Hace años, cuando empezaba la temporada de desfiles un camino entre las sillas se abría cada estación. En Dior, se acumuluban hasta la escalera las personas que querían ver la colección; en Chanel se hacían dos pases y otro para las clientas; en Balmain cuando el desfile las prendas pasaban de mano en mano pues no había más modelos que los confeccionados para las maniquíes y, sobre ellos se compraba.
En los ochenta, todo cambió. Ya nadie miraba la ropa. Miraban el espectáculo, las luces, la música, la ambientación. Miraban el bamboleo de las caderas de Cindy, Claudia o Nadja. Miraban el sonido de los tacones contra la plataforma elevada blanca y cubierta por los flashes de los fotógrafos que coreaban el nombre de las top models.
En los noventa, se miraban otras cosas. El quién, el qué, el cuándo, el cómo y el dónde. La ropa no tenía mucho que mirar. Minimalismo, geometrismo, renacimiento simplificado. Pureza, abstracción. Otros conceptos. Se miraba a las escuálidas modelos, a las melenas largas, cortas pero siempre rectas, a las siluetas lamidas, reabsorvidas, al concepto tecnológico. Se miraba a los hombres del traje gris que poblaban las pasarelas de su emporio de negocios. Se miraban muchas cosas.
Ahora, se miran otras tantas. No es como antes, ¿mejor?, ¿peor?. Quién sabe, ahora es ahora.
En los ochenta, todo cambió. Ya nadie miraba la ropa. Miraban el espectáculo, las luces, la música, la ambientación. Miraban el bamboleo de las caderas de Cindy, Claudia o Nadja. Miraban el sonido de los tacones contra la plataforma elevada blanca y cubierta por los flashes de los fotógrafos que coreaban el nombre de las top models.
En los noventa, se miraban otras cosas. El quién, el qué, el cuándo, el cómo y el dónde. La ropa no tenía mucho que mirar. Minimalismo, geometrismo, renacimiento simplificado. Pureza, abstracción. Otros conceptos. Se miraba a las escuálidas modelos, a las melenas largas, cortas pero siempre rectas, a las siluetas lamidas, reabsorvidas, al concepto tecnológico. Se miraba a los hombres del traje gris que poblaban las pasarelas de su emporio de negocios. Se miraban muchas cosas.
Ahora, se miran otras tantas. No es como antes, ¿mejor?, ¿peor?. Quién sabe, ahora es ahora.
15 comentarios:
M kedo con la anarkia de ahora, da igual lo q lleves no t miran raro ni t señalan.
saludos!
Holly hoy te esperaba...¬¬ bueno, ádios.
La gente en las escaleras para ver el desfile... Me recuerda tanto a Flowers for Mrs Harris. ¿Has leido el libro o visto la pelicula? Seguro que te gusta.
De todas formas estoy preparando un post sobre esta historia.
mezclaria la nueva manera de mostrar uan colección y de darle forma con la simpleza, elegancia y efectividad de las pasarelas de antaño!!!
seria lo ideal, estoy un poco harto de tanto circo!
Pues sí, a ver qué sucede ahora que empieza el circo de nuevo. Pero creo que a algunos le funciona muy bien un show pequeño y otros necesitan de un escenario y personalidades para deslumbrar, no crees?
besos
todo esto me recuerda las fotos en b&w de bogart, bacall y la dietrich esperando el ultimo dior con dior claro... es que acaso los desfiles son la cosa más aburrida que existe????
Besos Holly!
Desde luego tiene más mérito un desfile que brille más por la excelencia de sus prendas que por la farándula entorno a él, pero aún así cada época tiene su encanto.
Y además hay que ver lo que dan de sí los desfiles de ahora, como para rellenar páginas y más páginas de revistas con fotos y cotilleos de la fiesta posterior, un top ten de las celebrities que más guapas acudieron, otro de los desfiles-shows más sorprendentes.. que pueden resultar artificiosos, menos divinizados que los de antes.. Pero hay que evolucionar, y si es posible a mejor.. Y yo creo que no andamos mal.
Un beso :)
muy buena reflexión...
no sabes cuanta razón llevas!
http://buscandoenmiarmario.blogspot.com/
es diferente, se trata de vender como siempre creo yo, pero el mercado cambia y las maneras... y se pierde mucha esencia por el camino. un XX! enorme holly.
Gaultier dijo que quitaba la música porque estaba harto de que la gente no prestara atención a la ropa. ¿Tú sabes que imagen tengo yo grabada en la cabeza? La de Dietrich sentada en las escaleras de Dior, con la invitación en su mano y rodeada de gente.
Ahora casi se mira más al front row que a la pasarela de modelos. Los tiempos cambian, quizás en un tiempo volvamos a lo mismo. Quién sabe?
MqR. Un beso
Plutónica. No desesperes. Un beso
Alphonse. No he leído el libro, ¿me lo recomiendas? Un beso
Cohen. Viva el circo. Un beso
AldOradO. ¿Para qué tanto foco si uno puede iluminar algo entrando? Un beso
Mr. Right. Sí. Por supuesto. Un beso
Tiffany. Yo tampoco. Un beso
Angela. Un beso
Hummingbird. Nueva temporada. Un beso
Sr Q. Inmortal. Un beso
Thesil. Absolutamente. Un beso
SI, lo único que no esta en castellano...
Te lo resumo en dos palabras, una mujer inglesa que se gana la vida limpiando casas se enamora de un vestido de Dior y empieza a ahorrar para ir a Paris a comprarse uno.
¿No es bonito?
Ahora se mira lo que miran otras personas, queda poca gente con criterio propio...
¿Sabes que me mandaron un email los de una revista por decir que no me gustaba una editorial suya en mi blog?
És flipante.
Alphonse. Por el idioma no te preocupes. ;) Me lo compraré. Un beso
CapuccinoB. ¿Bromeas? Es buenísimo. ;) Un beso
Publicar un comentario