martes, mayo 15, 2007

Nostalgias Parisinas


De grandes talentos hablan las revistas de moda y sueñan las fashionistas. Retumban en nuestros oídos la poesía de las santas firmas de la Sacre Couture parisina y conjugan comodidad y estilo a cada paso unísono de un tacón lejano, de un Cartier perdido. Dicen que sus estrofas huelen a Bvlgary e imaginan las dulces candelas de la imaginación presa en el hombre, del jolgorio hecho vestido, del diseño hecho mujer. La moda mueve un mundo superfluo y lírico, parasensorial y mágico en el que los mágicos placeres evocadores de la carnalidad, el erotismo lo infinito se encuentran en el horizonte convexo de la aguja, el cuero y el raso.



La sensualidad se hace visible al suave tacto de la seda y el raso esculpe a golpe delicado y sutil la feminidad más absoluta y eterna. La moda es el elogio a la belleza, Soneto a la mujer y rimas meláncolicas de la nostalgia del allure francés. Si Ghesquiére ha sido consagrado y tocado por la poderosa Wintour, el mundo de la moda cae rendido ante el último enfant terrible de la sacre y vieja moda. Sus composiciones destilan poesía y destierran fronteras, ya ven en él la personalidad de Galliano con aquellos toques del Poiret sensorial y del parnasianismo de Gaultier, enfant terrible por excepción. Si McQ no hubiese tatuado a sus modelos o revestido a las maniquíes de cuero, la Fashion Weeek no hubiera revivido y sin ella los sabores de la moda se hubieran visto perdidos entre las consagradas París y milán y las fashion victims.




A reclamo suena y aunque luchamos por el “Fashion Pero No Victim” ellos lo saben, y digo ellos hablando de esas oscuras maquinarias de la moda por las que la sombra de la comercialidad vuela y acecha. No acuso pero Karl Lagerfeld sale a la palestra y con él vuelven las medias tintas, femeninas pero con blazer, perlas pero de sport, clásicos básicos con última tendencia, Karl no se arriesga en Chanel, se consagra en Fendi con sus lujosos chaquetones que presentan más su lado vil y endiablado, todo afamado y con razón, que en el pueril acertijo que nos vende tras temporada. El tweed es tweed y lo sabemos pero el lo cubre de un engañoso adorno para revenderlo y es que el plagio ahonda en cada una de sus Chanel-collections porque sí querido y amado e idolatrado Kart, las perlas son perlas y reinterpretar, aunque tendencia, no deja de ser producto de una mente poco engrasada que no se arriesga porque aunque Gabrielle Chanel, la visionaria, ya dijera que “ El Día Que No Me Copien, Moriré”, lo tuyo es demasiado y el célebre LBD ya no está entre tus básicos sino que viene tamizado, oculto bajo cientos de logos de la marca consagrada. Rendido ante el status ma entendido de los nuevos ricos estadounidenses perdiste, querido y amado, el son de la vieja Europa siempre refinada siempre elegante porque como ya dijeran…

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARIS… (París y sus grandes: Galliano, Valentino, Ghesquiére… lsista limitada de talentos donde la imaginación abandona la mente y se hace patente en el lujo) Con ánimo de lucro en vez de con amor pero, siempre moda….

6 comentarios:

T.T. dijo...

Un post tan increíble como los de siempre! Fantástico, Holly! Siempre nos quedará Cool and Chic!

Besos ;)

Anónimo dijo...

AMEN!
Tus escritos sobre tendencia y modas son fantasticos!

Sigue así :)

eduardian_guy dijo...

Bienvenida nuevamente!!!

Adorable post, me encanta tu guerra sin cuartel contra Lagerfeld Chanel.
Y si, París es el centro de la moda, de lo chic, de lo fabuloso, elegante y excesivo de la couture!!! pese a quien le pese.

Besazos

EDUARDO dijo...

q emocion jaja todos los dias abria el link esperando q ya regresaras, jajaja fantastico...

Anónimo dijo...

Fántástico post!!!! Estoy encantada con tu vuelta... Que Paris es lo chic está claro, me encanta la frase siempre nos quedará Paris, es genial! Ghesquiére fantástico, puro talento. Imaginación y lujo siempre presentes, en la moda y en Paris. Besitos!!

Mischa dijo...

Cuanto tiempo sin noticias tuyas holly...!