era moda. Las tiendas de la Quinta Avenida y la gente que tomaba café con Diana Vreeland, bailaba con Warhol en Studio 54 y veraneaba -literalmente en algunos casos- con De La Renta en República Dominicana o Valentino por el Mediterráneo. Y, Dos) Lo que no era moda. O sea, el resto. Esa gente que compraba en grandes almacenes y que se ponía deportivas para ir por NY y, luego se cambiaba a calzado de tacón. De hecho, cualquiera que trabajara honrada -o deshonestamente-. Porque, ¿desde cuando trabajar es cool? Mmmmm… teniendo en cuenta que ya hemos horneado el yonkie chic, el bohemian chic, el bobo chic, el anorexian chic… En fin.
Pero lo cierto es que ahora las cosas han cambiado. Antes los “icons” -¿?- de las personas de a pie y las revistas de moda eran nombres centelleantes que relampagueaban entre listas de estrellas y socialities, herederas, hijas, esposas y novias de. Eran estrellas del cine y de la música, modelos -supermodelos- y gente guapa. El todo Nueva York era la separación de un cordón de terciopelo. Lo eran los que estaban al otro lado, no lo eran ni lo serían los que miraban a los que atravesaban el cordón rojo. Lo eran los que tenían un retrato de Warhol, no lo eran los que no. Entonces todo era más… fácil, quizás.
Ahora los “icons” no lo son. Sencillamente. Nuestras estrellas duran -las longevas- un par de temporadas y, las efímeras, una portada de Vogue USA y una serie adolescente, para treintañeras o para cuarentonas (¿cuarentañeras?), un par de metros de alfombra roja, unas fotos esnifando coca y un MySpace con quince millones de amigos -uno, está acabado cuando tiene tres amigos en MySpace-. Y, eso con suerte. Pero, lo cierto, es que esos no son los verdaderos icons. Ahora, tras la rebelión de la clase media contra el gran capital, los icons no existen. Han muerto. ¿Audrey Hepburn, James Dean, Marilyn?, ¿Rita Hayworth, Fred Astaire, Cary Grant?, ¿Gia, Jerry Hall?, ¿Steven Meisel, Avedon, Helmut Newton?, ¿Warhol, Pollock, Duchamp?... ¿Y a quién le importan?
Lo cierto es que ahora a nadie le importa lo que lleva Carine Roitfeld. Más allá de saber qué está de onda entre las voguettes -¿de onda?; ¿Desde cuándo digo yo estar en onda? En fin, esto se llama bipolaridad y es un trastorno grave, creo. No sé, tengo que consultarle al otro yo ¿Hola?.- y qué no. Tampoco si Anna Wintour decide que el crema es el nuevo negro o que el azul con reflejos violáceos es el tono de la temporada. Que Rania de Jordania escoja un Elie Saab es una cosa que quizás importe en Jordania y que Carolina de Mónaco se ponga un Chanel -o dos- tampoco importa demasiado. Si Paris Hilton o Nicole -pregnant- Richie escogen que su nuevo vaquero favorito para los siguientes quince segundos es del Stolen Girlfriend´s Club es una nimiedad. Y que a SJP la destrocen la banda magnética de su American Express en la tienda de Pat Fiel en NY es una cosa que no le importa ni a sus devotos Sex and The City fans.
Pero, hay un pero. Y, aquí reside la clave del asunto. Uno podría pensar que esto empezó con Scott Schuman y la versión dandy ¡y online! del álbum de fotos de toda la vida. Pero lo cierto es que empezó bajo lao era acuario. (Increíble la cantidad de chorradas que digo por post) Empezó o, al menos, marcó un hito con Woodstock y con aquello de “nadie que fuese alguien llevó un bolso a Woodstock” y puede encontrar un remoto precedente con el Sweet 60s de Londres y los Beatles y Twiggy.
Pero, en realidad, fue Warhol, tremendamente influenciado por Dalí que “era el surrealismo”, quien se dio cuenta del poder de la clase media. Quizás haya que remontarse a Aristóteles que dijo que el punto medio es lo mejor y que, está, exactamente, entre dos vicios. Y, para el que la ciudad perfecta era la que dejaba su poder en la clase media. Warhol se paseaba por Studio 54 como si fuera una centella haciendo fotos a la gente que se había estado congelando en la cola durante dos horas mientras fumaba maría y nadie decía nada. “Celebrity que inmortaliza a los demás”.
Al fin y al cabo, Warhol era un artista con una fábrica. Obrero del arte y, sus víctimas, además de socialities, eran el puro consumo y la renovación americana. Coca Cola, una lata de Campbells y los iconos -¿eh?- como -sí- Marilyn y Elvis. Warhol fue el pionero del street ¿party? style. Con Eddie y sus tendencias egofotologueras y con colaboraciones con Vogue de por medio.
Si antes de Warhol, “un coche de carreras se convirtió en algo más hermoso que la Victoria de Samotracia”, tras Warhol, “lo más bonito de Florencia fue el restaurante McDonalds”, pero, lo importante es que plantaría la semilla del poder de la clase media. Y, eso se ha visto con los blogs. De repente, el blog más leído del mundo es el de una japonesa que cuenta sus desventuras y pone fotos de sus gatos. Más de doscientos millones de visitas día recibe una chica con una vida tan fascinante como la vida interior de una piedra pómez. Y, esto es porque, ¿ricos y famosos?, ¿guapos ricos y famosos?. Cualquiera puede ser guapo, rico y famoso.
Ya no importan los icons. Ahora sólo importamos nosotros. Y, nos rebelamos. ¿Que Anna Wintour dice desde su tribuna que ahora ¡ya! se lleva el gótico encantador de Theyskens en Rochas y que Rodarte es lo más le importa a alguien? Las hermanas Rodarte se matan de hambre para salir en Vogue y Theyskens ve las pasarelas en el plasma de su casa desde FashionTV. Que, es lo más cerca que va a estar de ellas en un tiempecito.
Pero que, de repente, Scott desde su reinado de la calle en la jungla del asfalto decide que todas sus chicas son bohemias soñadoras, que las colegialas tienen su punto y que molan los Sweets Sixteen y Rumi-Susie-Garancé-Alix-Jack&Jill-AltamiraNY-StyleAndTheCity deciden que las vampiresas están acabadas y vuelve el grunge y, vuelve.
Y Anna Wintour piensa que el mundo se vuelve loco pero dice ¿y porqué no si esto vende más Vogues? Y pone a Alexander Wang en portada. Ah, ¿Y porqué no? Al fin y al cabo como diría Oscar Wilde, “la moda es una forma de fealdad tan aberrante que debe cambiar cada seis meses”. Y, a las celebridades que las den. Anónimos hijos de los hombres, ahora es vuestro turno porque resulta que, al fin, los últimos serán los primeros.
24 comentarios:
Me gusta el concepto de revolución del "mass fashion" contra los definidos como ICONS... Creo que los iconos de verdad permanecen hayan nacido en los 50 o en los 80, y si te digo la verdad cada uno concibe sus propios mitos. Sin ir más lejos mi fashion icon es... mi madre! No hay señora con más clase y elegante en este mundo :)
Genial post, de verdad, es la primera vez que entro en tu blog y te iré siguiendo.
Besos desde Kill the Heel
Tina. Gracias. La verdad es que, teniendo en cuenta que lamoda, actualmente, va dirigida al gran público es un cambio muy significativo que el gran público decida.
Al fin y al cabo, el consumidor tiene qué decir en lo que va a acabar consumiendo aunque, relativamente, no lo haga.
Los iconos mueren y nacen pero los mitos siguen. Un beso
CLAP CLAP CLAP
Otro post de 10-
Es increible!
Me ha encantado tu post. Desde ya uno de mis favoritos. Yo hablé en mi blog hace ya unas semanas de Misha Barton y de todas esas "iconos" que aparecen y que duran a lo mucho dos años (y mira donde esta Misha ahora !).
Y tienes razón en que parece que ahora el poder esta en la calle. Por que ¿de que sirve que digan que se llevará el verde esta temporada si afuera todo el mundo viste de rojo?
A mi lo que me esta pareciendo es que eso del street style esta llegando a un punto que se esta saturando y pronto entrará en decadencia ¿será?
Ojala te pases por mi blog :)
http://katesgulp.blogspot.com/
Besos.
Anónimo. Gracias.
Sara. Un beso
Kate. Ahora te linkeo. ;) Uno se pregunta si el despacho de algunos altos mandos no están demasiado altos, lejos de la calle. Ésa que ahora manda. Un beso
Fascinante post.
Realmente las cosas han cambiando mucho, pero tampoco tanto, ya los dictadores de la moda no son los diseñadores, ahora manda Carine, Emanuelle y otras "diosas" para las fashion victims. La moda es un castigo, y el látigo lo tienen ellas, que Miucca puede seguir vendiendo su "ugly chic" pero si Carine dice Balmain, eso va a misa.
Por cierto, el fenómeno "The Sartorialist" me parece patético, al principio pensé que era interesante ver como se vestía la gente sin tener que salir de casa, pero ahora solo veo looks ensayados, fahionistas frustrados con su mapa de "how to get shot by" y sus zapatos sin medias-hombres- o mezclas de estampados-mujeres. Porque el tío siempre saca lo mismo.
Saludos
PD: ¿Cuando se convirtió el ser "fashion" en una profesión? Cada día veo más diseñadores sin colecciones, modelos con fotos del celular y estilistas clónicos. Te agradecería si me lo explicas...
Anónimo. Gracias. Es verdad que The Sartorialist se repite, pero como nos repetimos todos ¿no?. Yo, la verdad, me costó lo suyo apreciar la sensualidad del proyecto.
Creo que no encajaba en mis esquemas mentales. Tampoco me parecía tan novedoso y no entendía a qué venía ese amor por TheS en todos lados...
Creo que es un fenómeno sociológico muy interesante pero, no me parece la revelación del siglo. Me parece una convulsión más de la clase media. Sólo que con gran profesionalidad.
Es una pregunta genial. ¿Puedo hacerlo en un post? Gracias.
Un beso
El post podría convertirse en ensayo sin perder su fuerza. De 10.
Besos!
buen post, realmente internet está sacudiendo cimientos de la sociedad año tras año.
Me encanta ver los blogs de streestyle, pero es cierto que podemos acabr un poco sturados, la gente se lo toma demasiado en serio, y hay estlismos demasiado forzados.
En fin, dentro de dos años vendra otra cosa nueva y ¿nos olvidaremos de The Sartorialist?
AldOradO. ;) Next week, we will atack. Un beso
Chloe. No, The Sartorialist tiene su hueco en la historia de la moda. Luego, el tiempo seguirá su curso. Un beso
Bravisimo! tan real como la vida misma holly. La calle es nuestra, la vida es nuestra, y decidir lo que se lleva tambien. Besos!
Maria C. ¿Y porqué no? Un beso
Bueno, pues tu post me sacó una pregunta que ¿puedo usarla para un post? ;)
ya lo veremos...
Botica. Claro. ;) Un beso
Anonimo. Siempre me he preguntado qué cómo va eso de un motel. Pero como eres un robot no puedes resolver mis dudas. C´est la vie.
Me encanta tu blog.Cuando puedas passate y comenta.
Mil besos!!
Que yo recuerde, fue Platón el que dijo aquello de "En el medio está la virtud". Por otra parte, lo que ha desaparecido de verdad es la clase media, ahogada entre la clase adinerada y la obrera. Hay alguien hoy en día que reconozca pertenecer a la clase baja? Lo dudo mucho.
WOW!! Sin palabras!! Ya lo has dicho tu todo!
Yo también tenía la teoría de que todo el patetismo del ahora ya lo habíamos visto en Warhol. Simepre me pareció una tomadura de pelo, como lo es ahora Decarin o Jacobs, y sus musas Bianca o Eddy como las it girls, Kate Moss o Carinne. Una tomadura de pelo muy rentable por cierto, que vende a la gente sin talento como la creatividad en su enésima potencia. Si comparas el Juan Bautista de Leonardo con las sopas Campbell se ve claramente, al igual que si comparas a YSL con Wang o a Greta Garbo con Nicole Richie. Es lo que hay, lo cool fue cool and los 60 y lo es ahora, estudio 54 era lo más al igual que lo es Kate con la Osborne pedos por las calles de LOndres. Como tú bien dijiste, C´est la vie.
Confessions. Claro.
Almudena. Fue Aristóteles. Sí, claro. Si recibes subvenciones, eres de la clase baja. Si no, media. Si no cotizas impuestos en España, eres de la clase alta. Es muy sencillo. Un beso
Mandrágora. Gracias
Elena. ¿Warhol una tomadura de pelo? A mí no me lo parece. Pero si los tiempos cambian, los artistas también. Uno no puede decir, simplemente, que alguien, por cambiar algo, es una estafa.
No tiene sentido comparar el Bautista con las sopas. Es como comparar el arte rupestre de Altamira con la capilla sixtina porque, ambos son frescos. Las cosas tienen su contexto, ahí reside su grandeza.
Una cosa no vale nada. Pero si la entierras diez mil años, se convierte en algo tremendamente valioso. De la misma forma, las proezas del románico quedan ridículas al lado de las erecciones góticas o, de nuestros rascacielos. Pero, las cosas, no se pueden descontextualizar.
Warhol fue un visionario. ¿Repetitivo? Claro. ¿Abusivo? Claro. Pero, ahí reside la grandeza.
Un beso
No me sacas de que Warhol fue una tomadura de pelo. Hizo cosas nuevas, serigrafías de caras de actrices y lo de la expansión del arte a la clase media,La Factory y bla, bla...También se hizo fotos con polaroid vestido de mujer. Fue el primero, pero a mí eso me da igual. Y el famoseo y lo superficial que era; un gilipollas. Es mi opinión personal. Pero tuvo su mérito, como lo tienen todos los pedorros que van de visionarios sin serlo, haciéndo que los demás les sigan la bola y les suban a los altares. Bastante espabilado y listo hay que ser para eso. Un beso.
Elena. Genius are excentric.
Cada uno en su vida privada hace lo que quiere. Y uno puede ser todo lo gilipollas del universo y ser genial. Ya lo dijeron de Dalí, "la gente tiene que entender que Dalí era un gran pintor y una horrible persona".
Pero eso no tiene nada que ver con su arte. La persona más buena del mundo no es un artista y, un artista no deja de serlo por ser la peor persona del universo.
No se es gilipollas por ser superficial. Quiero decir que puedes ser muy profundo y ser imbécil como puedes ser superficial y ser una persona estupenda. No acabo de entender el concepto profundo-superficial porque ¿citar a Kierkegaard es profundo si no se le entiende? Yo diría que eso es superficial.
Y, además, poco honesto. Yo creo que son conceptos que no tienen nada que ver. Un beso
Siempre me contestas con cosas que no tienen nada que ver con lo que yo decía ;)
Me he podrido a estudiar asignaturas de Historia del Arte en la carrera, así que desgraciadamente ya sé todo lo del contexto y lo de qué es un artista dejando su vida personal aparte, estoy jarta de oirlo. Pero mi opinión personal es que además de gili Warhol era un artista pésimo, su arte me parece caca de la vaca, y te aseguro que su historieta del contexto social ya me la sé. Pero a mí no me gusta, como tampoco me parece que Dalí sea nada del otro mundo. Para mí el arte del bueno es otra cosa, pero claro es de nuevo mi opinión personal. Beso.
A ver si me explico, he visto obras de Warhol en Niza, en el Pompidou, en la T.Modern incluso fui a la retrospecitva que La Casa Encendida le hizo en Madrid el año pasado. Cuando me pongo enfrente de una de sus obras solo veo un papel, o una foto, o lo que sea. No me trasmite nada, por eso me da igual que en los libros se diga que es un super artista En cambio el orinal de Duchamp sí me parece de genio, porque lo que va detrás me parece mucho más genuino que lo que Warhol le quiso decir al mundo con su arte en serie y sus chorradas(lo de la industrialización en serie ya venía del XIX no inventó ni fue visionario de nada). En cambio cuando veo las obras de Leonardo, Rembrant,Ingres,Vermeer, o incluso de Picasso, algo se despierta en mí, pero con Warhol na de na. Punto pelota es lo que hay. ;)
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