Decían antaño que “no hay nada mejor en invierno que mirar el rubor del color de un abrigo en un escaparate.” Desde luego, es verdad. El color en invierno es como la otra apuesta secreta. Quiero decir, si uno es diseñador no debería ser su máximo “Lo que yo hago soy el único que puede hacerlo”; porque para hacer lo que hacen otros, yo no haría nada. Creatividad, talento e ingenio. Dirían los pensadores franceses que “la extravagancia es mejor que el buen gusto”; diría Diana Vreeland que “Demasiado buen gusto cansa” y que “no hay que temer ser vulgar” pero, lo más importante, ¿al fin y al cabo, si yo digo el vestido de tus sueños, piensas en negro? No. Piensas en rojo, chispeante, chisporroteante, brillante, intolerante, casi insufrible y que acongoja, tan intenso que parece una explosión de sangre y pasión y tan hermoso que uno no puede mirarlo y, al mismo tiempo, es imposible apartar la mirada.
Gabrielle Chanel, me niego a llamar a Madame Chanel, Coco. Las visitó de negro, luego festejó el blanco de los años treinta con la dama del canto del cisne, -¿Qué sabe nadie porqué pocos lo recuerdan?- y luego, las cubrió de diamantes en una noche estrellada de París siendo, por primera vez, barroca. Elsa Schiaparelli inventó un color, el Shoking Pink, radiante, brillante y atronador y dado forma en las curvas sempiternas, mareantes y rotundas de Mae West. Valentino hizo vibrar al mundo con el rojo, Rouge Valentino, con ese toque italiano de sangre española lleno de ardor, cuajado de deseo y vacío de insatisfacción o temor. Dior, Christian Dior, -el hombre y no la marca- las vistió como flores, las hizo explotar en el jardín y las coronó como máximas ninfas del jardín del color del Edén. Hermés las sedujo con su naranja oriental, naranja hindú, naranja oscilante, vibrante, exultante. Y Lanvin enseñó a la mujer lo que era el color.
Quizás ahora el genio del color sólo tenga un nombre, Christian Lacroix por ser el hombre que desafió al minimalismo en un estallido de color. Pero anteriormente, en un mundo en el que el sombrío pero sobrio reinado del color negro aún no existía, Christian Dior aseguró que los colores eran una bendición dejada por Dios a los mortales pero que, aunque su sueño era convertir a las mujeres en flores, los colores debían usarse con precaución. O, eso pensaba hasta que llegó Yves Saint Laurent, primero pupilo y luego maestro que hizo chocar los colores.
Yves Saint Laurent no tuvo ninguna consideración con los colores. ¿Qué más daba si combinaban o no? ¡Era Yves Saint Laurent y eso no le importaba a nadie! ¡Por Dio(r)! ¿Combinar! “Eso no le importa a nadie” Y, llevaba razón. ¿Quién dijo que el marrón y el negro estaban vetados o que el rojo y el rosa con toques coral no? Nadie. O todos. Pero, lo mejor es que él lo hizo y -ya sabemos- que Yves Saint Laurent salvó Francia y, Dior también. El color, sencillamente, el nuevo negro.
18 comentarios:
No hay nada mejor que hablar del color en blanoc y negro y acabar con Yves Saint Laurent.
Hola Holly. No sé si me recuerdas, soy Martina, la profesora con la que tuviste un debate.
Antes sólo utilizabas los paréntesis para tus textos, ahora utilizas guiones (desde que los escribí yo aquí).
Anónimo I. El blanco y el ngro es la cmbinación más fuert. Mucho más que el rojo. Un beso
Martina. Sí te recuerdo. Me alegra verte por aquí. Adoro los debates. Podemos volver a empezarle cuando leas la siguiente frase, supongo.
¿Qué quieres decir con tu comentario? Yo utilizo los paréntesis como anacolutos y los guiones para opiniones, algo hiriente, personales. Para que se diferencien del resto. De cualquier forma, puedes comprobarlo, no los uso porque tú los usaras. Los uso porque lo clarifican. Un beso
Que maravilla última foto, Yves con su sequito. Es curioso que hables del color mientras que en la foto vemos a Lulu de la Falaise vestida Ysl y el restos de negro...
Simplemente deslumbrante
Besos
Eduardian Guy. No hay nada mejor para explicar el color que el blanco y el negro. Sensacional. Un beso
Para mi los colores son expresiones de nuestro humor, un día rojo (de los de holly) nunca me pondría un amarillo chillon ni un naranja!pero esta claro que un día de esos en que ves la vida en color rosa ¿porque no inundarte de colores? Gran post!
yves tenía cara de simpático
buen post
Ölhate. Me alegro que te haya gustao. Un beso
Miss At La Playa. Gracias. Un beso
Tienes razón, Saint Laurent era un genio combinando (o descombinando) colores, me encantaban esas mezclas de morado con teja, marino con negro...
Volviendo al terrenal día a día, también me encanta el color en invierno (qué mejor cosa en un día gris que un abrigo rojo?)... y el negro en verano!
tan solo para felicitarte por el blog, de eso se trata...
The Pilgrim. Magnífico. Un beso
Alfred Cohen. Muchas gracias. Un beso
Magnífico texto. Me has hecho ver los colores de otra forma.
Un saludo.
Lorentzo. Gracias. Un beso
hola!
muy lindo tu blog!
estoy te agregando a mis favoritos,
agregame también, si puedes :)
besitos y abrazos,
Kira
Kira. Gracias. Ahora reviso mis links. Un beso
bonitas fotos e interesante post. Un besito
El Notable. Gracias. Un beso
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