La superstición está muy presente en el mundo de la moda. El verde es un color viciado (hace mucho tiempo, demasiado, era mi color favorito); si un vestido se cae significa que gustará tras su salida y las tijeras presagian la muerte. En los vestidos de novia, junto con los bordados, se guardan pelos del cabello de la costurera que lo hace para atraer el matrimonio hacia sí y, el vestido negro debe hacerlo el maestro del taller.
Christian Dior pasaba varias veces en su coche la Avenue Montaigne, Saint Laurent llevaba sus talismanes consigo para atraer la buena suerte y ambos maestros de la casa Dior eran devotos visitantes de tarotistas y videntes. Pocos saben que quien le contagió a Saint Laurent su amor-odio por los talismanes y amuletos era Dior que siempre llevaba unas flores de lis -el emblema de Dior- con un brazalete de corazones, un trébol y un trozo de madera. Gabrielle Chanel sentía devoción por el cinco, su número de la suerte. El número de Chanel. Desde su mítico perfume a su tumba. Lacroix siempre lleva algo rojo encima o lo borda en sus vestidos, por dentro o a la etiqueta como él cuenta y sólo deja desnudos de su abismo de muerte, sangre, vida y amor a los negros. Maria Callas sólo llevaba Swarovski en el escenario tras un golpe de suerte en una de sus obras. Carine Roitfeld dice que no usa el amarillo. Pero el más supersiticoso era el otro genio de la trinidad, Balenciaga. Él dijo que no pisaría El Prado. Y no lo hizo.
La Mome Bijou, la echadora de cartas. ¿Y no es la moda el tiempo en sí mismo, su retorno, su pasado y presente y futuro? Hagan juego.
Christian Dior pasaba varias veces en su coche la Avenue Montaigne, Saint Laurent llevaba sus talismanes consigo para atraer la buena suerte y ambos maestros de la casa Dior eran devotos visitantes de tarotistas y videntes. Pocos saben que quien le contagió a Saint Laurent su amor-odio por los talismanes y amuletos era Dior que siempre llevaba unas flores de lis -el emblema de Dior- con un brazalete de corazones, un trébol y un trozo de madera. Gabrielle Chanel sentía devoción por el cinco, su número de la suerte. El número de Chanel. Desde su mítico perfume a su tumba. Lacroix siempre lleva algo rojo encima o lo borda en sus vestidos, por dentro o a la etiqueta como él cuenta y sólo deja desnudos de su abismo de muerte, sangre, vida y amor a los negros. Maria Callas sólo llevaba Swarovski en el escenario tras un golpe de suerte en una de sus obras. Carine Roitfeld dice que no usa el amarillo. Pero el más supersiticoso era el otro genio de la trinidad, Balenciaga. Él dijo que no pisaría El Prado. Y no lo hizo.
La Mome Bijou, la echadora de cartas. ¿Y no es la moda el tiempo en sí mismo, su retorno, su pasado y presente y futuro? Hagan juego.
7 comentarios:
uao...
cuantas superticiones...
tu siempre tan bien informado
exelente post..
y haora cual es tu color favorito..
un abrazo
A/N
x
me llevaste de la mano de Dior a la mome bijou. Bravo.
Besos
Pues yo a la Roitfeld la he visto con una falda amarilla... jeje.
YSL era muy aficionado al tarot y esas cosas, pero nadie como el señor Dior, lo suyo era patológico...
Yo antes era algo supersticiosa (tenia algunas manias opara ciertas cosas)pero ya las deje de lado porque era una estupidez.
Un beso Holly
es un 'por si acaso', si encuentras un talismán, por qué no? un XX! fuerte
IAmTheAngelNegro. El negro y el blanco. Son los dos colores del mundo. El verde me sigue gustando pero hace demasiado ruido a veces. Un beso
AldOradO. Un beso
Wednesday. Yo, bueno, lo mío es raro sencillamente. Un beso
Hummingbird. ¿Por qué no? Un beso
que interesantes las supersticiones de los más grandes,no las había oído nunca.Todos tenemos superticiones o no?.besos!!!
Mario. Por supuesto. Todos. Un beso
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