Ha Nacido Una Estrella

El mundo de la tiranía de la imagen, el mundo del estilo de vida, el mundo de gente que deja de comer para comprarse un bolso al tiempo que otros hacen cientos de bolsos para intentar comer. El mundo de las etiquetas, no solo de las marcas; de las tribus urbanas y del reinado de Internet. El mundo de los sueños que se desvanecen, de las etiquetas marcadas con la propia sangre, del territorio sin identidad, de la vanidad democratizada, del fanatismo convicto. El mundo donde todo es verdad y donde todo es mentira. Donde los iconos vienen y van, no llegan ni a nacer cuando ya han muerto, donde todo lo superficial es bueno por ser, meramente, superficial. El mundo de los mediocres. El mundo que desea y anhela a los genios.

Etiquetas: emos, fashionistas, fashion victims, nobles, celebrities, iconos, top models, gente gris. Dogmas: sin ellos, sencillamente. Estilo de vida: incongruente. Una historia hecha a retazos, un sueño fabricado con materia gris y vacía, un mundo vano. O un mundo por mejorar. Un presente que es un reto. Un grito sordo que rompe el silencio y que calla al sonido. Una voz que clama al cielo. O, sencillamente, unas líneas que calman algún alma o atormentan alguna otra. Un día gris o un día luminoso. Un día rojo, un día negro o un día pasado por el cristal de color rosa. Un cielo, un infierno, un demonio, un dios bondadoso.

Estrellas de usar y tirar e iconos que fenecen. Estrellas que no lo son y que mueren opacadas en su propio fulgor. Falsos mitos, falsas promesas de juventud, hordas de jóvenes estrellas sedientas de sus apenas escasos quince minutos de fama. ¿Estrellas? Sin comentarios. Mediocres alzados. Estrellas hechas por ordenador. Estrellas con todo para ser estrellas pero carentes de alma. Estrellas sin carisma, estrellas hechas para morir. Ni siquiera estrellas fugaces, ni siquiera bellas constelaciones, ni siquiera estrellas que palpitan en el cielo y decoran la bóveda celeste algunas horas. Ni siquiera el candor del astro rey.

Ahora ya no hay mitos. Ya no hay iconos. Ya no hay paseo de la fama. Ya sólo hay estrellas con estigmas, con etiquetas y con manual de instrucciones y gran fecha de caducidad. O, quizás no. Quizás aún queden estrellas que polarizan, una estrella nacida para ser estrella, una estrella que sabía lo que iba a pasar. Buena estrella. Estrella de odios y de amores. No deja indiferente. Un dios o un engendro. O ambas partes.Ha nacido una estrella.